Política industrial

La pandemia ha acelerado la transformación digital de nuestras sociedades y economías y ha revelado el papel crucial de las redes de telecomunicaciones como infraestructura crítica de nuestra sociedad. En este contexto, las compañías de telecomunicaciones son un aliado estratégico para conseguir una doble transición, la digital y verde, y desempeñan un papel central en las estrategias industriales a escala nacional y regional. 

En primer lugar, las infraestructuras de comunicación son la base crítica sobre la que se sustenta el crecimiento económico ya que posibilitan la adopción de tecnologías y la digitalización. Por tanto, es esencial acelerar el despliegue de redes de alta capacidad (5G y fibra).

A su vez, las operadoras de telecomunicaciones además son empresas tecnológicas de comunicación, es decir, ofrecen soluciones digitales a grandes empresas, pymes y Administraciones públicas basados en tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial, Cloud, Edge Computing o Blockchain.

En el ámbito europeo nos encontramos en un momento de inflexión. A corto plazo, la Unión Europea se enfrenta a una crisis económica que no hará sino profundizar las desigualdades sociales, económicas y territoriales existentes. En esta línea, el Plan de Recuperación y Resiliencia será clave para la recuperación del tejido industrial europeo y la creación de empleo. A medio y largo plazo, recuperar el liderazgo y competitividad económica a escala global de será clave para promover una digitalización basada en valores, sin dejar a nadie atrás. Es el momento de abordar estas brechas y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología para construir mejor las sociedades y economías.

La estrategia industrial es indispensable para lograr ese objetivo. Para defender los valores europeos a escala mundial, primero tenemos que fomentar la competitividad de las empresas europeas y crear valor económico. La digitalización significa crecimiento, empleo de calidad, sostenibilidad e inclusión.  Por ello, las políticas y la regulación no pueden ir en sentido contrario.  Los ambiciosos objetivos europeos en materia de conectividad no se alcanzarán sin una regulación y unas políticas renovadas que permitan un cambio de paradigma en términos de inversiones, costes, competencia, innovación y acuerdos empresariales entre distintas empresas.

La UE y sus Estados miembros deben reaccionar a tiempo con un sentido de urgencia y para ello es necesario potenciar un enfoque de colaboración entre lo público y lo privado, un Pacto Digital, basado en un modelo de gobernanza capaz de combinar aspectos sociales, ambientales y económicos. Este es el camino para lograr una transición digital sostenible a largo plazo, apoyar las inversiones y, con ello, el crecimiento del sector de las telecomunicaciones.

Telefónica, como empresa de telecomunicaciones digitales relevante en Europa, busca participar constructivamente en el debate sobre cómo los responsables políticos deben definir una política industrial europea basada en redes de alta capacidad para alcanzar el máximo potencial de la transición verde y digital.

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