La protección de la infancia en el mundo digital es una labor de todos

Los menores pasan cada vez más tiempo navegando por internet o utilizando alguna de las aplicaciones disponibles. Ellos también forman parte del entorno digital. Por ello, hacer que los más jóvenes disfruten de los beneficios que ofrece la tecnología y protegerles frente a los peligros que tiene es un trabajo de todos.

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Los menores pasan cada vez más tiempo navegando por internet o utilizando alguna de las aplicaciones disponibles. Ellos también forman parte del entorno digital. Por ello, hacer que los más jóvenes disfruten de los beneficios que ofrece la tecnología y protegerles frente a los peligros que tiene es un trabajo de todos.

El acceso a Internet y a la información debe estar garantizado a todas las personas, sin importar su sexo, recursos económicos, nacionalidad, lugar de residencia o edad. Y los más jóvenes deben tener todas las oportunidades a su alcance para desarrollarse en una sociedad cada vez más conectada, pero con garantías.

Los derechos de la infancia se proclamaron en 1989. Desde entonces, la digitalización de los países ha aumentado, lo que ha llevado a incorporar aspectos a esta declaración para adaptarla a las nuevas realidades y necesidades, manteniendo lógicamente la esencia y objetivo de esta Convención: la protección de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital como un factor fundamental y universal para su correcto desarrollo, al igual que en el entorno offline.

Pero internet no tiene normas escritas, ni reglas para su buen uso. Junto al sentido común, el respeto por los demás y la veracidad de lo que se comparte forman la base sobre la que debería crecer la convivencia en la red.

En 2017 UNICEF, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, aportaba un dato relevante en su informe “Niños en un mundo digital” y ponía el foco en esta cuestión: 1 de cada 3 internautas en el mundo es un niño. La organización internacional destacaba la importancia que tiene la tecnología en el mundo actual por su gran capacidad de transformar desde cualquier tipo de industria hasta el panorama social.

En un principio, Internet fue creado para ser utilizado por adultos (usos de defensa e investigación). En la actualidad, el uso de la red supone un cambio para los adultos, pero para los más jóvenes es lo único que conocen, aseguran desde la web de UNICEF.

La infancia en Internet

Por lo tanto, elaborar políticas de protección resulta fundamental si se tiene en cuenta que cada día los menores acceden antes a contenidos digitales, redes sociales, juegos online y apps. Los niños españoles de entre 5 a 11 años pasan una media de 711 horas y 45 minutos conectados al año, cifra que asciende hasta las 1.058 horas y media en el caso de los menores de entre 12 y 17 años, según se desprende del estudio “Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales” realizado por la plataforma de seguridad y bienestar digital Qustodio. Es decir, los menores pasan de media dos horas y 24 minutos diarios. Aunque en el mismo estudio un 26% de los jóvenes asegura sobrepasar las tres horas al día, lo que supone que los más jóvenes han estado más tiempo navegando en internet que en el colegio al finalizar el año.

Internet es una herramienta cada vez más necesaria, y las sociedades deben crear también ámbitos de protección para que los menores puedan desarrollarse como personas, dentro y fuera del mundo virtual. Niños y adolescentes jóvenes tienen derecho al acceso a la información y a la tecnología, así como a la libre expresión a través de estos medios. También tienen derecho al juego y a la educación. En estos casos la tecnología es una gran aliada, que debe ser utilizada en su favor para crecer como ciudadanos libres y participar desde pequeños en la sociedad en la que viven aportando sus opiniones e ideas.

Algunos peligros

En 2019 la Agencia Española de Protección de Datos, AEPD, se sumaba a la Carta de Derechos Digitales de Niños, Niñas y Adolescentes promovida por la Fundación ANAR. El objetivo era promover un entorno digital seguro. Los más jóvenes gracias a sus habilidades digitales parten con una gran ventaja frente a muchos adultos, para beneficiarse de las oportunidades que la tecnología ofrece. Pero, tal y como recuerdan desde la propia Agencia, su vulnerabilidad frente a situaciones de riesgo es mayor.

Peligros como ‘cyberbullying’, ‘grooming’ o sexting, y el acceso a contenidos violentos o sexuales online que promueven autolesiones, ideación suicida o retos en las RRSS de riesgo extremo surcan la red junto a los más pequeños.

Estos peligros entroncan directamente con el derecho de niños y adolescentes a estar protegidos frente a la explotación sexual o la trata, blindar su privacidad y mantenerse seguros frente a cualquier tipo de daño.

Proteger desde la experiencia

Las empresas tecnológicas deben conocer el impacto que las TIC tienen sobre los menores. Así junto con los sectores público y privado, los educadores y las familias tienen que aprender a usar la tecnología con responsabilidad y trabajar juntos en la prevención, la protección y en la búsqueda de soluciones para evitar los daños que los menores puedan sufrir por el uso de internet.

Como creadores de tecnología, y conscientes de la importancia de establecer un entorno digital seguro, en Telefónica se trabaja desde hace años para crear en Internet un espacio en el que niños y mayores puedan sacar el máximo potencial de las herramientas digitales.

Empresas tecnológicas como Telefónica lideran ya acciones para promover la sensibilización de la sociedad en general y ayudan a las administraciones públicas en el diseño de herramientas que defienden los derechos de la infancia en el ámbito digital.

Niños usando una computadora


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