Los avances vinculados a la transformación digital, como rapidez, flexibilidad y eficiencia, no suponen una excepción para el mundo industrial.
Un proceso de cambio no solo tecnológico sino incluso cultural puesto que deriva en una serie de modificaciones fundamentales en cómo trabajan las empresas, así como en la relación con los clientes.
Una transformación digital que se basa en una serie de elementos como un plan de formación global (que incluya upskilling y reskilling), una reorganización de la estructura laboral o la incorporación de nuevos perfiles profesionales.
¿Pero, cómo afecta esta transformación digital concretamente al mundo de la industria?
Transformación digital industrial: qué es
La industria 4.0, enmarcada -y de ahí su nombre- en plena cuarta revolución industrial, supone la integración de diferentes tecnologías que puedan crear sistemas inteligentes que se comuniquen y colaboren de manera autónoma.
Una transformación digital que impulsa y acelera el cambio hacia la industria 4.0 al posibilitar a las organizaciones la adopción de tecnologías de nueva generación (como IA, IoT o automatización) así como la optimización de sus operaciones.
Cómo acometer la transformación digital industrial
Desde Telefónica Tech nos ofrecen una interesante guía práctica para la transformación digital del mundo de la industria en la que se incluyen una serie de consejos y pasos para que este sector pueda comenzar el proceso de transformación digital.
Para ello, deben clarificarse y conocerse bien cuáles son las necesidades y los objetivos de esta transformación digital, con el foco puesto en los procesos y operaciones que pueden aumentar sus niveles de eficiencia y optimización.
Asimismo, es interesante crear un equipo multidisciplinar que pilote el viaje hacia la transformación digital, contando con un perfil, innovador, ágil, abierto al cambio y que busque la eficiencia y la productividad. Entre otras tareas, deberán convencer de las virtudes de la transformación digital al resto de la plantilla.
También se debe potenciar y fomentar la cultura empresarial mediante la comunicación y la formación para poner en valor que la innovación y la transformación digital suponen igualmente oportunidades de crecimiento, tanto desde la perspectiva personal como desde la profesional.
Y es que la cultura es la base para que este proceso de transformación digital finalice de manera exitosa con una misión, visión y valores que evolucionen y se transformen de la mano de dicho proceso.
Por último, en algunos casos la transformación digital en el sector industrial tendrá que venir acompañada de un socio que pueda ayudar a las empresas en este camino mediante tareas de consultoría.
Veamos cómo.
Fases para la consultoría de la transformación digital en la industria
¿Cuáles son las etapas que debe seguir la consultoría para conocer cómo implementar la transformación digital industrial?
- Análisis. Desde las propias instalaciones de la fábrica, se diagnostican los puntos de mejora a partir de la situación de origen, los procesos y operaciones o el nivel de madurez tecnológica de la empresa.
- Definición y proyección de la tecnología. Una vez finalizado el análisis previo del que hablábamos, se lleva a cabo el trabajo de oficina con el que realizan los mapas de procesos y puntos de mejora, así como la hoja de ruta a seguir para desarrollar las actualizaciones tecnológicas correspondientes.
- Cierre. Como su propio nombre indica, en esta fase se presentan tanto los resultados como las conclusiones del apartado anterior, unos documentos que sirven a las empresas para poder implementar ya la transformación digital.
- Acompañamiento en la implementación. La labor de consultoría para conocer cómo implementar la transformación digital no finaliza con el cierre, sino que debe continuar posteriormente de modo que se evalúan los resultados obtenidos durante el proceso y se identifica cómo mejorar en la optimización de estos procesos.
Ventajas de la transformación digital industrial
Al igual que en otros sectores, la transformación digital industrial tiene asociados una serie de beneficios. Para empezar, supone una reducción de los costes puesto que se ha ahorrado tiempo en los diferentes procesos.
Además, se produce un proceso de descentralización que promueve tanto la movilidad como la comunicación en remoto, así como una mejora en la productividad y la eficiencia.
Otro punto a favor es que aumenta la rapidez de respuesta ante cambios en el mercado, así como el impuso de la cultura de la innovación y la mejora de los procesos comunicativos entre diferentes partes de la empresa.
Entre otros beneficios, también sirve para atraer el nuevo talento con perfiles especializados en nuevas tecnologías.
Conclusión
Al igual que sucede en muchos otros sectores, el industrial no es una excepción: la transformación digital es necesaria para ser capaz de renovarse y competir con garantías en un mundo en el que los avances tecnológicos están a la orden del día.
