¿Qué es la huella de carbono y cómo se calcula?

Cuestiones del día a día en diferentes ámbitos como el hogar, el transporte o el modo de vida influyen en la huella de carbono de cada uno. Descubre más sobre este concepto en nuestro blog.

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Tiempo de lectura: 4 min

En qué consiste la huella de carbono

La huella de carbono se puede definir como el rastro de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que es generado por la actividad humana.

Un indicador ambiental que se encarga de llevar a cabo la medición de las emisiones, tanto directas como indirectas, de compuestos como metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF6) y dióxido de carbono (CO2).

Cómo se calcula la huella de carbono

Hay diferentes maneras de calcular la huella de carbono generada por cada persona, siendo una de ellas la calculadora en línea de la Plataforma de Compensación de Carbono de las Naciones Unidas.

Esta herramienta calcula la huella de carbono en función de diferentes datos vinculados con el hogar, el transporte y el modo de vida:

  • Hogar. En este apartado se recopila información tanto sobre el hogar estrictamente (número de personas que lo habitan, país de residencia, superficie y tipo de inmueble) como del consumo de energía (los KWh al mes, el porcentaje de fuentes de energía limpia y la fuente energética de la que proviene la calefacción).
  • Transporte. Además de conocer si se dispone de vehículo privado (y el tipo de combustible, el kilometraje anual y el consumo medio), también se calcula el uso por horas cada semana de diferentes medios de locomoción (como trenes, autobuses, metros, tranvías, bicicleta o a pie). Asimismo, también se computa el número de viajes en avión y la longitud de los mismos.
  • Modo de vida. En este tercer y último apartado se incorporan al cálculo variables relacionadas con la comida (como la frecuencia de la ingesta cárnica, la compra de productos locales o a empresas responsables medioambientalmente hablando o cuánto se come fuera de casa) y si se reciclan los desechos.

Tipos de huella de carbono

Según las actividades en las que nos centremos podemos encontrar la siguiente tipología de huellas de carbono:

  • Huella de carbono personal. En función de los hábitos y actividades diarias (transporte, consumo energético en el hogar, alimentación, etcétera) se calcula la huella de carbono personal.
  • Huella de carbono de producto. Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el ciclo de vida de un producto, con las siguientes fases: extracción de materias primas, fabricación, transporte, utilización e hipotético reciclaje.
  • Huella de carbono corporativa. Mide las emisiones de GEI producidas por las actividades de una organización o empresa en un periodo de tiempo concreto, entre las que se incluyen las emisiones directas, las indirectas por consumo energético y otras indirectas vinculadas a la cadena de valor.
  • Huella de carbono por sector o industria. Como su propio nombre indica, se refiere a las emisiones de sectores específicos (comercio, construcción, hostelería, ganadería, agricultura, etc) y poder buscar, una vez identificados, formas de reducción de cada uno de los sectores.
  • Huella de carbono de eventos. Festivales de música o conciertos, competiciones o pruebas deportivas o congresos son algunos de los tipos de eventos multitudinarios que son susceptibles de tener unas elevadas emisiones y que puedan llevar al diseño de estrategias a futuro con las que minimizar esta huella de carbono.

Telefónica y la huella de carbono

Tal y como explica Telefónica, la compañía calcula la huella de carbono anual generada por sus operaciones (alcances 1 y 2) y su cadena de valor (alcance 3) elaborando un inventario de emisiones según los principios de relevancia, integridad, consistencia, transparencia y precisión.

La operadora cuenta entre sus objetivos climáticos con reducir en un 90% sus emisiones operativas globales para el año 2030 para alcanzar las cero emisiones netas una década después, es decir, para 2040.

Precio al carbono

También el Plan de Acción Climática de la operadora explica que establecer un precio interno al carbono resulta eficaz para que las compañías gestionen los riesgos y oportunidades vinculadas a su huella de carbono.

Este establecimiento del precio interno al carbono supone internalizar el coste de las emisiones de GEI, asignando un valor monetario a cada tonelada emitida y, de este modo, estar en condiciones de conocer cuánto cuestan las emisiones.

Un precio interno al carbono que ayuda a la compañía a tomar mejores decisiones de inversión y de compra de equipos, así como a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones.

Emisiones evitadas

De acuerdo con datos extraídos del ‘Informe Vida Conectada 2023’, Telefónica contribuyó a que no se emitieran 69,2 millones de toneladas de CO2 ese año merced a los hábitos digitales adquiridos por sus clientes residenciales en España, Alemania y Brasil mediante la conectividad ofrecida por la compañía.

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