¿Qué es el “cero neto”?
Según recoge la ONU, el “cero neto” se puede definir como “recortar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hasta dejarlas lo más cerca posible a las emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas en la atmósfera, por el océano y los bosques, por ejemplo”.
Un objetivo de gran importancia puesto que para conservar un planeta habitable el aumento global de la temperatura debería limitarse a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, una cifra que está ya en 1,1 °C en comparación a finales del siglo XIX. Y las emisiones continúan al alza.
Para mantener el calentamiento global por debajo del mencionado 1,5 °C -como se exige en el Acuerdo de París– las emisiones deben reducirse alrededor del 45 % para 2030 con el objetivo final del “cero neto” dos décadas más tarde.
Alcanzar el reto de las cero emisiones exige una profunda transformación en el modo de producir, consumir y trasladarnos. Desde las Naciones Unidas se explica que el sector energético es “la fuente de cerca de tres cuartos de las emisiones de gases de efecto invernadero en la actualidad y encierra la clave para evitar los peores efectos del cambio climático”.
Ante ello, aboga por “la sustitución de generadores de contaminación, como la producción de energía mediante el carbón, el petróleo o el gas, por fuentes de energía renovables, como la energía solar o eólica, reducirían drásticamente las emisiones de carbono”.
Emisiones de Alcance 1, 2 y 3
¿A qué nos referimos con las emisiones de alcance 1, 2 y 3?
- Las emisiones de Alcance 1 son las emisiones directas provocadas por la actividad de la empresa.
- Las de Alcance 2 provienen de la generación de la electricidad consumida.
- Las de Alcance 3 son también indirectas pero producidas por los clientes que utilizan los productos de la empresa o las producidas por los proveedores que fabrican dichos productos.
“Cero neto” en Telefónica
¿Qué hace Telefónica para alcanzar el “cero neto”?
La compañía, mediante su Plan de Acción Climática, ha reducido ocho de cada diez emisiones operacionales (Alcances 1 y 2) en todo su perímetro global y un 51% incluyendo toda su cadena de valor: 2.383 ktCO2 menos emitidas a la atmósfera.
Los tres pasos para alcanzar estas cero emisiones netas son los siguientes:
- Reducir las emisiones operativas, tanto las de alcance 1, que en Telefónica proceden del consumo de combustibles fósiles y las fugas de gases refrigerantes, como las de alcance 2, que son las emisiones de la generación de la energía eléctrica consumida.
- Reducir las emisiones de la cadena de valor, o alcance 3, que son las emisiones que se producen en la cadena de valor, algo que abarca desde las emisiones asociadas a la producción y transporte de los bienes y servicios que compramos hasta las emisiones por la utilización de los productos que vendemos a nuestros clientes o los viajes de trabajo.
- Neutralizar las emisiones restantes, por medio de la captura o absorción de una cantidad equivalente de CO2 de la atmósfera y su almacenamiento permanente a través de iniciativas tecnológicas o soluciones basadas en la naturaleza.
Ruta hacia las cero emisiones netas en Telefónica
Año 2025:
- Reducción de un 90% de las emisiones de Alcance 1 y 2 en los principales mercados y neutralización del 10 % restante (emisiones residuales).
- Disminución de un 39% de las emisiones de Alcance 3.
Año 2030:
- Reducción de un 80% de las emisiones de Alcance 1 y 2, si bien es cierto que Telefónica ha actualizado este objetivo ya en noviembre de 2023, aumentando su ambición a una reducción del 90% de sus emisiones operativas globales (Alcance 1 y 2).
- Disminución de un 56% de las emisiones de Alcance 3.
Año 2040:
- Cero emisiones netas reduciendo el 90% de nuestras emisiones (Alcances 1, 2 y 3).
- Neutralización del 100% de las emisiones no reducidas (emisiones residuales).
Relación entre “cero neto” y cambio climático
Tender al “cero neto” implica una reducción sustancial de los GEI, aquellos que retienen el calor del sol impidiendo que escape al espacio y provocando el calentamiento global. Las emisiones principales de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano.
Las consecuencias de este calentamiento son que los patrones de nieve y lluvia varían, las temperaturas medias aumentan y los fenómenos climáticos extremos (desde las inundaciones a las olas de calor) se dan con mayor frecuencia.
Por ello, la relación entre el “cero neto” y el cambio climático es clara.
Tal y como hemos visto a lo largo del artículo, cuantos menos gases de efecto invernadero se emitan, más cerca se estará del “cero neto” y podrá así minimizarse la influencia en el calentamiento global, pudiéndose alcanzar el objetivo de no superar el aumento de 1,5 °C marcado por el Acuerdo de París.
