Gran Vía de Madrid: historia

Con diferentes nombres a lo largo de su historia, y con una construcción que se alargó durante más de 20 años, la Gran Vía de Madrid es una de las calles más emblemáticas del mundo. Conoce más curiosidades sobre esta icónica arteria del centro de la capital de España.

Construcción del Edificio Telefónica de la Gran Vía de Madrid
Comunicación Telefónica

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Tiempo de lectura: 8 min

La calle Gran Vía de Madrid comparte con uno de sus edificios más emblemáticos, el de Telefónica, una historia centenaria.

Una evolución a lo largo de las décadas en la que ambas, la calle y el rascacielos, han sido testigos de excepción de cómo ha ido cambiando la sociedad española disfrutando (o padeciendo) de las novedades que el paso del tiempo ha ido trayendo.

Punto de referencia para todos los viajeros que visitan Madrid, y con innumerables restaurantes, bares, tiendas emblemáticas, musicales o teatros, esta vía principal de la capital de España alberga numerosos secretos y curiosidades.

Conozcamos algunos de ellos.

Historia de la Gran Vía de Madrid

Con poco más de un kilómetro de longitud (1,3km concretamente), la Gran Vía de Madrid comunica Plaza España con la Calle Alcalá. Una arteria centenaria cuya construcción fue por fases avanzando a lo largo de numerosos años e, incluso, considerándose tres calles diferentes en función de los tramos que se iban inaugurando. Esta es parte de la historia de la Gran Vía madrileña.

Origen de la Gran Vía

El rápido y constante crecimiento demográfico de la ciudad de Madrid había hecho que ya a finales del siglo XIX comenzaran a plantearse proyectos que iban a suponer una modificación sustancial de la estructura urbana.

Sin embargo, hasta principios del siglo XX, no se materializó el caso concreto de la Gran Vía. Podríamos profundizar mucho más en el tema, pero la base legal para su construcción se encuentra en la Ley de Reforma interior de 1895, mediante la cual las ciudades de más de 30.000 habitantes podían reformar y adecentar sus núcleos urbanos.

El Ayuntamiento de Madrid aprobó el proyecto en 1901 y el ministerio de Gobernación hizo lo propio en 1904, si bien las obras todavía se demorarían unos años. En 1905 se dio el visto bueno a la posibilidad de expropiar y derribar viviendas; unas 300 casas serían echadas abajo y una quincena de calles desaparecieron para hacer hueco al ambicioso proyecto iba a cambiar para siempre el paisaje urbano de la capital de España.

1910-1931, construcción de la Gran Vía

Pese a que en la actualidad la concibamos como una única calle, nació en tres tramos diferenciados: desde la calle Alcalá hasta la Red de San Luis (frente a donde se ubica el edificio de Telefónica), desde la Red de San Luis a Callao y de Callao a lo que sería la actual Plaza España.

La inauguración de las obras del primer tramo (Alcalá a la Red de San Luis) se produjo el 4 de abril de 1910, las del segundo tramo (Red de San Luis-Callao) comenzaron en febrero de 1917 y las del tercero empezaron en febrero de 1925, en dos fases para no alterar el creciente tráfico de vehículos: de Callao a San Bernardo y de San Bernardo hasta el final.

Las obras de este tercer tramo finalizaron en 1931, por lo que su construcción como tal se alargó durante 21 años.

Diferentes nombres de la Gran Vía

Esta icónica calle del centro de Madrid ha contado con diferentes nombres a lo largo de su siglo de vida, tanto oficiales como oficiosos.

Al estar dividida en tres tramos, como hemos citado anteriormente, en origen también contó con tres nombres diferentes: el primero llamado Calle del Conde de Peñalver (fallecido en 1916, por lo que no llegó a disfrutar del tramo completamente finalizado), el segundo Avenida de Pi y Margall (uno de los presidentes de la Primera República) y el tercero Calle Eduardo Dato (presidente del gobierno asesinado en 1921).

No pudiendo ser ajena al devenir histórico del conjunto del país, poco antes del comienzo de la Guerra Civil, en el año 1936, pasó a ser conocida como Avenida de la CNT, por la central sindical anarquista, el mayor colectivo de trabajadores de la época.

De la URSS a Primo de Rivera, la Guerra Civil marca la nomenclatura de la Gran Vía

Ya comenzado el conflicto bélico, pasó a ser Avenida de Rusia, nombre que posteriormente sería el de Avenida de la Unión Soviética. También en 1937, el tramo de Eduardo Dato pasó a conocerse como Avenida de México.

En aquellos momentos, y de forma oficiosa, la ciudadanía de Madrid también la conocía como Avenida de los Obuses y Avenida del quince y medio, por los proyectiles que el ejército franquista lanzaba a los pisos superiores del edificio de Telefónica.

Terminado el conflicto bélico, y con la victoria del bando franquista, la calle tomó el nombre del fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera.

Historia del edificio Telefónica en Gran Vía

Hasta años después del restablecimiento de la democracia, concretamente en 1981, la Gran Vía no tuvo oficialmente la denominación que, hoy en día y décadas después, todavía mantiene.

Construido a lo largo de varios años en la década de 1920, el Edificio de Telefónica abrió sus puertas en julio de 1929. Si bien anteriormente ya había contribuido a la historia no solo de la compañía sino del conjunto del país: acogió la primera llamada telefónica entre España y América, un 13 de octubre de 1928 y con el rey Alfonso XIII y el entonces presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, como protagonistas.

Con 90 metros de altura se trataba del edificio más alto de Europa al inaugurarse y, durante más de dos décadas, fue asimismo el de mayor altura de Madrid. Diseñado por Ignacio de Cárdenas, introdujo un cambio revolucionario: por primera vez una edificación en España contaba con una estructura metálica y se empleó de forma pionera una estructura interna de hierro forjado.

Gran Vía 28, testigo de excepción de la historia

La década de los años 30 trajo novedades para este icono de la arquitectura. Por ejemplo, en 1930 se produjo un hito que podría considerarse como un germen de la telemedicina: dos centeneres de profesionales del ramo se reunieron en él conectados con un auricular para seguir la comunicación vía radio con un médico en Buenos Aires, quien disponía de un amplificador acoplado al estetoscopio mientras exploraba el pecho a diferentes pacientes pudiendo permitir un diagnóstico (acertado, por cierto) desde Madrid.

Pero si algo marcó la década de los 30 fue, sin duda, la Guerra Civil española, un conflicto que ya hemos visto que afectó a la propia nomenclatura de la calle. Durante la contienda, que cuenta con la curiosidad de que cada bando se encontraba con un horario diferente, el “gigante” fue capaz de sobrevivir pese a que por su altura y ubicación fue el blanco de bombardeos franquistas.

Una localización y altura que sirvió también para que figuras del periodismo y la literatura como Ernest Hemingway, Antoine de Saint-Exupèry o John Dos Passos enviaran sus crónicas de guerra desde el edificio, que igualmente acogió en sus sótanos a más de 2.000 personas para protegerse de los citados bombardeos.

Incendio en Gran Vía y traslado a Distrito Telefónica

La existencia del edificio de Telefónica ha transcurrido sin más sobresaltos con la salvedad de un pequeño susto en el verano de 1970, cuando un incendio destruyó gran parte de los archivos que albergaba en su sótano y que obligó al desalojo de una veintena de operadoras, aunque el incidente no pasó a mayores por la rápida intervención del cuerpo de bomberos.

Décadas después, concretamente en 2008, la compañía trasladó su sede a Distrito Telefónica, por lo que el edificio de Gran Vía cambió sus funciones y pasó a acoger una emblemática tienda con más de 3.000 m2 y cuya inauguración coincidió con la comercialización del iPhone en España, provocando largas colas que alcanzaron incluso hasta Plaza de España.

En la actualidad, el edificio de Telefónica en Gran Vía 28 acoge dos espacios diferentes: el Espacio Fundación Telefónica y el Espacio Movistar. Veamos en qué consiste cada uno de ellos.

Red de San Luis desde Montera. Edificio de Gran Vía en Madrid.

Espacio Fundación Telefónica

Inaugurado en el año 2012, el Espacio Fundación Telefónica nacía con la vocación de “convertirse en un lugar de debate, reflexión, comunicación y encuentro en un emplazamiento único y emblemático, que da continuidad al encuentro entre las vanguardias históricas y la revolución de conocimiento que vivimos en la actualidad”.

Algo que sin duda ha conseguido. Ubicado en pleno centro de Madrid está marcado por una intensa actividad cultural, así como por la presencia de exposiciones únicas en un escenario que con más de 6.000 metros cuadrados recuperó las plantas diáfanas que existían en el proyecto original del edificio.

Con una mezcla del estilo industrial original junto a elementos actuales, el Espacio Fundación Telefónica se ha convertido en un punto de encuentro y un referente para el arte, el cine, la literatura o, por supuesto, la tecnología.

Espacio Movistar

De recentísima creación, el Espacio Movistar ha visto la luz coincidiendo con el centenario de Telefónica en 2024. Conectado con el Espacio Fundación Telefónica, tecnología, entretenimiento y el legado del siglo de vida de la compañía conviven en un local de 2.800 metros cuadrados.

Un icono y un punto de encuentro no solo para Telefónica sino para la ciudad de Madrid, como reconoció el presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete en la inauguración. Un lugar que nace “con la vocación de ser el ‘kilómetro cero’ de la tecnología, la innovación y el entretenimiento”.

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