- El espectro electromagnético es mucho más amplio, ya que el espectro radioeléctrico forma parte de él.
- Otra diferencia radica en sus usos: mientras que el espectro radioeléctrico se centra en las comunicaciones, el espectro electromagnético abarca muchas más aplicaciones.
Antes de aprender en qué se diferencian estos dos conceptos, repasemos brevemente en qué consiste cada uno de ellos.
¿Qué es el espectro radioeléctrico?
Cuando nos preguntan qué es el espectro radioeléctrico, podríamos responder que es el canal por el que viajan las comunicaciones inalámbricas.
Este recurso natural, que es tanto limitado como intangible, abarca las frecuencias utilizadas en las telecomunicaciones y la radiodifusión inalámbricas, como el wifi y la telefonía móvil.
Para evitar interferencias entre los usuarios, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo especializado de la ONU en este ámbito, se encarga de la coordinación internacional de las leyes estatales o regionales que regulan su uso, a pesar de haber sido creada ocho décadas antes: una organización data de 1865, mientras que la otra se fundó en 1945.
¿Qué es el espectro electromagnético?
El espectro electromagnético se refiere al conjunto de longitudes de onda de toda la radiación electromagnética, que incluye una amplia gama de radiaciones.
Entre ellas se encuentran, por orden creciente de longitud de onda, los rayos gamma, los rayos X, la luz ultravioleta, la luz visible, la radiación infrarroja, las microondas y las ondas de radio.
La importancia del espectro electromagnético se puede apreciar en diferentes campos, como la astronomía —el estudio de la luz de los objetos celestes en diferentes longitudes de onda puede proporcionar información sobre el universo— o la medicina, donde los rayos X son bien conocidos.
Como curiosidad, podríamos añadir que Mónico Sánchez inventó una máquina de rayos X portátil en 1909, uno de los inventos españoles más notables.
Pero volviendo a la relevancia del espectro electromagnético, llegamos a su importancia en el campo de la comunicación, siendo el espectro radioeléctrico —precisamente una parte del espectro electromagnético— fundamental para las telecomunicaciones en diferentes áreas.
¿En qué se diferencian el espectro radioeléctrico y el espectro electromagnético?
Ahora que tenemos una idea general de lo que queremos decir cuando hablamos de estos dos conceptos, podemos ver cuáles son sus diferencias.
De la definición de ambos términos, podemos deducir que una de las diferencias radica en la magnitud de lo que cada uno abarca: mientras que el espectro electromagnético se refiere a la totalidad y la infinidad de las ondas electromagnéticas, el espectro radioeléctrico se refiere a una parte o subconjunto del espectro electromagnético utilizado para las telecomunicaciones.
Derivado de la naturaleza global del espectro electromagnético, también encontramos que incluye toda la radiación electromagnética, mientras que el espectro radioeléctrico abarca desde 30 Hz hasta 300 GHz, según la Unión Europea.
Como mencionamos en el artículo anterior, los usos de un espectro y otro también son diferentes. El espectro electromagnético tiene una amplia variedad de usos, como la medicina, la seguridad, la investigación científica, aplicaciones cotidianas como los hornos microondas y la comunicación.
La comunicación es precisamente donde entra en juego el espectro radioeléctrico, con numerosas aplicaciones en este campo: comunicaciones por teléfono móvil, Wi-Fi, Bluetooth, comunicaciones por satélite y servicios de radiodifusión.
Otra diferencia entre los dos espectros radica en los tipos de ondas: el espectro radioeléctrico solo incluye ondas de radio, mientras que el espectro electromagnético incluye una variedad más amplia, como rayos X, rayos gamma y luz visible.







