Privacidad
PRESERVAR LA CONFIDENCIALIDAD DE LA IDENTIDAD DE LAS PERSONAS
Se debería lograr un equilibrio adecuado entre la protección de la privacidad y el fomento de la innovación. También es esencial que la regulación de la privacidad cubra toda la cadena de valor y evite las asimetrías regulatorias actuales : “mismo servicio, mismas reglas”.
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LA PRIVACIDAD
La privacidad no es un concepto unívoco, sino todo lo contrario. Sus contornos están muy delimitados por la historia, el contexto cultural, los usos y desde luego la innovación tecnológica. Sin embargo, la privacidad es un valor fundacional de las sociedades democráticas y ha sido acuñado en nuestros marcos legislativos como el derecho de la persona a que nada ni nadie interfiera en su hogar, su propiedad o su vida privada.
En el ámbito de las comunicaciones nos estaríamos refiriendo a la protección contra la interferencia de las comunicaciones telefónicas o de Internet de cualquier ciudadano. En este sentido y con la expansión de Internet la "confidencialidad de la información" y el uso de los datos personales con propósitos comerciales es una aspecto clave en el siglo XXI.
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UNA NUEVA CULTURA DE LA PRIVACIDAD
Nuestro compromiso se traduce en el diseño de una nueva cultura de la privacidad basada en mejorar la confianza digital de nuestros usuarios. ¿Cómo? A través de unas normas de comportamiento común obligatorias para todas nuestras regiones y entidades, así como con una serie de posiciones claras y coherentes en relación a nuestras prácticas de privacidad y protección de datos.
Esta nueva cultura está basada en tres pilares:
- La autorregulación de los derechos y la seguridad de los usuarios, mucho más allá de las leyes locales e internacionales.
- La privacidad como motor de la confianza y uno de los atributos claves de Telefónica.
- La privacidad como posibilitador de la innovación, el bienestar y la prosperidad en el mundo digital.
- La necesidad de promover la rendición de cuentas y asegurar que los negocios respeten las leyes y valores de los estados, contribuyendo de forma eequitativa al bieenestar nacional, al empleo y a los impuestos.