Un llamamiento a una reforma valiente
Telefónica acoge con satisfacción la iniciativa de la Comisión Europea (CE) para avanzar en la propuesta legislativa para una Ley de Redes Digitales (DNA por sus siglas en inglés). Aunque Telefónica apoya la ambición de la CE de fomentar la inversión, la innovación y la competitividad, Telefónica subraya en su respuesta a la consulta de la CE que solo una reforma valiente y completa puede abordar los retos estructurales y económicos que se afronta el sector.
El actual marco regulatorio de las comunicaciones electrónicas, aunque tuvo éxito en las primeras etapas de la liberalización de los mercados, ha fracasado en esta última década a la hora de ofrecer un modelo de competencia sostenible que genere flujos de caja suficientes para que los operadores de telecomunicación puedan realizar grandes inversiones. Como resultado, la infraestructura de conectividad digital europea se está quedando cada vez más rezagada con respecto a otras economías desarrolladas en cuanto a disponibilidad de la última tecnología, al tiempo que se enfrenta a una competencia mundial cada vez mayor y a grandes déficits de inversión.
Para hacer frente a esta pérdida de competitividad, es necesario un replanteamiento del marco regulatorio de las infraestructuras y los servicios de comunicaciones digitales. La simplificación del marco, la reducción de la carga regulatoria y la priorización de la rapidez y la agilidad deben figurar entre las prioridades del plan de acción de la Comisión, que debe basarse en los siguientes principios fundamentales:
- Competitividad
- Simplificación regulatoria
- Relaciones justas y equilibradas en el ecosistema de Internet
- Armonización/Finalización del mercado único digital, permitiendo la escala necesaria para los operadores europeos.
Creemos que la futura DNA debe establecer un entorno regulatorio simplificado que ofrezca incentivos adecuados para la inversión y la innovación y apoye la aplicación de la visión estratégica y los objetivos de la UE en el período 2024-2029.
Permitir que los operadores de redes de telecomunicaciones alcancen una escala suficiente es fundamental para generar flujos de caja que fomenten las importantes inversiones necesarias para obtener mejores resultados para el bienestar de los ciudadanos europeos, garantizar que los operadores de telecomunicaciones europeos sigan siendo independientes y sostenibles financieramente, y garantizar que se puedan abordar los retos tecnológicos.
La DNA debe garantizar que todos los actores del ecosistema de conectividad digital puedan competir en condiciones de igualdad mediante relaciones equilibradas, en las que los actores puedan alcanzar acuerdos justos por los servicios que prestan, respaldados por normas que traten de forma equitativa los servicios comparables.
El alcance, los objetivos y las metas de la DNA deben ser significativamente más amplios que los establecidos actualmente en el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas (EECC), dejando atrás un marco concebido para el siglo XX, con el fin de abordar eficazmente los retos y obstáculos estructurales a los que se enfrenta el sector de conectividad europeo para garantizar un funcionamiento más justo de la cadena de valor de Internet.
Recomendaciones clave
Telefónica ha presentado su respuesta a la consulta de la CE para recabar evidencias, en la que expone sus consideraciones sobre las propuestas sugeridas por la CE en relación con la DNA. La contribución se centra en varias recomendaciones clave:
- Regulación del acceso: Telefónica apoya la desregulación de los mercados, la derogación del marco de SMP y la Recomendación sobre mercados relevantes, de modo que los mercados se rijan por la legislación en materia de competencia y la GIA. No obstante, en mercados específicos en los que la competencia no es efectiva, es decir, en los que no existe un producto de acceso mayorista activo disponible en condiciones comerciales que permita competir eficazmente a nivel minorista, será necesario imponer obligaciones ex ante específicas a los operadores de redes de acceso. Además, Telefónica se opone a la imposición de un producto de acceso mayorista armonizado a escala paneuropea ya que no es necesario.
- Política de espectro: Telefónica apoya las reformas para garantizar una asignación del espectro oportuna y favorable a la inversión. Esto incluye duraciones de licencia más largas o indefinidas y renovaciones simplificadas, modelos de licitación más efectivos que den prioridad a la eficiencia del espectro frente a la maximización de los ingresos.
- Igualdad de condiciones: Telefónica resalta la necesidad de incluir a los grandes proveedores de contenidos y aplicaciones (CAP) y a los hyperscalers de servicios de nube en el ámbito de aplicación de la DNA. En este contexto, Telefónica propone obligaciones recíprocas vinculantes para negociar las condiciones de interconexión, de la propiedad intelectual, y de la entrega de datos, así como un mecanismo de resolución de litigios para garantizar, cuando sea necesario, resultados equitativos. Además, Telefónica destaca la necesidad de una Recomendación de la CE con una lista no exhaustiva de servicios que deben considerarse servicios especializados para permitir el desarrollo de servicios 5G innovadores, como los basados en las rodajas de las redes 5G (network slicing).
- Simplificación regulatoria: Telefónica apoya el objetivo de la CE de reducir las obligaciones de reporte en al menos un 50%, pero aboga por una simplificación más profunda en todos los ámbitos normativos. Esto incluye la eliminación de obligaciones redundantes, la racionalización de los procedimientos de autorización y la distinción entre consumidores y empresas como usuarios finales en la DNA.
- Obligaciones de servicio universal (USO): Telefónica sostiene que las obligaciones ligadas al servicio universal están obsoletas en un mercado competitivo y bien cubierto hoy en día. En su lugar, las subvenciones públicas específicas (por ejemplo, bonos) deberían apoyar a los usuarios vulnerables, garantizando la asequibilidad sin imponer obligaciones innecesarias a los proveedores.
- Protección del usuario final: Telefónica pide que se pase de unas normas sectoriales prescriptivas a un enfoque basado en principios, en consonancia con unas leyes horizontales sólidas de protección de los consumidores que ya abordan las cuestiones más relevantes para los consumidores en la actualidad.
- Derogación de regulaciones obsoletas: Telefónica pide la derogación de la Directiva sobre privacidad electrónica (ePrivacy) y de los controles de precios en las normativas obsoletas sobre tarifas de itinerancia y terminación, así como en las llamadas dentro de la UE.
- Seguridad y ciberseguridad: Telefónica apoya un enfoque unificado y coherente de la regulación en materia de seguridad, evitando la duplicación de obligaciones y garantizando una aplicación coherente en todos los Estados miembro. Cualquier nueva medida debe ser objeto de una evaluación de impacto exhaustiva.
Telefónica reconoce los considerables esfuerzos realizados por los servicios de la Comisión Europea, a todos los niveles, en los últimos años para hacer posible un marco regulatorio de conectividad moderno y necesario. Nuestro objetivo es contribuir de manera significativa al proceso de establecimiento de un entorno jurídico óptimo, capaz de invertir la tendencia hacia la dependencia digital absoluta de las infraestructuras y servicios digitales esenciales en toda la sociedad europea.
