Recordemos que el fin último de la Taxonomía Europea es el de establecer un marco confiable que permita reconducir la inversión hacia aquellas actividades que puedan contribuir en mayor medida al cumplimiento de los objetivos medioambientales europeos. En ese sentido, la Taxonomía debe contemplarse como una pieza esencial dentro de la arquitectura de las actuales prioridades políticas de la UE que deben conducir a la transformación de la economía en un modelo digital, verde y sostenible. Por ello, la coherencia regulatoria basada en la estricta alineación con los objetivos políticos europeos resulta primordial. La taxonomía debe ser así la piedra angular que sostenga el marco regulatorio construido a raíz del anuncio del Pacto Verde europeo.
Desde la perspectiva de Telefónica, consideramos que el actual modelo necesita abarcar aún todo el potencial habilitador de las redes de comunicaciones, de esta forma se reconocerían no sólo los importantes esfuerzos realizados por los operadores de redes de telecomunicaciones europeos para reducir sus emisiones e impacto ambiental, sino también el hecho de que las telecomunicaciones de próxima generación son un componente inevitable en el proceso de transición verde de toda la economía.
Actualmente, el Acto Delegado de Cambio Climático incluye cuatro actividades relacionadas con el sector TIC en la lista de la Taxonomía tanto en mitigación como en adaptación al cambio climático:
- Soluciones basadas en datos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Procesamiento de datos, alojamiento y actividades relacionadas.
- Programación informática, consultoría y actividades conexas.
- Actividades de programación y difusión.
Cada una de estas actividades consideran un alcance diferente del sector TIC, siendo la actividad 8.2 sobre “Soluciones basadas en datos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero” aquella que menciona a las soluciones TIC destinadas la transmisión de datos y el 5G como tecnología dentro de su descripción.
Problemas del actual modelo de Taxonomía para el cumplimiento de los objetivos europeos
Sin embargo, aún cuando se hacen mención en estos términos a las soluciones digitales, consideramos que el papel de las redes de telecomunicaciones y su potencial descarbonizador no se encuentra recogido de forma íntegra y apropiada en el actual modelo de taxonomía y por tanto no favorece al cumplimiento de los objetivos incluidos establecidos en el Digital Compass. A pesar de que el efecto habilitador de las soluciones de conectividad resulta innegable, su limitada consideración dentro del Reglamento de Taxonomía necesita perfeccionarse.
Por un lado, dentro de la consideración actual de soluciones TIC, el lenguaje en los textos legales permite asumir que las redes pueden considerarse como divisibles y atribuirse a diferentes soluciones, no obstante, la realidad es que las redes no pueden ser consideradas como partes separadas de la tecnología porque no son capaces de transmitir datos de forma autónoma. Toda la red debe estar funcionando y operativa, para poder proporcionar la transmisión de datos de un punto a otro.
De igual forma, las oportunidades que ofrece el 5G en cuanto a la transmisión y análisis de datos se reconocen en la actividad 8.2 del Acto Delegado la Taxonomía. La descripción de la actividad menciona explícitamente el 5G, como ejemplo de solución TIC que permite la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien, el 5G es una tecnología de red en sí misma. Por tanto, el único modo de proveer esta tecnología, y de explotar al completo las oportunidades del 5G en el desarrollo sostenible es mediante el correspondiente despliegue de red.
Cabe destacar que las dudas que genera la Taxonomía van más allá de la descripción de la actividad. El criterio técnico para considerar la actividad como “alineada” con la Taxonomía es extremadamente complejo. Esta situación genera gran incertidumbre para el sector de las telecomunicaciones y puede condicionar el futuro despliegue sostenible de redes. Además, la complejidad y el coste que supone reportar los requisitos del criterio técnico pueden disuadir a las empresas de participar más activamente y demostrar su alineamiento con esta iniciativa.
La importancia de la completa inclusión de las redes y 5G en la Taxonomía
Las redes de telecomunicaciones y sus servicios de conectividad brindan un importante potencial habilitador en términos de ayudar a otros sectores a reducir su impacto climático. Las soluciones de conectividad son la base para el desarrollo de otras muchas soluciones digitales basadas en tecnologías como el IoT o la Inteligencia Artificial. Las soluciones de conectividad son soluciones TIC que pueden proporcionar aplicaciones verdes en amplios sectores de la economía (por ejemplo, transporte, manufactura) y de la sociedad (por ejemplo, hogares o la administración pública).
El potencial habilitador de las redes de próxima generación se ha cuantificado en un informe reciente de BCG: la adopción de soluciones digitales habilitadas por 5G y redes de fibra puede reducir las emisiones de carbono hasta en 15%.
El 5G actúa como habilitador de la transición verde, acercando a Europa a su objetivo de reducciones de emisiones del Pacto Verde. En primer lugar, la tecnología 5G es hasta un 90% más eficiente que las anteriores generaciones en términos de consumo de energía por unidad de tráfico (W/Mbps). Por tanto, el despliegue de 5G junto al apagado de las redes legacy, más demandantes de energía, contribuiría decisivamente al cumplimiento de los objetivos de neutralidad climática europeos.
Además, la combinación de nuevas aplicaciones digitales que faciliten el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y descarbonización, sobre la base de una arquitectura de red de alta capacidad y energéticamente eficiente, contribuirá decisivamente a acelerar la descarbonización de otros sectores.
Conclusión
La transición verde y la transición digital son transiciones gemelas. No será posible lograr los objetivos ambientales a nivel europeo sin contar con una completa digitalización, pero esta debe hacerse bajo los más altos parámetros ambientales y sin dejar a nadie atrás. Sin embargo, hasta ahora, estas transiciones han avanzado de forma paralela y poco conectada.
Consideramos que un mayor impulso de la digitalización, comenzando por sus infraestructuras básicas y siguiendo por políticas transformadoras de toda la economía para aumentar la penetración de la digitalización, pondrán a la sociedad en una mejor posición para cumplir los desafíos del cambio climático y un desarrollo económico más sostenible. Para ello, la consideración de las redes de telecomunicaciones de última generación como inversiones verdes dentro de la taxonomía de actividades sostenibles es esencial y garantiza que se les dé la atención y el reconocimiento adecuados dentro del contexto de la sostenibilidad.
Reconocer la importancia de las infraestructuras de telecomunicación sostenibles y su impacto en la transición hacia una economía verde estimulará el desarrollo de tecnologías más eficientes y respetuosas con la sociedad y medio ambiente. Si los responsables políticos, las empresas, y los ciudadanos apoyan esta transformación, el impacto positivo hacia esta transición se verá multiplicado en los próximos años.
