Emprender en tiempos de crisis, ¿una oportunidad?

Menores costes, mayor flexibilidad o cambios en los hábitos de consumo son algunas de las razones por las que emprender en un periodo de crisis puede suponer una oportunidad

Emprender crisis oportunidad
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Tiempo de lectura: 4 min

Desarrollar un emprendimiento en periodos de crisis puede parecer difícil. Sin embargo, podemos encontrarnos ante una ventana de oportunidad para quienes estén en disposición de tomar riesgos al ofrecer soluciones innovadoras.

Emprender en tiempos de crisis puede contar con algunas ventajas como encontrar menores costos iniciales, disponer de una mayor flexibilidad, enfrentarnos a una competencia menor y tener margen para el aprendizaje y el crecimiento mayor.

De hecho, hay expertos que aseguran que las empresas creadas en una crisis cuentan con un índice de supervivencia mayor.

En los últimos años hemos ido modificando numerosos aspectos básicos de nuestro día a día, al haberse acelerado la transformación digital hasta un lustro. Tareas como el teletrabajo, las compras online o las videollamadas han pasado de ser anecdóticas o minoritarias a contar con un nivel de uso social muy superior.

Por ello, la digitalización se ha demostrado como una de las grandes oportunidades para el lanzamiento de nuevos proyectos, con sectores como el de la formación, la consultoría o el comercio online como grandes exponentes de un mundo que ha cambiado a marchas forzadas y en el que los usuarios han variado sustancialmente también sus hábitos.

Por qué emprender en tiempos de crisis

En cuanto a las razones por las que es conveniente emprender en tiempos de crisis, aquí podemos encontrar unas cuantas:

  • Menores costos iniciales. En periodos de crisis, muchas empresas llegan a reducir precios, lo que puede implicar que los costos iniciales para comenzar un negocio sean inferiores. Esto supone una oportunidad para que los emprendedores, invirtiendo menos dinero, tenga oportunidades de éxito.
  • Mayor flexibilidad. Al emprender, puede haber una mayor capacidad de ofrecer a los clientes soluciones personalizadas con un grado mayor de flexibilidad al ajustarse a las necesidades específicas de los usuarios.
  • Cambio en los hábitos de consumo.  Estas modificaciones derivan en necesidades nuevas que cubrir que abren las puertas al emprendimiento, estando atentos tanto a lo que los clientes pueden estar demandando como detectando nuevas necesidades que puedan existir.
  • Competencia menor. Al ser momentos en los que otras empresas tienen que reducir sus estructuras (o incluso en algunos casos desaparecer), el hueco puede ser aprovechado por los emprendedores para ocupar ese espacio estableciéndose y disponiendo de mayores posibilidades de crecimiento.
  • Margen para mayor aprendizaje y crecimiento. Sin que sea excluyente con que el proyecto emprendido puede resultar exitoso o no, hacerlo en un periodo de crisis sirve también para aprender y crecer como emprendedor aprovechando la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo, resiliencia o creatividad, aprendizajes útiles en futuros emprendimientos.

Recomendaciones para emprender en tiempos de crisis

Una vez analizadas las razones por las que es una buena idea emprender en un periodo de crisis, vamos a ver una serie de recomendaciones sobre cómo hacerlo:

Observación

Pensar con atención y detalle de qué manera hacer algo diferente aportando cuestiones novedosas no es sencillo, y esto puede resultar especialmente relevante para poder alcanzar el éxito a largo plazo.

En esta fase es donde podemos plantearnos una serie de cuestiones como cuál es la propuesta de valor y qué soluciona, si ya existe algún tipo de solución a ese problema y cómo mejora el producto a los de la competencia (si la hubiera).

Planificación y formación

Independientemente de que el emprendimiento se dé en un momento de crisis o no, hay que disponer de monitorización y estrategia contando con el ensayo-error sin que emprender sea el mero desarrollo de la idea y esperar de brazos cruzados a ver qué pasa.

De cara a estructurar el plan de acción, hay que hacerse también una serie de preguntas (desde la forma de financiación hasta cuál va a ser la monetización pasando por cómo desarrollar la investigación del mercado o cuánto tiempo va a ocupar dicha fase de investigación) sabiendo qué herramientas son las que se van a usar y conociendo a quiénes van a formar parte del proyecto.

De manera sostenida, la formación constante es crucial puesto que es imposible tener conocimientos de todas las materias. Esta formación continua no es excluyente pese a que se pueda estar rodeado de un buen equipo o incluso se disponga de algún tipo de asesoría externa.

Gestión y financiación

Es muy relevante saber cuál debe ser el día a día del nuevo negocio y cómo afectarán las decisiones en el futuro de la empresa.

De igual manera resulta fundamental poder contar con financiación para conseguir resultados e ir pudiendo avanzar con el negocio y evitar obstáculos económicos.

Aunque no siempre es fácil convencer a los inversores, si la idea es buena acabará llamando la atención, sin perder de vista que poder desarrollar modificaciones y variaciones ayuda a implementar mejoras sobre la propuesta original.

Conclusión

Así pues, y aunque en un primer momento pueda parecer contradictorio, los momentos de crisis o recesión son adecuados para emprender pese a que el instinto nos pueda decir lo contrario ante una inercia de reducir los riesgos y los gastos al mínimo a la espera de que se recupere la situación.

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