La ambición europea de recuperar el liderazgo tecnológico no se hará realidad sin liderazgo en conectividad, especialmente en el momento actual en el que el multilateralismo está en cuestión. Los suministradores de tecnologías de telecomunicación europeos necesitan de una demanda local que los haga sostenibles, los desarrolladores de servicios digitales europeos necesitan de redes rápidas y seguras por las que hacer llegar sus innovaciones al mayor número posible de usuarios, y los distintos sectores productivos europeos necesitan de ese ecosistema de redes y servicios TIC para a su vez innovar en sus distintos ámbitos.
Es el momento de asentar los cimientos para hacer todo eso posible, entre otras cosas asegurando que en el futuro los operadores móviles tendrán la posibilidad de acceder a nuevo espectro licenciado en las condiciones técnicas y económicas apropiadas.
CTOs europeos: una carta abierta a las autoridades
Los máximos responsables tecnológicos de los principales operadores de telecomunicaciones, entre ellos Telefónica, han hecho llegar una carta abierta a las autoridades de la UE y de los distintos países europeos, al igual que hicieron los consejeros delegados en octubre de 2024. En la carta, los CTOs destacan los beneficios que tendría para la competitividad de nuestra región poner a disposición de los operadores móviles el único espectro de banda media disponible y adecuado para el despliegue del 6G, en lugar de reservarlo para ampliar la capacidad de las redes WiFi.
El riesgo de perder el liderazgo europeo en 6G
Sin la banda alta de 6 GHz, Europa no dispondría de una banda limpia sobre la que iniciar los despliegues de 6G. Una gran cantidad de espectro en bandas medias está en la agenda de la CMR-27, pero en Europa esas frecuencias están siendo utilizadas con fines militares y solo una fracción muy reducida se podrá destinar, de forma realista, a otros usos. Las bandas móviles existentes tampoco son una opción viable, ya que para cuando el 6G esté disponible comercialmente, estarán saturadas en muchos países y no habrá espacio para introducir una nueva tecnología que ofrezca una experiencia de usuario diferencial.
El 6G en la banda de 6 GHz estará diseñado para operar con portadoras de 200 MHz, lo que significa que asignar menos de 600 MHz al uso móvil en un mercado con tres operadores limitaría la capacidad de estos para desplegar y operar sus redes de manera eficiente, y reduciría los beneficios potenciales de los futuros servicios 6G para los usuarios finales.
El WiFi tiene vías alternativas para crecer
Como operadores integrados fijos y móviles, y proveedores de conectividad para empresas y consumidores, los firmantes de la carta están legitimados para afirmar que, a pesar de las demandas de la comunidad WiFi, el espectro ya asignado es suficiente para cubrir la demanda prevista de redes locales, incluso en los escenarios más optimistas.
De hecho, si la demanda se disparara en determinados hogares o empresas hasta niveles muy superiores a los esperados, la solución óptima no sería ampliar el espectro utilizado por el WiFi en las bandas medias, sino instalar más puntos de acceso distribuidos a lo largo del espacio a cubrir. Estos puntos de acceso podrían, a su vez, estar equipados con frecuencias en rangos superiores para casos de uso aún por desarrollar que puedan requerir canales de espectro contiguo muy anchos.
The US precedent and its impact on European strategy
Como reflexión final, no podemos olvidar que la solicitud de habilitar esta banda para WiFi en Europa tiene su origen en la decisión de Estados Unidos de asignar toda la banda de 6 GHz a usos no licenciados, como el WiFi. Europa ya ha puesto a disposición un bloque amplio de 480 MHz en la parte baja de la banda para WiFi, que sigue estando ampliamente infrautilizado. Añadir la parte alta otorgaría a la tecnología WiFi una opción gratuita para acceder a más espectro en Europa si en algún momento lo necesita, pero con un elevado coste de oportunidad al impedir que las empresas europeas asuman un papel de liderazgo en el desarrollo y uso del 6G.
La imagen tampoco está completa sin tener en cuenta que Estados Unidos ya está trabajando para poner a disposición de los operadores móviles nuevas licencias en las bandas medias, sobre las que se basará el futuro de las redes móviles, mientras que en Europa esas frecuencias ni siquiera están en el horizonte.