En una entrevista al portal de tecnología brasileño Tele.Síntese, Enrique Medina, Director de Políticas Públicas de Telefónica nos da las claves para entender la visión del Grupo Telefónica.
En ella defiende que Telefónica quiere reglas iguales para todos los agentes que participan en el ecosistema de Internet. Y ello es aplicable tanto a los derechos de los usuarios, como a los servicios que ofrecen, las obligaciones impuestas por los países en los que se opera o el pago de impuestos. Medina deja claro que no es posible tener un conjunto de reglas diferentes para compañías que compiten en el ecosistema digital. No aboga, sin embargo, por una mayor regulación de las OTTs, sino más bien por una mayor flexibilidad para los operadores de telecomunicaciones.
En el ámbito del derecho de competencia llamó la atención sobre la reciente fusión de Facebook y Whastapp. ¿Por qué nuestra adquisición de GVT en Brasil, que fue aprobada en un tiempo récord, tardó seis meses, o la fusión de operadores móviles en Alemania tardó más de dos años, cuando la fusión de Facebook y Whatsapp en Europa se hizo en tan solo tres meses?, se pregunta. ¿Cómo puede ser que no haya problemas de competencia cuando una empresa adquiere otra que tiene 600 millones de usuarios? Afirma que los reguladores deben ser conscientes de las nuevas realidades digitales y, por ejemplo, analizar si estas operaciones entre grandes agentes de Internet generan problemas de competencia en el ecosistema digital!
Durante la entrevista, también argumentó en favor de la Internet libre y abierta tal y como fue concebida. Así, se refirió a la urgencia de hacer realidad la portabilidad de la vida digital y a adoptar sistemas abiertos para evitar lo que denominó “la feudalización de Internet”. Mencionó tres tipos de castillos. Desde su punto de vista, el primer castillo es el de Apple, refiriéndose a los sistemas propietarios de terminal que impiden la portabilidad de la vida digital. ¿Por qué es posible la portabilidad numérica y no la de las aplicaciones? El segundo castillo es el de Google, donde se encuentran el sistema operativo Android, el buscador Google, las aplicaciones G-Mail, el traductor, Waze y Google One. Las transacciones son gratuitas a cambio de los datos personales. ¡El usuario ofrece su vida digital! Y a sus datos no se le aplica, por supuesto, el principio de neutralidad de red ya que están encriptados y el único que los puede ver es Google. El tercer castillo es el de Facebook. Ofrece un lienzo en blanco donde dibujar tu vida y compartir todo con tus amigos, pero todo está encriptado y se ha convertido en el segundo proveedor de publicidad del mundo. Al unirse con WhatsApp tiene acceso directo a 600 millones de usuarios.
En cuanto a América Latina considera que tiene una grandísima oportunidad con Internet. Nuestra visión es clara: conectar a los desconectados, afirmó rotundamente. Y para ello, Enrique Medina señaló que es necesario incrementar y mantener el flujo de inversión para construir la infraestructura necesaria. Y aquí hay dos cosas que ver. La historia de los últimos 25 años en América Latina es la historia de un éxito: se invirtió mucho en la región y el crecimiento de los accesos ha sido espectacular. Aquí es fundamental el papel de la política pública: en la medida que se continúe invirtiendo en los países se conseguirá que cada vez más latinoamericanos puedan disfrutar de las grandes oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
A su vez, destacó que la región puede evitar los errores cometidos anteriormente en otros lugares y está en condiciones de establecer una serie de principios sobre el funcionamiento de Internet. Entre ellos destacó el de respetar los derechos de los usuarios y la fiscalidad. La Internet es un mundo sujeto a reglas totalmente distintas a las existentes en el mundo físico, pero ello no implica que sea un mundo donde no debe haber reglas. Defendió que es esencial que las diferentes partes interesadas lleguen a un acuerdo sobre cómo debe funcionar este mundo que es Internet. La Internet afecta mucho, y cada día más, al ejercicio de los derechos como la libertad de expresión, la libertad de información, la protección de los niños y también al libre comercio. Por tanto, es necesario establecer un conjunto de principios propios ya que las reglas del mundo real no están siendo aplicadas a los agentes globales de Internet.
Por otra parte, afirmó que las transacciones internacionales no pueden ignorar los impuestos de los países. No puede ser que un impuesto de valor agregado que representa una fuente de financiación importante para los países de repente deje de tener naturaleza local, simplemente porque una transacción en vez de hacerse en la tienda de un barrio se realice en Amazon. Esto no puede suceder. ¿Por qué alguien no paga impuestos locales simplemente porque opera en el mundo digital?
Medina, a lo largo de la entrevista hizo una llamada de atención clave para el futuro de la sostenibilidad del ecosistema digital. “No proponemos que se apliquen (a los OTTs) las mismas reglas que se aplican a los operadores. No queremos una mayor regulación de las empresas de Internet así como tampoco queremos leer SMS de la gente. Pero si usted me pregunta si quiero una libertad mayor para el tratamiento de los datos incluidos en el tráfico, la respuesta es claramente afirmativa. No quiero limitar a Google, pero no quiero que me aten las manos porque lo que quiero es competir de igual a igual. Y hoy no puedo. No puedo competir en igualdad de condiciones, incluso pagando 17 mil millones de Euros en impuestos cada año, cuando ellos (los OTTs) no pagan nada al operar en América Latina”.
Aquí la entrevista completa de Tele.Síntese en portugués
Entrevista Enrique Medina
