Es como si el cordón tuviera la capacidad de decir a la gente: «Hey, atención, tal vez exista alguna necesidad aquí que demanda un poco más de atención». Algunas personas ya tienen clara la importancia de estar presentes, mientras que otras todavía están descubriendo cómo ser inclusivas en su vida diaria.
El cordón de girasol no es algo obligatorio, surgió como una iniciativa para ayudar a identificar personas con discapacidades no aparentes, como discapacidad auditiva, autismo, TDAH y enfermedades crónicas.
En Brasil está amparado por la Ley 14.624/23 y no necesita certificado médico, además de no implicar burocracia. Es solo una forma simple y visual de mostrar que a veces un servicio más paciente y adaptado marca la diferencia en la experiencia de clientes con tales necesidades.
Compromiso con la diversidad e inclusión
En Vivo, el cordón de girasol es un gesto simbólico e importante para mostrar el compromiso de la empresa con la diversidad y la inclusión social. Pequeños gestos como este ayudan a crear un ambiente más acogedor no solo para los empleados, sino también para los clientes.
También muestra una cultura que valora las diferencias individuales y entiende que la accesibilidad trasciende el aspecto físico. Además, está presente en la forma en que nos relacionamos y ayudamos.
Si el viaje hacia la inclusión comienza con la conciencia social y cultural de todos los involucrados en el proceso inclusivo, la tecnología se manifiesta como una herramienta para hacer posible y ampliar esa inclusión. En Vivo, nos enfrentamos al desafío constante de emplear la creatividad y la innovación para proporcionar un servicio accesible a todos los individuos.
Eso es algo que se nota también en algunas empresas que están experimentando con tecnologías innovadoras que han prometido transformar completamente la experiencia del cliente, fijándose en sencillos detalles.
La tecnología puede mejorar la accesibilidad de discapacidades no aparentes
Con el avance de la inteligencia artificial, los asistentes virtuales son cada vez más capaces de reconocer pistas que indican cuando un cliente necesita una atención personalizada. Por ejemplo, si un cliente con discapacidad auditiva elige comunicarse por texto, el sistema puede reenviarlo automáticamente a un chat en lugar de una llamada de voz.
Además, los asistentes de voz tienen el potencial para ser mejorados de tal manera que proporcionen comandos más accesibles y brinden mayor autonomía a los clientes con discapacidad visual o motora al utilizar los servicios de la operadora.
Asimismo, tiene sentido asegurar que las aplicaciones online y sitios web se desarrollan con la accesibilidad digital que implica incluir soporte para lectores de pantalla adecuando botones intuitivos con diferentes opciones de contraste para aquellos usuarios con dificultades visuales.
Para personas con discapacidad auditiva como yo, sería genial tener en todas las apps una opción de «Accesibilidad» donde el usuario pudiese elegir sus preferencias de atención – como chat en lugar de llamada telefónica -, soporte en libras (lenguaje de señas) o un tiempo de respuesta más lento para aquellos que necesitan procesar la información con tranquilidad.
Pasito a pasito vamos avanzando y viendo cómo la tecnología es una gran aliada en la inclusión. Juntas pueden mejorar significativamente la experiencia del cliente.
Capacitación de personal y aplicación de recursos inclusivos
Es necesario que los profesionales estén debidamente capacitados para usar las nuevas tecnologías con eficiencia en sus actividades diarias.
Además, en pleno siglo XXI diferenciarse en el servicio digital y presencial en el ámbito de la diversidad, puede traducirse en un aumento significativo en las ventas de una compañía. En la práctica lo que estamos observando es que la inclusión de recursos que señalicen las discapacidades no aparentes como cordón de girasol, traductores automáticos de libras o soporte a videoconferencias para clientes con discapacidad auditiva, es una inversión favorable para todos, puesto que, utilizando las herramientas correctas, podemos transformar la experiencia del cliente y asegurarnos de que nadie se quede atrás.puesto que, utilizando las herramientas correctas, podemos transformar la experiencia del cliente y asegurarnos de que nadie se quede atrás.