Telefónica participa en el Diálogo Empresarial sobre los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), celebrado en el marco del Foro Regional sobre el Desarrollo Sostenible para la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE, por sus siglas en inglés). Este foro tiene por objetivo analizar cómo las cooperaciones, las alianzas y la innovación empresarial pueden acelerar el desarrollo sostenible en la región para alcanzar los ODS.
Christoph Steck, Director de Políticas Públicas de Telefónica, analizó el carácter crítico de las infraestructuras de comunicación para acelerar la digitalización, impulsar la innovación y contribuir a una recuperación más justa, sostenible e inclusiva de nuestras economías y sociedades tras la pandemia.
Conectividad e innovación: un tándem exitoso
La emergencia sanitaria causada por el Covid-19 ha puesto de manifiesto la dimensión esencial de las infraestructuras de conectividad. Las redes de comunicación han sido la columna vertebral de toda nuestra vida económica y social que nos han permitido continuar trabajando, estudiando y relacionándonos a distancia. La apuesta por la innovación también ha sido una tendencia al alza en el último año para ofrecer mejores soluciones en momentos complicados. Conectividad e innovación han salvado una gran cantidad de negocios de la crisis, gracias a cambios en la forma de gestionar reservas online, menús digitales, acceso a plataformas de reparto, etc. Por tanto, las redes de comunicación de alta capacidad son la base de la innovación.
Al tiempo que la crisis nos ha mostrado el beneficio social y económico de tener acceso a la infraestructura de banda ancha, también nos ha mostrado la otra cara de la moneda: el aumento de las brechas digitales. No tener la posibilidad de acceder a Internet es la forma más grave de la brecha digital. En la economía digitalizada actual, impide a las personas el progreso, el crecimiento económico e incluso la educación.
“Sin redes de alta capacidad la innovación no florecerá, o al menos se estancará”, Christoph Steck
La crisis ha demostrado que las políticas gubernamentales y los marcos normativos de Europa y América Latina no han logrado impulsar suficientes inversiones privadas en redes de banda ancha de alta capacidad con cobertura nacional para lograr la inclusión digital. Por ello, el primer motor para lograr la recuperación económica y la soberanía digital debería ser mejorar las redes de banda ancha de nueva generación, ampliando su alcance y mejorando su calidad. Esto solo puede lograrse si se atraen más inversiones privadas.
Las redes de alto rendimiento, seguras y resistentes permiten la adopción de tecnologías y la digitalización, y proporcionan la base para un crecimiento verde y digital, sostenible, la innovación y el bienestar a largo plazo. Por ello, cerrar la brecha digital, conectar a todos y garantizar la igualdad de acceso al desarrollo digital y a las tecnologías es más urgente que nunca. Para lograrlo, debemos entender que la base de cualquier economía digital y de la innovación son las infraestructuras modernas de banda ancha.
Es hora de que los responsables políticos y los reguladores fijen su prioridad en lograr inversiones en una conectividad moderna e inclusiva basada en la fibra y el 5G para permitir que la innovación también tenga lugar en el despliegue de las redes.
En Telefónica ya hemos puesto en marcha enfoques innovadores para ampliar las redes en regiones que actualmente no se consideran prioritarias o no son rentables. Estos casos se dirigen tanto a zonas rurales como urbanas con redes fijas (FTTH) o móviles (4G).
En Alemania, Telefónica y Allianz han acordado crear un operador mayorista independiente de acceso abierto, centrado en el despliegue de fibra en zonas rurales y semirrurales de todo el país. El proyecto prevé una inversión global de 5.000 millones de euros en los próximos seis años para desplegar una red FTTH que llegue a más de 2 millones de hogares en zonas rurales y semirrurales y recorra más de 50.000 km. Se trata de un enfoque muy innovador por varias razones.
Por un lado, el acuerdo define una participación del 50% de cada empresa bajo un modelo de co-gobernanza. La empresa resultante suma la capacidad de inversión de Allianz, una de las principales aseguradoras e inversores del mundo, y la experiencia de Telefónica, uno de los mayores proveedores de servicios de telecomunicaciones.
Por el otro, el modelo operativo y de negocio es también un enfoque nuevo entre los mayores proveedores de telecomunicaciones. La compañía operará como una empresa mayorista neutral, desplegando redes locales de fibra óptica en zonas rurales y semirrurales desprovistas de Internet de toda Alemania. Además, ofrecerá acceso mayorista FTTH a todos los proveedores de servicios de telecomunicaciones para que puedan a su vez ofrecer estos servicios a sus clientes finales. La alianza solventa así el obstáculo de la sostenibilidad de la inversión en las zonas rurales, apuntando a un enfoque de inversión más eficiente.
Fuera de las economías más desarrolladas, la conectividad de banda ancha en zonas urbanas de las grandes capitales también es un problema. Como ejemplo, en Brasil, hemos lanzado un proyecto de FTTH mayorista similar al de Alemania, pero centrado en las ciudades.
Telefónica y Caisse de dépôt et placement du Québec han acordado desarrollar una empresa de fibra, FiBrazil, que también está construyendo una red FTTH mayorista de fibra óptica neutral e independiente en determinadas ciudades medianas de Brasil fuera del estado de Sao Paulo. Fibrazil está comenzando con una cartera de 1,6 millones de Hogares Pasados («HPs») aportados por Telefónica Brasil, y pretende ampliar su red hasta alcanzar unos 5,5 millones de HPs en un plazo de 4 años. A su vez, CDPQ está invirtiendo un total de hasta 1.800 millones de reales (408 millones de dólares canadienses) en esta empresa conjunta, y Telefónica contribuye con los activos de fibra ya mencionados.
Finalmente, cabe destacar el caso de Internet para Todos Perú (IPT). El enfoque de IPT es peculiar único, ya que se centra en la expansión y mejora de la conectividad en las zonas rurales y remotas de Perú, a través de una red móvil mayorista. IPT se lanzó en mayo de 2019 como una iniciativa conjunta entre Telefónica, Facebook y los bancos de desarrollo regional CAF y BID Invest. Un modelo de asociación innovador al combinar un operador de telecomunicaciones, con un proveedor de servicios de Internet e instituciones financieras.
IPT permite a todos los operadores móviles peruanos, bajo un modelo de negocio mayorista abierto, extender sus servicios móviles a las zonas rurales, proporcionando servicios de banda ancha móvil 4G a través de más de 1600 estaciones base. Al igual que en los casos de fibra de Alemania y Brasil, IPT no presta servicio a los clientes finales, sino a otros proveedores de servicios de telecomunicaciones. Además, utiliza tecnología abierta y de vanguardia, como la infraestructura de acceso compartido (RAN Sharing), la virtualización de la red y la automatización de los procesos operativos para reducir los costes y hacer viables las redes en las zonas rurales.
En poco más de un año, IPT ha conectado a Internet a cerca de 1,5 millones de personas, aproximadamente el 25% de las personas que no estaban conectadas en Perú. Los objetivos siguen siendo ambiciosos para el 2021, cuando se espera alcanzar más de 3.100 estaciones base 4G y más de 31.000 localidades (6.000 localidades en 2020).
El principal aprendizaje de los proyectos innovadores mencionados es que, para poder implementarlos, se necesitan marcos políticos y regulatorios adecuados. Un entorno regulatorio favorable a la inversión que fomente enfoques innovadores para conectar a los que no están conectados y llevar la digitalización a todos es fundamental para no quedar a nadie atrás.