¿Cómo se establecen las prioridades de la UE?

¿Cuál es la forma en la que se fijan las prioridades de la Unión Europea? ¿Qué estamentos son los responsables de las mismas? Descúbrelo en el siguiente artículo de nuestro blog.

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Tiempo de lectura: 3 min
  • Cada cinco años, las instituciones de la UE fijan las prioridades del ciclo institucional correspondiente. 

¿Qué es y cuáles son los pilares de la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea?

La Agenda Estratégica 2024-2029 es el plan de la Unión Europea para el ciclo institucional correspondiente a ese periodo de tiempo que constituye el “compromiso común de servir de forma inequívoca a la ciudadanía y de cumplir nuestro objetivo fundacional de paz y prosperidad”.

Este documento estratégico cuenta con tres pilares en los que la UE aboga por la construcción de una Europa que no solo sea más libre y democrática, sino que también sea más fuerte y segura, así como con mayor grado de competitividad y prosperidad.

Pero ¿cómo se definen estas prioridades?

¿Cuál es la forma de establecer las prioridades de la UE?

Desde que la Unión Europea nació oficialmente en 1993 -aunque también previamente con las organizaciones que la precedieron- ha tenido que enfrentarse a diferentes retos y desafíos para los que ha tenido que ir estableciendo una serie de prioridades.

¿Quiénes establecen las prioridades?

Tan importante como conocer cómo se establecen las prioridades de la UE es saber sobre quién recae esta responsabilidad.

Antes de comenzar cada legislatura, según se recoge en la propia web de la institución, los jefes de Estado o de Gobierno de los 27  países se reúnen en el Consejo Europeo -una de las principales instituciones de la UE– para establecer las prioridades políticas oficiales para esos cinco años entrantes.

Unas prioridades que, en su conjunto, conforman la Agenda Estratégica y que ayudan a orientar a las instituciones y establecer cómo cumplir con las mismas, colaborando tanto los propios organismos comunitarios como los gobiernos en su aplicación.

Asimismo, la Agenda Estratégica orienta las prioridades de la Comisión para su mandato de cinco años, determinando en líneas generales las políticas y medidas de la Comisión.

Una vez que la persona candidata a presidir la Comisión fija las prioridades -en este artículo podéis profundizar sobre cómo se eligen los dirigentes de la UE-, estas se presentan en sesión plenaria al conjunto del Parlamento Europeo para posteriormente convertirse en las cartas de misión específicas para cada candidato a comisario-uno por país- y se presentan a las comisiones competentes del PE.

Tras otros trámites se adopta el programa de trabajo y ahí la Comisión, el Parlamento y el Consejo emiten una declaración conjunta sobre las prioridades de la UE para el año siguiente, lo que posibilita actuar con rapidez y garantiza que se prestará atención política a dichas prioridades.

Finalmente, y con el objetivo de permitir una planificación a más largo plazo, las tres citadas instituciones adoptan declaraciones conjuntas anuales sobre las prioridades legislativas para el año siguiente (durante el mandato de cinco años).

Telefónica y el Programa de Trabajo 2026

En un reciente artículo de nuestro blog titulado “El momento de Europa: Programa de Trabajo 2026 de la Comisión Europea” se hace referencia a las prioridades para el año próximo.

En él se especifica que para el sector de las telecomunicaciones “la hoja de ruta abre oportunidades para situar a Europa como líder global competitivo y autónomo”.

Asimismo, se sitúa a la conectividad “como activo estratégico” de igual modo que se considera que “los operadores están preparados para impulsar una Europa más próspera, segura y digitalmente avanzada, apoyando el crecimiento, la preparación en defensa y las ambiciones de la UE en industria, economía y bienestar”.

En el citado documento se incide en las iniciativas del Programa de Trabajo 2026 que “darán forma al marco regulatorio del sector digital y de las telecomunicaciones, con un fuerte foco en la innovación, el liderazgo tecnológico y la competencia, impulsando tecnologías de vanguardia”.

De igual modo, se recuerda que “entre las áreas clave figuran la computación en la nube, la Inteligencia Artificial ,  la ciberseguridad y las tecnologías cuánticas, así como medidas para garantizar la equidad en los mercados digitales y agilizar la contratación pública”.

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