Desde que en 1973 se produjo la primera llamada de un teléfono móvil, la evolución (y revolución) de esta tecnología ha modificado sustancialmente prácticamente todos los aspectos de nuestra vida.
Los dispositivos móviles han pasado de ser algo exclusivo y accesible a muy pocas personas debido a su elevado coste a contar con que, en la actualidad, hay más conexiones móviles que personas en el mundo, según datos de este propio año 2024.
Todo un cambio cultural para la época que nos llevó a tener que modificar la pregunta cuando descolgábamos (de literal a metafóricamente) el teléfono: de llamar al fijo y consultar si se podía poner la persona con la que queríamos hablar a llamar al móvil y preguntarle directamente a la persona en cuestión por dónde estaba.
Como en otros muchos avances tecnológicos relacionados con el mundo de las telecomunicaciones, el siglo de vida de Telefónica ha hecho que la compañía haya sido coprotagonista.
Historia de la telefonía móvil
De forma resumida, podríamos explicar que la historia del móvil ha vivido en un corto espacio de tiempo cinco generaciones diferentes.
Si bien es cierto que durante un tiempo eran conocidas por las siglas de lo que significaban (TMA, CDMA, GPRS, GSM, UMTS o LTE), popularmente han acabado adquiriendo como nombre el número de generación a la que nos referimos; es decir, 1G, 2G, 3G, 4G y 5G.
En líneas generales, y tal y como se puede ver en nuestro libro del Centenario, la red móvil 1G, la analógica, era aquella que ofrecía la novedosa posibilidad de hablar en movimiento.
Más tarde, la 2G fue la primera red móvil digital: mejoró la calidad de las comunicaciones. Entre otras cosas, nos trajo los SMS, una herramienta comunicativa de enorme popularidad en la década de los 90 y los 2000 y que arrancó con una felicitación navideña en 1992.
El 3G significó la confluencia de dos de las grandes revoluciones de nuestra época: la tecnología móvil e internet. Gracias a esta unión, innovaciones como los servicios de mensajería o el correo electrónico en los dispositivos móviles fueron posibles.
Posteriormente, el 4G permitió acceder a contenidos multimedia en tiempo real y a la voz IP (VoIP) y el 5G ha venido acompañado de una baja latencia y una mayor velocidad de acceso.
Telefónica trae la telefonía móvil a España… en el maletero
Telefónica trajo la telefonía móvil a España medio siglo después del nacimiento de la compañía.
En el cincuentenario de Telefónica se presentó el primer sistema móvil en España el IMT-200 de Motorola, denominado TAV (Telefonía Automática en Vehículos). Como su propio nombre indica, se trataba de un sistema de telefonía móvil que no permitía sacarlo del coche ya que los pesados terminales estaban empotrados en el maletero y que trabajaba en la banda de frecuencias de 200 MHz.
Contaban con una antena exterior y un equipo de micro teléfono con teclado o disco para poder marcar y que se encontraba ubicado en el reposabrazos.
Las referencias al 50 cumpleaños de la compañía vinculadas con esta tecnología no son gratuitas, puesto que precisamente en ese 1974 el TAV fue la estrella de una exposición conmemorativa sobre innovaciones que definirían el futuro, junto a la fibra óptica o un muy primitivo videoteléfono.
Tres años después, este servicio ya contaba con 400 abonados.
Años 90: ha nacido una estrella
Aunque la tecnología de la telefonía móvil había llegado en los años 70, como acabamos de ver, no fue hasta los años 90 cuando se produjo una eclosión en el uso de la misma.
En el caso de España, precisamente en ese mismo 1990 nacía MoviLine, dentro del marco del 1G, la primera marca de telefonía móvil analógica que se hizo popular. Una marca y un servicio que se mantuvieron hasta el año 2004.
A mediados de década, en 1995, nació Movistar. Concretamente en el mes de septiembre de ese año, y bajo la campaña publicitaria de ‘Ha nacido una estrella’, en apenas un año ya se había alcanzado el millón de clientes.
Frente a un 1G en el que MoviLine no tenía competencia, el GSM (es decir, el 2G) sí lo tendría. Concretamente, Airtel en ese mismo 1995. Ya en 1998 aparecería el tercer operador en el mercado móvil español: Amena.
Como novedades, la red móvil 2G trajo el uso de la tarjeta SIM (donde se almacenaban los datos de los clientes y que personalizaba cualquier dispositivo móvil en el que se insertara), la identificación del número que llamaba, la itinerancia en otros países como el roaming o una novedad que ya hemos citado anteriormente, los SMS. El único elemento de transmisión de datos con el que contaba esa red, pensada únicamente para la voz.
Boda real y 2G. ¿Qué tienen que ver?
Según acabamos de comentar, el 2G en España contaba con dos operadores cuando comenzó a funcionar. Y es que, hasta que esta segunda operadora -Airtel, como ya hemos citado anteriormente- no estuvo lista, la administración no permitió que Telefónica Móviles operara, pese a estar preparada desde enero de 1995.
Sin embargo, la boda de Su Alteza Real la Infanta Elena en Sevilla en marzo de ese mismo año hizo que se concediera a Telefónica Móviles una “autorización especial” (que concluyó cuando lo hizo el evento) para que la red GSM estuviera abierta temporalmente y permitir así que los invitados procedentes de otros países (y que ya tenían 2G en operación) pudieran utilizar sus móviles.
