Osos que hablan y escuchan, robots, o un puzzle que pasa de dos a tres dimensiones cuando se resuelve. Transformar los juguetes fĆsicos convencionales en juguetes inteligentes gracias a la conectividad, no solo los hace mĆ”s atractivos para los mĆ”s pequeƱos, sino que estimula su curiosidad. Desarrollar esa posibilidad con fines pedagógicos es uno de los objetivos que hay tras un nuevo proyecto del Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU).
En diciembre de 2021 ,la AIJU presentaba el proyecto Multisectorial AI Platform, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial. Su objetivo es la creación de una plataforma de acceso gratuito que ayude tanto a empresas del sector del juguete como al sector sociosanitario en el diagnóstico precoz de ciertas patologĆas como el Alzheimer.
Los objetivos cientĆficos del proyecto son ambiciosos. La plataforma pretende integrar servicios de Inteligencia Artificial y anĆ”lisis de datos. Por su parte, la naturaleza de los servicios de IA que desea desarrollar, se basan en el uso los chatbots, el reconocimiento de voz y de imĆ”genes, y el anĆ”lisis de sentimientos y emociones.
La digitalización de los juguetes fĆsicos tradicionales
Lejos de abrir el debate sobre si los niƱos deben utilizar juguetes fĆsicos tradicionales o las consolas de videojuegos e internet, AIJU apuesta por la unión de ambos mundos mediante la creación de escenarios virtuales. Los niƱos, poco a poco, pierden el interĆ©s por los juguetes de toda la vida, inclinĆ”ndose hacia las nuevas tecnologĆas.
La utilización de estos escenarios virtuales consigue, escaneando el juguete con un smartphone o una tableta, mejorar la experiencia del artĆculo fĆsico. AsĆ, por ejemplo, si un niƱo quiere jugar a ser un gran chef y escanea su cocina de juguete, se puede abrir un espacio donde aparecen sus platos en Realidad Aumentada. A la vez, esta tecnologĆa puede incorporar información para enseƱar a los mĆ”s pequeƱos sobre alimentación saludable o sobre cómo se cocina un alimento. Una posibilidad incrementa el atractivo de estos juegos para los niƱos.
Big Data para conocer el estado emocional de los niƱos
Una de las preocupaciones de los padres y de los educadores es no ser capaces de detectar a tiempo las emociones negativas de los niƱos. En este sentido, el Big Data, gracias al uso de 5G, puede contribuir, incluso, a detectar casos de acoso escolar o problemas familiares.
La herramienta mĆ”s sencilla es la integración de los chatbotsen los juegos. Es una forma de interactuar con el niƱo a partir de preguntas simples y habituales. Una de ellas puede ser preguntarle cómo estĆ”. Luego, el sistema envĆa a los padres una sĆntesis de las respuestas que ha dado. No es, sin embargo, la Ćŗnica forma de obtener información.
A la hora de crear los escenarios virtuales, el sistema analiza si el niƱo utiliza demasiados tonos oscuros o si las expresiones de los personajes son tristes. En esos casos, puede delatar la existencia de un problema.
¿Son seguros los juguetes conectados y protegen la privacidad del niño?
Como cualquier otro dispositivo con conectividad, con estos juguetes también se asumen riesgos. Por un lado, la cantidad tan enorme de datos que recogen obliga a las empresas responsables a disponerlos en la nube. De este modo, se deja en manos de cada fabricante la responsabilidad de proteger la información recogida de los niños.
Generalmente, para poder disfrutar plenamente de esta clase de juguetes, se obliga al menor a rellenar una serie de datos. Aunque, en este sentido, la Comisión Europea ya publicó unas directrices a las empresas de juguetes para limitar la información que recaban de los menores. AsĆ, bajo ningĆŗn concepto pueden ser capaces de localizar la dirección del niƱo y deben limitar los datos que le piden.
Por otro lado, tampoco estÔn exentas las empresas de los ataques de los hackers. Por esta razón, la Comisión Europea obliga a los productores de smarttoys a establecer medidas organizativas y técnicas para garantizar la seguridad del juguete durante todo su ciclo de vida.
Respecto a la seguridad de los ataques en la wifi del domicilio, es necesario que los padres establezcan las mismas medidas que utilizan para proteger otros dispositivos, como apagar el juguete cuando no se utiliza o la instalación de las actualizaciones de seguridad que vayan saliendo. Estas suelen constituir la mejor medida para evitar intrusos.
En cuanto a la protección de datos de los pequeƱos, hay que tener en cuenta que, segĆŗn el Reglamento General de Protección de Datos, el tratamiento de estos solo puede fundarse en el consentimiento del menor si es mayor de 14 aƱos. AsĆ, los fabricantes de juguetes no pueden compartirlos con terceros. Los padres o tutores deben ejercer ese control.
En definitiva, los juguetes conectados ofrecen un gran atractivo para los niños y unas posibilidades didÔcticas y pedagógicas enormes. Y en un mundo cada vez mÔs digitalizado, hay que enseñar a los niños a protegerse en la red como les enseñamos a hacerlo fuera de ella.
Para ayudar a los padres a elegir los mejores juguetes conectados y ofrecerles conocimientos necesarios sobre la seguridad de sus hijos, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) junto a la Asociación EspaƱola de Fabricantes de Juguetes, ha publicado una guĆa sobre protección de los menores y su entorno desde la fabricación de estos objetos para que sean ciberseguros. Tampoco hay que olvidar la necesidad de enseƱar a niƱas y niƱos el fomento de habilidades sociales, de aprender jugando a cooperar y trabajar en equipo donde los juguetes, conectados o no son una herramienta mĆ”s, con la supervisión de los mayores.