Podríamos haber elegido muchos otros, pero por lo significativo de los cambios que sus empresas han traído a todo el mundo en las últimas décadas, hemos escogido a estos como los emprendedores más significativos en el campo de la tecnología.
Como curiosa coincidencia, algo en común que comparten estos referentes del emprendimiento es que todos ellos son varones estadounidenses (si bien es cierto que Sergey Brin es soviético de nacimiento) nacidos en la segunda mitad del siglo XX.
El mundo de la tecnología en general o el de la telefonía, la informática, la distribución o las redes sociales en particular no serían lo mismo sin ellos.
Además, las big tech o GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Amazon y Microsoft) llevan desde la década de los 2000 copando los puestos más elevados de las empresas del mundo con mayor capitalización de mercado.
Aunque los aspectos de estas compañías en los que podríamos fijarnos son casi inabarcables, vamos a centrarnos en datos y curiosidades sobre los orígenes y el papel de sus fundadores.
Steve Jobs
Steve Jobs (1955-2011) fundó Apple en 1976 con su amigo de adolescencia Steve Wozniak en el garaje de su casa. Merced al éxito del Apple II, Jobs llegó incluso a ser portada de la revista Time en el año 1982.
Sin embargo, en 1985 salió con polémica de la compañía que había cofundado, aunque 12 años después volvería a la empresa de la manzana.
La sucesión de productos tecnológicos emblemáticos (Mac, iPhone, iPod, iPad,…) por los que le gente ha llegado a hacer noche esperando la cola para poder adquirirlos nos da idea del grado de fidelización de los usuarios y del éxito de Apple, hasta el punto de ser frecuentemente la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo.
Visionario o inspirador (como muestra su famoso discurso en Stanford en 2005), está claro que estamos ante uno de los empresarios por excelencia de nuestra generación.
Jobs falleció en 2011 habiendo dejado 346 patentes registradas en Estados Unidos, a las que habría que añadir otro centenar que Apple ha ido registrando tras su fallecimiento, pero basadas en su trabajo.
Bill Gates
Bill Gates (1955) fundó Microsoft en 1975 junto a su amigo de la infancia Paul Allen, cuando todavía era estudiante de la Universidad de Harvard. El origen de la empresa fue desarrollar y comercializar intérpretes de BASIC para el Altair 8800, un microordenador diseñado en 1974 y basado en el procesador Intel 8080.
Como curiosidad sobre su enorme memoria, en los comienzos de Microsoft era capaz de saber quién estaba en la oficina y quién no al conocer las matrículas de los vehículos de cada uno de los miembros de la plantilla.
Destacando productos de uso cotidiano como Microsoft Windows o Microsoft Office, además de las adquisiciones de Skype o LinkedIn en 2011 y 2016 respectivamente, Microsoft ha llegado a convertirse en alguna ocasión a ser la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo, superando a Apple.
Bill Gates es una de las personas más ricas del planeta, con una fortuna estimada en 2023 de 114.000 millones de dólares, aunque también ha potenciado su lado filantrópico a través de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Jeff Bezos
Jeff Bezos (1964) fundó Amazon en 1994 con un nombre inspirado en el río Amazonas, el más largo del mundo, con la intención de convertirla en la tienda más grande del mundo. Aunque lo cierto es que esta nomenclatura llegó un año después, ya que el nombre original fue Cadabra.
Y al igual que sucedió con Apple, el origen está también en un garaje, concretamente el de su domicilio: se trataba de una librería en línea con un catálogo de 200.000 libros donde la novedad estaba en que los ejemplares se podían adquirir a través del correo electrónico, algo muy habitual en nuestros días, pero rompedor hace tres décadas.
Ante el éxito del modelo de negocio, a finales de los 90 ya comenzaron a vender otros artículos, como música, películas, juguetes o electrónica. En el año 2007 lanzaron su versión de libro electrónico, Kindle.
Persona del año por la revista ‘Time’ en 1999, es habitual de las listas de personas más ricas del mundo, habiendo llegado a ocupar el número uno de esta clasificación hasta que en 2021 le sustituyó Elon Musk.
Larry Page y Sergey Brin
Larry Page y Sergey Brin (ambos nacidos en 1973) crearon un antes y un después con el lanzamiento de Google, un nombre que, por cierto, homenajea al número gúgol, un término inventado en 1920 por un niño (concretamente un sobrino del matemático Edward Kasner) y que significa un uno seguido de cien ceros.
Y eso que cuando Isaac Asimov dijo “tendremos que padecer eternamente un número inventado por un bebé” no podía ni llegar a imaginarse lo que sería Google y cómo conseguiría un gúgol de resultados para sus búsquedas…
Pero volviendo al tema que nos ocupa, Page y Brin se conocieron a mediados de los 90 realizando el doctorado de informática de la Universidad de Stanford cuando comenzaron a soñar con la descarga de toda la Web en los ordenadores.
El 4 de septiembre de 1998 nació oficialmente Google, aunque hasta el día 27 no estrenó en internet su motor de búsqueda.
El nivel del éxito de Google hace que para una parte de la población sea incluso sinónimo de internet, ya que este buscador es la interfaz que ven al comenzar a teclear sus búsquedas, aunque la cantidad de productos de esta compañía (Alphabet desde 2015) son de uso diario y cotidiano, desde Youtube a Google Maps pasando por Gmail, nos sirve para hacernos una idea de la relevancia y el peso de esta compañía.
Mark Zuckerberg
Mark Zuckerberg (1984) creó Facebook cuando tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Harvard, aunque abandonó las clases cuando la red social empezó a aumentar su popularidad.
Ya en 2003 lanzó un sitio web conocido como Facemash, que aglutinaba nombres y fotos de estudiantes del centro universitario y pese a estar disponible solo durante algunas horas atrajo a 450 usuarios y movilizó más de 20.000 fotos.
Este puede considerarse el germen de Facebook, si bien es cierto que el inició no estuvo exento de polémica, puesto que otros estudiantes de la misma universidad (los hermanos Winklevoss y Divya Narendra) demandaron a Zuckerberg al considerar que theFacebook era similar al sitio web en el que estaban trabajando conjuntamente, HavardConnection.com. Sobre esta polémica se centra la película ‘La red social’.
El crecimiento de Facebook empezó al permitir a otros estudiantes de fuera de Harvard registrarse, llegando el salto en 2006 cuando se abrió a que cualquier usuario pudiera ser parte, algo que generó quejas de los usuarios del momento al perderse la esencia.
Desde ese momento el nivel de popularidad de esta red social es por todos conocido hasta alcanzar los casi 3.000 millones de usuarios, según datos de DataPortal.
Además, en 2011 adquirió Instagram por 1.000 millones de dólares y en 2014 compró WhatsApp por 19.000 millones de dólares.
A finales de 2021 la empresa cambió su nombre a Meta, una corporación con unos productos que continúan aglutinando gran parte de las horas de uso diario de quienes vivimos permanentemente conectados.
Si nos paramos a pensar, independientemente de que pueda haber controversias o cuestiones que nos gusten más o nos gusten menos, es imposible imaginar cómo sería nuestro día a día en 2023 sin la presencia de alguna de estas empresas.
