¿Qué son las tecnologías disruptivas y qué ventajas tienen?

En su momento fue la rueda o la electricidad y ahora es la Inteligencia Artificial y la Blockchain. La pandemia ha generado nuevos desafíos e impulsado oportunidades de negocio. Un nuevo escenario que ha acelerado el crecimiento de un nuevo ecosistema gracias a las llamadas tecnologías disruptivas.

Tiempo de lectura: 6 min

La pandemia de 2020 tuvo un fuerte impacto como acelerador en la transformación digital, así como en la adopción de nuevos hábitos de producción y relación entre las personas, gracias a la conectividad. En unos pocos meses empresas de todo tipo, públicas y privadas, tuvieron que dar respuesta a una crisis sin precedentes. Una aceleración que muchos expertos situaron al equivalente de un salto de cinco años.  

La tecnología se ha convertido en un elemento clave para la recuperación de las economías ya que ha dado soporte a la innovación disruptiva, y a todos aquellos nuevos dispositivos conectados y servicios como la automatización de procesos o el trabajo en remoto, que tienen un gran impacto en diferentes sectores y ámbitos de la sociedad.  

¿Qué es una tecnología disruptiva? 

Se considera que una tecnología es disruptiva cuando consigue provocar un gran cambio en los procesos y mecanismos anteriores a su aparición, así como un cambio en el comportamiento de los usuarios.  

Una tecnología disruptiva ofrece una herramienta nueva que tiene la enorme capacidad de transformar completamente la vida de las personas, y cuando emerge una tecnología de este tipo, puede concertar un nuevo mercado, sus propios valores y riesgos. 

Estas innovaciones se implantan en unos ámbitos que cuentan con unos patrones ya establecidos, y consiguen cambiar la gestión de las organizaciones y la forma de dar respuestas a las demandas de los usuarios y terminan reemplazando por completo a tecnologías predecesoras.  

Fue Clayton Christensen, profesor en Harvard, quien introdujo el término de tecnología disruptiva en el artículo “Disruptive Technologies: Catching the Wave” publicado en 1995. Sin embargo, no fue hasta 1997 en su best-seller ´The Innovator’s Dilemma`, cuando realmente profundizó en la teoría sobre la innovación disruptiva.  

Para Christensen las disrupciones comienzan por una innovación capaz de satisfacer las inquietudes de un grupo de consumidores poco sofisticados o teniendo en cuenta ciertas características solo apreciadas por unos pocos.  

¿Qué características tiene la innovación disruptiva?  

Algo disruptivo es algo que rompe o irrumpe de forma brusca. En el caso de las tecnologías disruptivas, estas se caracterizan además por su simplicidad, por ser accesibles y asequibles, y conviven durante un tiempo con las tecnologías anteriores hasta que las terminan por desplazar por completo.  

En muchas ocasiones el diseño y desarrollo de estas nuevas herramientas y servicios comienza en un departamento de innovación o de una startup, salen al mercado y se generaliza su uso para terminar por establecer un nuevo modelo de negocio. Pero hasta su total implantación, las empresas y usuarios deben pasar por un período de adaptación. Mientras tanto, el proceso de creación de las tecnologías disruptivas suele derivar en nuevos negocios como la aparición del iPhone, que la tecnológica Apple lanzó en 2007 y que supuso una revolución al popularizar el uso de internet en el móvil.  

Y aunque no todas las innovaciones tienen éxito finalmente, si fuerzan a que el mercado trate de mejorar sus productos y servicios y que las empresas se centren en establecer estrategias innovadoras, algo que repercute de forma positiva en los usuarios. En este contexto, hay compañías que se adaptan a tecnologías disruptivas sin complicaciones, y otras que se ven transformadas por la tecnología de forma obligatoria.  

Beneficios de las tecnologías disruptivas  

Entre las ventajas que ofrecen estas innovaciones, destaca el desarrollo de nuevos modelos de negocio y la posibilidad de llegar a mercados que anteriormente eran inaccesibles, por lo que lo disruptivo se transforma en una oportunidad para las empresas.  

La incorporación de tecnologías disruptivas supone un ahorro para los negocios, ya que pueden participar en el mercado con productos y servicios más baratos, como la robótica y la automatización de procesos, ya que favorecen el aumento de la productividad al dejar de utilizar estrategias y estructuras obsoletas y poco flexibles a las necesidades de un mercado global en constante cambio.  

Además, permiten a las empresas encontrar aquellos nichos de mercado en los que dar respuesta a necesidades que otras empresas no llegan a cubrir, y crear nuevos modelos de negocio para ello, identificando rápidamente las áreas en las que es posible o necesario mejorar.  

Aplicaciones y ejemplos de las innovaciones disruptivas  

En la actualidad, una de las tecnologías más disruptivas, y con mayor progresión y protagonismo es la inteligencia artificial. Esta resuelve problemas a través de la computación, de igual forma que lo haría un ser humano y sus aplicaciones llegan a todos los sectores ya que puede automatizar procesos y ayuda a optimizar procesos como la gestión del tráfico o la toma de datos a través de chatbots. Sus múltiples aplicaciones están implementadas ya en robots, coches autónomos, smart cities y asistentes personales.  

Otra tecnología que se ha popularizado a raíz de las criptomonedas, es la blockchain . Los expertos consideran que la cadena de bloques va a cambiar muchos sectores como el financiero, el coleccionismo y el criptoarte, los smart contracts o la ciberseguridad, así como el sector del comercio online, puesto que es un sistema de registro de transacciones y seguimiento de activos altamente fiable y seguro.  

Entre las tecnologías disruptivas del momento se encuentra el Big Data, capaz de recopilar y analizar grandes volúmenes de datos. El dato es uno de los grandes tesoros de la Industria (y la sociedad 4.0), fruto de la conectividad y del desarrollo de otras herramientas como el Internet de las Cosas.  En el ámbito industrial, el análisis masivo de datos permite reducir costes y ahorrar tiempo, mejorando los procesos y eliminando los errores, gracias a la información que obtiene en tiempo real y que permite una rápida toma de decisiones en momentos críticos. Se utiliza especialmente para detectar tendencias y realizar mantenimiento predictivo de la maquinaria.  

El Cloud Computing es otro ejemplo de disrupción y conectividad. Los servicios en la nube aportan sobre todo flexibilidad y seguridad a las empresas, dando soporte a nuevos aspectos como modelos de trabajo híbridos y a distancia. A las organizaciones les ha servido para poder modernizar de manera rápida las aplicaciones informáticas, aportándolas entre otras cosas, la posibilidad de escalar sus infraestructuras con costes reducidos y aumentando la agilidad en las gestiones: almacenamiento de datos, copias de seguridad y total accesibilidad a la información.   

Todos estos desarrollos han podido crecer de manera tan rápida gracias al despliegue de la red 5G capaz de dar soporte a las necesidades de la conectividad actual: velocidad de descarga de hasta 100 veces mayor que la red 4G, latencia que no supera los 4 milisegundos y capacidad global para conectar a miles de dispositivos a la vez en muy poco espacio.  

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