La música como forma de expresión, a lo largo de la historia

La capacidad de comunicar con otros individuos es, según la ciencia, algo casi intrínseco a todos los seres vivos. Desde las bacterias, pasando por las plantas, los animales y los humanos, todos tienen mecanismos para enviar información vital, incluso entre especies.

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Pedro Javier Torresano Seguir

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Los humanos hemos llevado esa capacidad al máximo nivel y hemos desarrollado más de una herramienta para ello divididas en dos categorías, por un lado, el lenguaje que tiene varias formas, hablado, escrito, por signos, corporal, etc. y por el otro, el arte, cuyas formas de expresión son igualmente variadas.

Las primeras formas de expresión artística

Una de las primeras formas de expresión artística que desarrollamos como especie fue la de transmitir sensaciones e ideas a través de sonidos rítmicos y armoniosos que llamamos música. Sabemos por las evidencias arqueológicas que la música estuvo presente muy temprano en las sociedades humanas. Hemos encontrado restos de flautas y de instrumentos de percusión de más de 42.000 años de antigüedad. Para ponerlo en contexto, las pinturas rupestres de Altamira son de hace uno 32.000 años. Tenemos pruebas que nos inducen a pensar que los neandertales fueron la especia humana que primero desarrolló esta capacidad creativa (flauta de Divje Babe). Es una forma de arte que, además, se ha visto fuertemente modificada con el desarrollo tecnológico, los estilos artísticos cambian, pero, por ejemplo, la pintura lleva usando pinceles y lienzos miles de años y la escultura sigue usando el barro, la madera, el metal, la piedra, el cincel y el martillo como lo hacían en el renacimiento. Sí, ya sé que se puede hacer pintura con botes de spray y que las esculturas actuales difieren mucho de las antiguas, pero tendrá que reconocer el lector que la producción y distribución musical actual ha cambiado bastante más a cómo se hacía en, por ejemplo, en el año 1600 si lo comparamos con la pintura o la escultura.

La música apela directamente a los sentimientos, por eso empezó tan pronto y es tan universal. No necesita palabras para transmitir ideas y sensaciones y es precisamente esa característica la que lo hace un catalizador perfecto para hacernos llegar el mensaje que nos desean transmitir y se usa, literalmente, en todo. El cine apoya sus secuencias con música, con ella, la publicidad llama nuestra, cada vez más mermada atención y capacidad de retención, los hilos musicales de los centros comerciales nos animan a pasear por ellos y consumir, los restaurantes crean la atmosfera de intimidad, en las celebraciones religiosas se usa para hacernos llegar a un estado más espiritual y en los actos oficiales se utiliza para transmitirnos grandiosidad y oficialidad. Los ejemplos son tantos que podría estar hojas y hojas nombrándolos. La música se usa para todo porque no hay mejor vector de transmisión. Si un texto te llega con ritmo y armonía, es mucho más probable que lo recuerdes que si simplemente te lo dicen porque con música consiguen que asocies ese texto a una sensación.

La música es tan eficiente en la transmisión de ideas que incluso puede llegar a ser vista como peligrosa para ciertos poderes. Los talibanes de Afganistán la prohibieron y la Iglesia Católica estuvo a punto de hacerlo en el Concilio de Trento (1545-1563) aunque, por suerte para todos, eso no pasó.

En la antigüedad, el acceso a la música estaba muy restringido y sólo se llegaba a ella a través de alguien que supiera tocar un instrumento lo que le daba un valor muy alto, a medida que se iban desarrollando tecnologías de grabación y distribución, su acceso se fue democratizando hasta el día de hoy donde se ha convertido en una “commodity” cultural, está ahí, prácticamente gratis, nadie le da el valor de antaño, pero como buena commodity, si de repente desapareciera de nuestras vidas, todo se vendría abajo porque su capacidad y su poder, a pesar de todo, sigue intacto.

Podemos hacer un repaso rápido de cómo la música ha sido reflejo de la sociedad y correa de transmisión de las ideas y grandes acontecimientos en cada momento hasta llegar hasta nuestros días, así como se ha visto influenciada por los cambios tecnológicos. Esta sería una breve descripción, ya que, si quisiéramos analizar con profundidad una sola de esas épocas, tendríamos material para una tesis doctoral.

  • Prehistoria: Tenemos muy pocos datos de este período y mucha de la información que manejamos está sujeta a la interpretación indirecta de los restos arqueológicos y paleontológicos. Sabemos de la existencia de instrumentos de viento y percusión, básicamente flautas y tambores, pero es más que probable que hubiese muchos tipos de instrumentos, los cuales no han llegado hasta nuestros días. Por lo que sabemos, la tecnología utilizada eran flautas de hueso, tambores de piel de animal y piedra, sonajas de conchas y semillas, litófonos y bramaderas. La música era parte fundamental de los rituales de caza, los actos religiosos y los momentos festivos. La principal función era la de cohesionar al grupo y transmitir los valores espirituales de dichas sociedades.
  • Edad antigua: Posiblemente, de todas las civilizaciones antiguas, la que le dio más prestigio a la música fue Grecia. La música estaba relacionada con las 9 musas, las cuales eran dirigidas por Apolo. El concepto que tenían de ella era mucho más amplio que el nuestro ya que dentro de la palabra música englobaban no sólo la disciplina musical sino la poesía, la danza y la gimnasia y era de obligado estudio para los niños en las escuelas. Además, fue en esa época, gracias a Pitágoras que se desarrolló las reglas de la afinación y las escalas musicales basadas en las matemáticas. Se incorporan los metales en la tecnología musical con el uso del bronce y el cobre y las tripas y pelos de animales para la creación de cuerdas y arcos. Se introducen instrumentos como la lira, el sistro, la cítara, los aulos y la flauta de pan. Para los griegos, la música tenía la capacidad de cambiar el comportamiento de las personas y de ahí la enorme importancia en la formación de los ciudadanos.
  • La edad media: La revolución tecnológica de este período fue el desarrollo la escritura musical y los pentagramas que permitieron la expansión de obras artísticas con mucha más rapidez y fidelidad a la idea original, además de la aparición del órgano de tubos, el laúd y varios instrumentos de viento como la corneta, la dulzaina o la flauta travesera. La mayor parte de la producción musical era sacra, principalmente el canto gregoriano. La iglesia ejercía un fuerte control en la creación artística y defendía la música como un instrumento de acercamiento a Dios. Paralelamente, se desarrolló otro tipo de música de carácter terrenal a través de los trovadores, que estaban asociados a la nobleza y cantaban sus proezas y los juglares que viajaban de pueblo en pueblo transmitiendo historias a través de sus canciones a cambio de dinero. En una sociedad como la medieval donde la pirámide social estaba fuertemente marcada, la música servía para fortalecer la identidad colectiva, la propaganda política narrando historias heroicas y el adoctrinamiento religioso, aunque también fue reflejo y altavoz de tensiones sociales como las canciones de Goliardos o las obras de Marcabrú.
  • Renacimiento: La mayor aportación tecnológica de este período fue la imprenta que permitió la producción masiva de partituras, facilitando la expansión de las obras y la estandarización de la producción musical. De todos los nuevos instrumentos que aparecen en esta época, para mí, tiene una mención especial la guitarra cuyos orígenes se pueden remontar a la cítara morisca y de ahí a la khitara griega, será un instrumento que marcará los estilos populares, no sólo en España, sino en gran parte del mundo occidental a medida que evoluciona y se adapta con el tiempo. Con el auge de la burguesía, el desarrollo de las ciudades y el pensamiento humanista, la música se vuelve polifónica y compleja, aparecen nuevos instrumentos y nuevos estilos populares. La música se convierte en síntoma de refinamiento y estatus y tanto nuevos ricos como los de rancio abolengo se lanzan a patrocinar a músicos y compositores que les hagan las veces de propagandistas. Es un reflejo del optimismo y la creatividad orientada al desarrollo humano.
  • Barroco: Durante el barroco se vive el auge de las orquestas y la especialización instrumental. Aunque ya existían antes, se perfeccionan los instrumentos de cuerda como el violín, la viola y el violonchelo, se desarrollan las nuevas técnicas interpretativas como el trémolo, el pizzicato, los efectos expresivos en la cuerda y se perfecciona la anotación musical que permite una mayor polifonía. La inmensa mayoría de los reinos eran absolutistas y tanto lo iglesia como la nobleza utilizaban el arte como forma de control y reafirmación frente a los conflictos religiosos de la reforma y contra reforma como los surgidos con la burguesía, cada vez más poderosas e influyente. Musicalmente era el momento de la ópera, las grandes escenografías, trataban de impresionar y persuadir a través de la emoción y la subjetividad mediante abundantes recursos sonoros y teatrales.
  • Clasicismo: Aunque apareció al final de barroco, es durante el clasicismo que el piano se convierte en pieza clave de la producción musical, algunos instrumentos caen en desuso y aparecen otros como el clarinete. Se perfeccionan los mecanismos de llaves y pistones que dan más claridad a las notas, las orquestas crecen en tamaño para conseguir mayor equilibrio sonoro buscando siempre la limpieza y la transparencia sonora. El período clasicista está marcado por el despotismo ilustrado. Los monarcas absolutos buscaban el bienestar del pueblo desde un gobierno racional y ordenado (o eso decían). Para ello, se empiezan a poner de moda los conciertos públicos donde se pretendía educar y entretener al populacho y servir de puente entre la nobleza y la burguesía. Artísticamente, la música se vuelve más clara, armónica y equilibrada frente a los excesos del barroco. Se quería transmitir la idea de orden y claridad y de paso, apaciguar las ideas ilustradas que estaban mutando peligrosamente hacia valores de igualdad y libertad que marcarían el siguiente periodo.
  • Romanticismo: En esta época se perfecciona el piano aumentando el número de teclas y creando mecanismos de doble escape que le dan más dinámica, aparece el saxofón, el acordeón y la tuba. Posiblemente uno de los períodos más convulsos e interesantes de la historia de la humanidad, el siglo de las revoluciones, iniciado con la revolución francesa y las guerras napoleónicas está plagado de guerras civiles, conflictos sociales, movimientos obreros y de emancipación nacional, la música como arte que debe recoger la esencia de esa época y se vuelve pasional, rebelde, intensa. Los artistas se liberan económicamente de los mecenas burgueses y nobles y buscan el gusto y aprobación del público urbano, se incorporan ritmos y melodías populares exaltando los valores nacionales. Se rompe con la armonía cromática y la orquestación en favor de la libertad.
  • Impresionismo: El final de siglo XIX se caracteriza por un el ascenso de la ciencia y el colonialismo. Estos dos elementos afectan a la música de dos maneras, por un lado, se vuelve experimental y por el otro, se impregna del exotismo de culturas africanas y asiáticas, gracias a esto, la música se vuelve enigmática, creando atmósferas sin tensión y buscando la percepción sensorial. No hay grandes inventos, ni la introducción de nuevos instrumentos como en los períodos anteriores, pero sí mucha experimentación e investigación con nuevas escalas pentatónicas, modos y acordes exóticos y ambigüedad en las armonías.

Y con este repaso rápido llegamos al período actual que empieza, más o menos, al final del primer tercio del siglo XX y llega hasta nuestros días. Este período se caracteriza por la revolución del sonido, no sólo se perfeccionan y democratizan los métodos de grabación y distribución musical que progresivamente van reduciendo el coste de acceso a prácticamente cero, sino que se crean nuevos instrumentos que darían la vuelta completamente a las reglas del juego, los más importantes, la guitarra eléctrica, la batería, el bajo eléctrico, los teclados y sintetizadores.

La irrupción de estos nuevos instrumentos dio pie a la aparición de una explosión de estilos que exploraban las capacidades de esas nuevas herramientas, como el jazz, el rock (con sus miles de subgéneros), reggae, el hip hop, el tecno, el soul, el funk, la música de canta autor, etc. Incluso la música tradicional de cada lugar se ha visto de una manera u otra influenciada por los nuevos sonidos dándoles una nueva vida y llenándolos de matices que antes no tenían, como por ejemplo el uso del bajo eléctrico en el flamenco, además la evolución de los métodos de grabación y difusión musical desde los vinilos hasta las plataformas de streaming han ido facilitando el acceso de esos estilos hasta hoy día que la única razón para no disfrutar de ellos es simplemente, no querer porque los tienes literalmente en la palma de tu mano.

La inmensa mayoría de eso estilos y sus composiciones son de carácter costumbrista. Hablan de la forma de vida, anhelos y preocupaciones de las generaciones que lo escuchan haciendo de ellos un testigo excepcional de cada época.

Existen estilos que, desde un principio, nacieron con una fuerte intención de recordar el clima político y social de sus sociedades y servir como agentes de cambio y despertar conciencias, algunos ejemplos son la nueva canción iberoamericana, el hip hop, los cantautores, el folk, incluso el rock and roll que inicialmente era una música de baile, poco a poco fue desarrollando subestilos como el punk, el rock duro o el rock urbano.

Incluso estilos, aparentemente, poco sospechosos de ideológicos como el pop o la música electrónica viralizan mensajes de paz, esperanza y resiliencia.

En el repaso rápido de las diferentes épocas musicales hemos puesto de manifiesto como las élites dominantes, tanto las establecidas como las emergentes han usado la música para transmitir y convencer de sus propios intereses mientras paralelamente, se desarrollaban otras músicas que reivindicaban y denunciaban las injusticias y problema sociales derivados de esos mismos intereses. La situación no ha cambiado hoy, pero se ha vuelto mucho más interesante de estudiar. En el pasado, cualquier obra artística que llevara una pizca de crítica social o reivindicación o bien tenía que distribuirse por los canales “alternativos o irregulares” o debía de hacerse de forma velada de tal manera que sólo fuese visible para el cerebro entrenado. Cualquier intento de hacerlo a cara descubierta traía consigo consecuencias muy desagradables para el artista y su público.

Hoy día, en la mayoría de las sociedades desarrolladas no es así, y gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a la distribución (streaming) podemos acceder de forma relativamente fácil a canciones que nos hablan de los problemas inherentes a la sociedad que nos ha tocado vivir como el cambio climático, el reparto desigual de los recursos y sus consecuencias, la discriminación, etc. Y esas piezas musicales conviven con otras de carácter costumbrista-conformista. La razón es que, a medida que la sociedad capitalista se ha ido desarrollando y transformando en postcapitalista se ha impuesto una regla fundamental. Todo tiene cabida si es un producto, es decir, puedes distribuir tu mensaje siempre y cuando tenga el suficiente éxito comercial lo que, por otro lado, le resta mucha de su capacidad para oponerse a un sistema basado en el consumo. No obstante, esto también puede verse como una forma de denunciar al sistema usando sus propias reglas.

A modo de resumen, podemos decir que la música es un arte que apela directamente a los sentimientos, debido a esa característica, ha estado presente en la historia de la humanidad desde prácticamente el principio formando parte de la identidad cultural de todos los grupos humanos en cada momento y ha ido adaptándose y evolucionado al mismo tiempo que la tecnología iba apareciendo. Por su carácter universal y sentimental, ha servido siempre como vector de transmisión de las ideas encapsulando las características, circunstancias y hechos relevante del momento en el que fueron escritas y convirtiéndose muchas veces en agente de cambio y transformación de la humanidad.

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