Ese mismo día tuve un recuerdo de mi infancia. Mi abuela era maestra y siempre que tenía una exposición me instaba a buscar información en la biblioteca. Jamás olvidaré mi exposición sobre los Plateosaurus.
Tuve un choque de realidades: esa misma noche mi hija, de apenas 5 años, le dijo a su mamá: busquemos en el celular, preguntémosle a Copilot:
Buscó el icono de Copilot y comenzó a hablar con él como si fuese su amigo:
─ Hola, Copilot, me tocó exponer al Gallimimus, debo conocer cómo eran, cuanto medían, su peso, rutinas y actividades de supervivencia con los otros dinosaurios. ¿Cómo podría ser mi exposición? Recuerda que tengo 5 años, ¡eh!…
Mientras Copilot le suministraba una imagen del Gallimimus con las dimensiones, características y demás, yo aún estaba buscando el tomo de la Enciclopedia Británica qué correspondía a los dinosaurios. Cuando finalmente lo encontré, encontré pocos datos sobre el Gallimimus, porque no era tan conocido como el Tyrannosaurus rex, Triceratops o el Diplodocus.
Más que un choque de realidades fue un choque cultural. Exactamente igual pasa cuando hablamos de las dinámicas empresariales. La modernidad nos exige flexibilidad, adaptabilidad y agilidad como factores cruciales para el éxito y la sostenibilidad.
En la actualidad, la transición cultural es tan importante como la modernización de los procesos y herramientas. Destacaré cinco (5) aspectos que nos aproximan al estado de excelencia digital:
- Adáptate: El principio fundamental de la teoría de la evolución de Darwin es la adaptación. Una cultura que impulsa la adaptabilidad permite a las organizaciones una respuesta ágil a las fluctuaciones y demandas del mercado. La cultura de adaptación fomenta un entorno donde el aprendizaje y la mejora continua son la norma.
- Colabora: los colaboradores que se sienten seguros, escuchados y empoderados tienden a ser más creativos, constructivos y eficientes. Las organizaciones que valoran este atributo no sólo tienen unidades de alto rendimiento, tienen personas con ganas de innovar.
- Mide: basar las decisiones en datos y modelos analíticos es un factor clave para el éxito de las organizaciones. La información sigue siendo una fuente inagotable de poder porque nos permite conocer nuestro entorno y perfilar los mecanismos que necesitamos para reaccionar proactivamente. Una organización sin buen manejo de los datos está condenada al oscurantismo y a una toma de decisiones tan errática como confundida.
- Lidera: conviértete en el ejemplo a seguir, demuestra valores y comportamientos que inspiren, motiven y fomenten a los colaboradores a abrazar el cambio, comprenderlo y gestionarlo. El cambio es lo único constante.
- Céntrate en el cliente: sé el cliente, empatiza con tu segmento, alinéate con sus expectativas y construye soluciones. Eso es lo que les permite a las organizaciones crear tendencias, más allá de solventar necesidades puntuales. Haz que tu cliente se mantenga atento a tus próximos pasos.
Aunque jamás dejaré de ir a las bibliotecas, la era digital no exige mantenernos en constante actualización, empleando la digitalización como aval para obtener resultados aún más extraordinarios. Al fomentar una cultura de adaptabilidad, colaboración, empoderamiento, enfoque en el cliente y liderazgo transformacional, las organizaciones pueden no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno empresarial en constante transformación.
