El pasado 29 de junio, el área de Relaciones Institucionales Global de Telefónica organizó, en colaboración con el Instituto de Empresa y Humanismo un coloquio titulado “La Empresa en el mundo de hoy: Ética y Reputación” en el auditorio de Casa de América.
El encuentro reunió a unas cien personas y contó con la intervención inicial de D. Ricardo Martí Fluxá, Presidente del Instituto Empresa y Humanismo y de D. Carlos López Blanco, Director Global de Asuntos Públicos y Regulatorios Telefónica S.A.
Carlos Lopez Blanco habló sobre la sensibilidad a nivel de reputación y confianza de una empresa como Telefónica con miles de clientes e inversores, basada en la transparencia y la integridad en el trato con ellos. Por otro lado, se destacó el concepto de sostenibilidad, totalmente incorporado en su estrategia y reconocido por ciertos índices como el Dow Jones. Por eso en Telefónica se ha lanzado una nueva función denominada “negocio responsable” que va más allá de la pura reputación e implica la estrecha relación entre los valores, los principios y todo lo que hace fuerte la reputación en la empresa con el negocio y la estrategia.
El presidente del Instituto Empresa y Humanismo, Ricardo Martín Fluxá, recordó que vivimos en tiempos de cambio y que las empresas “no son solo racionalidad económica y búsqueda inmediata de beneficio, sino que también deben crear comunidades”
A continuación se estableció un coloquio entre D. Javier Gomá, Ensayista y Director de la Fundación Juan March y D. José Antonio Zarzalejos, Periodista y Abogado donde se desgranaron los conceptos sobre ética y reputación en la empresa y cómo los valores intangibles como la integridad, el respeto, una justa política interna y prácticas transparentes son la base de la reputación y su relación con la confianza como base de cualquier relación sostenible.
José Antonio Zarzalejos argumentó que la reputación “no es la responsabilidad social corporativa, ni la moralidad de los ejecutivos. La reputación es la percepción de una institución con connotaciones positivas e intangibles por parte de los públicos de interés. Tiene que ver con hacer bien las cosas”.
Por su parte el filósofo Javier Gomá incidió en que lo “verdaderamente condicionante” tanto en el campo de la política como de la empresa “es que los que compran las mercancías exijan un comportamiento ético. Es la sociedad la encargada de mejorar sus instituciones mediante un uso alerta y responsable de la opinión pública”. Ese planteamiento lleva a una verdad incontestable: “La manera más eficaz de parecer decente es serlo”.
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