¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Llevo varias décadas en Telefónica. He trabajado la mayor parte de mi vida en esta empresa, para mí forma parte de mi vida.
En este tiempo aquí, crecí como persona y como profesional, me casé, tuve todos mis hijos, empecé mi carrera como profesional en Argentina, me transformé en CTO con 31 años, me mudé a Alemania y luego a Brasil; y vuelta a Argentina, pero con todos sus matices y desafíos.
Siempre trabajé en el área de Tecnología y si alguien piensa que puede ser monótono está equivocado. A lo largo de los años instalamos nuevas tecnologías, las evolucionamos, las apagamos, fusionamos redes, sistemas, empresas, también las vendimos, las juntamos y las separamos. El cambio es constante, los desafíos no acaban nunca y la experiencia que se gana es incomparable e inconmensurable.
En lo personal he pasado por todas las emociones de manera colectiva: alegría, emoción, frustración, orgullo, tristeza, euforia, pero nunca, nunca resignación, eso jamás. Es una identidad de esta empresa, por muchos obstáculos que haya, en cualquier geografía y en cualquier circunstancia, siempre salimos adelante, siempre conseguimos lo que nos proponemos.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecha u orgullosa?
Diría al revés, difícil no sentirme orgullosa de algún proyecto. Me siento orgullosa de que la fibra y la televisión que llegue a más de 20 millones de hogares en Latinoamérica. También de todas las redes móviles que conectan a más de 200 millones de personas en los países por los que pasé, de la transformación de los sistemas de clientes en Hispam y de los apagados y desmontaje (de verdad) de los sistemas legados (sólo se apaga de verdad cuando nos llevamos todo). Así mismo, me siento orgullosa de los nuevos canales digitales que potencian radicalmente la experiencia de nuestros más de 100 millones de clientes en Hispam. Me emociona en especial «Internet para Todos» que literalmente, le cambia cada día la vida a más de 3 millones de peruanos que viven en zonas rurales. Me llena de orgullo «Dalia en México», por la valentía de todo el equipo para haberlo imaginado, diseñado e implementado y porque marcó el primer hito de una nueva manera de hacer las cosas. Me conmueve mucho pensar que con mi trabajo y el de nuestros equipos impactamos tan positivamente en la vida de las personas.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad desde su origen?
Muchísimo. Hoy y desde hace tiempo estamos presentes en cada instante de la vida de toda la población. Alguien dirá que hace 80, 90 o 100 años no era así, pero eso es porque no conseguimos imaginar cómo era la vida antes de que cualquiera tuviera un teléfono fijo o de poder hacer comunicaciones telefónicas transatlánticas.
Telefónica ha posibilitado el desarrollo de cada uno de los países por donde ha pasado. Llevar internet a las casas y empresas, primero con ADSL y luego con fibra o habilitar la conexión personal mediante un móvil a la mayoría de la población, cambia radicalmente las oportunidades de la gente, ya sea en educación, en salud, en capacidad de generar nuevos negocios, en seguridad. La mayoría de los negocios del mundo de hoy no existirían como los conocemos o no existirían directamente si no fuera por los servicios y productos que nosotros ofrecemos. El aporte de Telefónica a la sociedad es enorme y creo que muy especialmente en Latinoamérica donde nuestra presencia ha transformado pueblos, ha “des-aislado” sociedades enteras, les ha permitido crecer y desarrollarse.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Es interesante la pregunta porque cuando hablo con los equipos de nuestros despliegues de FTTH y del apagado del cobre, siempre digo que estamos preparando a Telefónica para los próximos 100 años y bromeo con que alguien en ese tiempo se acordará de nosotros sin saber quiénes fuimos.
No tengo dudas de que Telefónica seguirá siendo protagonista de esa sociedad del futuro, siempre a la vanguardia de la evolución tecnológica, de la innovación, de romper paradigmas. Habrá adoptado tecnologías que hoy no imaginamos, construido plataformas y servicios que no conocemos. El mundo será distinto, completamente digital y softwarizado pero Telefónica será el vehículo para que las vidas de las personas y los negocios se conecten, siempre creando un mundo más humano. ¿Cómo no va a ser así si ese es nuestro ADN? Y ese ADN, persistirá y se seguirá fortaleciendo en adelante.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Seguro que sí, porque ya lo hemos hecho, pero la vida sería más complicada. La tecnología nos facilita la vida, nos conecta con los que están lejos, nos simplifica la forma de trabajar, todo lo hacemos más sencillo y rápido. Hoy por las responsabilidades que implica mi trabajo no apago nunca el móvil, la excepción es en los aviones porque -por ahora- así nos mandan. Pero eso no significa que sea completamente dependiente.
Sigo creyendo que verse cara a cara es otra cosa, sea con una amiga, con la familia o con compañeros de trabajo. La vida del encierro pandémico no me gustó nada. Hoy viajo para estar cerca de los equipos que están en otros países, no me conformo sólo con el Teams, aunque claramente nos haya cambiado la vida. Hoy con mis amigas del taller literario cambiamos de día si alguna no puede, no nos imaginamos volver a vernos la cara en una pantalla.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
Personalmente la tortilla de papas la prefiero con cebolla. Aunque en Argentina eso puede ser motivo de discusión, no será demasiado apasionada. Si queréis una discusión más emocionante tendrías que preguntar si asado con achuras o sin achuras, si flan solo, con crema o dulce de leche, si River o Boca…En mi caso, asado sin achuras, flan con dulce de leche y ni River ni Boca sino San Lorenzo.
Nomina a otro compañero para aparecer en esta sección
¡Uy, es difícil elegir! Hay montones de personas increíbles que tienen mucho para compartir en Telefónica, pero sería lindo escuchar (o leer en este caso) a Gabriela Flores y Cristina Helguera, dos profesionales talentosas que llevan adelante proyectos muy retadores en la región, saber cómo se ve Telefónica desde sus ojos jóvenes. También me gustaría nominar a Luis Benatuil, que con su pasión arrolladora y su entusiasmo nos cuente cómo se ve Telefónica desde la línea divisoria de los hemisferios y de toda su experiencia en diferentes geografías.
