- El mismo país que implementó a gran escala la fibra óptica ha batido el récord de velocidad de Internet en este año 2025. ¿De cuál se trata?
- Este récord implicaría poder descargar el catálogo completo de Movistar Plus+… ¡en un único segundo!
- El primer cable submarino de fibra óptica data de los años 80 del siglo XX y soportaba 40.000 llamadas telefónicas de manera simultánea.
- ¿Sabías que los cables de fibra óptica son más finos que el cabello humano?
La evolución de esta tecnología ha hecho que alcance a una gran cantidad de usos y aplicaciones que hace unos años eran impensables, gracias, entre otras cuestiones, a la aportación de los cables submarinos, por donde viaja el 99% del tráfico mundial de Internet.
En este artículo vamos a profundizar en una serie de curiosidades sobre la fibra óptica desde diferentes perspectivas, tanto desde su composición, su origen histórico o sus diferentes tipologías.
Japón, primer país en implementar redes de fibra óptica a gran escala
Si bien la primera utilización para telecomunicaciones se llevó a cabo en 1977 en Estados Unidos, en la década de los 80 fue Japón el primer país que implementó redes de esta tecnología a gran escala.
En el año 2025, este país es nuevamente protagonista con esta tecnología puesto que investigadores del Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (NICT) han alcanzado un hito en la transmisión de datos: 1,02 petabits por segundo, que traducido son 125.000 gigabytes de datos por segundo (Gbps), más del doble del récord mundial anterior establecido en 2024 de 50.250 Gpbs.
Por contextualizar la magnitud de estas cifras, podríamos resumirlo en que todo el contenido disponible en Movistar Plus+ se descargaría en… ¡un segundo!
Tal y como explica la publicación Interesting Engineering, esto se alcanzó gracias a un modelo de fibra que cuenta con 19 núcleos internos. Este récord no tiene que ver solo con la velocidad, sino también con la distancia, al haberse conseguido la transmisión en una distancia de unos 1.800 kilómetros (1.180 millas).
Más fina que un cabello humano
Dentro de los tipos de fibra óptica, existen diferencias en el tamaño entre las de fibra multimodo y la monomodo.
La fibra multimodo cuenta con un diámetro mayor que la monomodo, abarcando un rango que oscila entre los 50 y los 100 micrómetros (una milésima parte de un milímetro).
Por su parte, el cable monomodo es un solo puesto de fibra de vidrio que cuenta con un diámetro que va de los 8,3 a los 10 micrones.
Como estas cifras son tan minúsculas, podríamos contextualizarlo con el tamaño del cabello humano que puede oscilar entre los 15 y los 170 micrones, aunque lo más frecuente es que se encuentren entre los 60 y los 110.
Por lo tanto, podemos afirmar que, pese a variaciones dependiendo del tipo de fibra, los cables de esta tecnología son de menor grosor que los pelos humanos.
El viaje de la fibra por los cables submarinos
La enorme evolución que ha supuesto el avance en los cables submarinos podemos observarla en un dato que, aunque anecdótico, es representativo.
La primera conexión por cables entre América y Europa data de 1858, en concreto entre Canadá y la isla de Irlanda, cuando se puso en funcionamiento un cable telegráfico por el que la reina Victoria envió una felicitación al presidente estadounidense de aquel momento, James Buchanan. Una comunicación que tardó 17 horas en llegar… y que para la época supuso un gran éxito.
Desde esa primera conexión transoceánica hasta la actualidad, la evolución de los cables submarinos ha sido enorme.
Algo a lo que la fibra óptica no es ajena: en 1988 se inauguraba el TAT-8, el primer cable de esta tecnología, con capacidad para soportar 40.000 llamadas simultáneas entre Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Sin embargo, tres años antes -es decir, en 1985- la fibra óptica ya había sido usada experimentalmente en el OPTICAN-1 para probarla y perfeccionar las técnicas de despliegue, operación y reparación, un despliegue que con un coste de 6.500 millones de dólares fue posible gracias a Telefónica y AT&T con el que se buscaba mejorar las deficiencias que se habían detectado en el PENCAN-2, que unía telefónicamente las ciudades insulares de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
La enorme importancia de los cables submarinos la podemos apreciar en un dato que ya hemos apuntado anteriormente: el 99% del tráfico mundial de Internet lo hace a través de estos, si bien no todos son de fibra óptica.
Viaje por luz
A diferencia de otras tecnologías, la fibra óptica transmite la información a través de pulsos de luz basados en dos fenómenos físicos: la refracción y la reflexión interna total.
De este modo, los pulsos luminosos se reflejan internamente sin escapar permitiendo de este modo la transmisión eficiente a largas distancias de información sin que se produzcan pérdidas significativas.
Como curiosidad podemos añadir que al mirar a la fibra óptica no se puede ver la luz. Es más, resulta contraproducente: y es que, puesto que la luz que circula por el cable no se encuentra en el espectro visible -algo a lo que habría que añadir su concentración y potencia- puede resultar dañino para la retina.
Paternidad compartida
Como comentábamos en una entrada reciente sobre la historia de la fibra óptica, la “paternidad” de la fibra óptica se encuentra compartida.
Por un lado, el físico indio Narinder Singh Kapany es considerado como “el padre de la fibra óptica” mientras que el chino Charles Kuen Kao es el “padre de las comunicaciones por fibra óptica”.