Varias son las tecnologías que hacen posible la magia de Internet, aunque el cable submarino permite que dos personas situadas a ambos lados del Océano Atlántico se comuniquen de manera instantánea.
TAT-8: primer cable submarino de fibra óptica
El TAT-8 se convirtió en el primer cable submarino de fibra óptica, inaugurado en el año 1988, 130 años después de la primera unión entre continentes, concretamente entre Irlanda y Terranova (Canadá), aunque esto lo veremos más adelante.
Formado por un consorcio de operadoras (AT&T, FT y BT entre otras), el TAT-8 tuvo inicialmente una capacidad de 40.000 circuitos telefónicos (es decir, llamadas simultáneas) entre Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
Este cable tuvo un coste de 335 millones de dólares, disponía de tres cables de fibra óptica (dos en activo y uno de seguridad) y fue retirado del servicio en 2002.
Los tiburones también supusieron un problema a este cable, algo que en Telefónica tampoco nos resulta ajeno, como explicamos en el post sobre la historia de la compañía en los años 80.
OPTICAN-1: fibra óptica de manera experimental
Y es que ya en 1985 se había utilizado la fibra óptica de manera experimental en el OPTICAN-1 para probar la nueva tecnología y perfeccionar las técnicas de despliegue, operación y reparación.
Este despliegue tuvo un coste de 6.500 millones de dólares y fue posible gracias al convenio firmado entre Telefónica y AT&T con el que se buscaba mejorar las deficiencias que se habían detectado en el PENCAN-2, que unía telefónicamente Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
Historia de los cables submarinos
Como comentábamos antes, el primer cable submarino transoceánico es de mediados del siglo XIX, concretamente de 1858, con la unión entre Irlanda y Terranova por medio de dos barcos que estaban en el Atlántico para tirar más de 4.000 kilómetros de cable.
Once días después de producirse la unión, se envió el primer mensaje: una felicitación de la reina Victoria al entonces presidente norteamericano James Buchanan. El mensaje tardó 17 días en llegar, pero pese a que ahora pueda parecernos mucho tiempo en ese momento supuso un gran éxito.
Tras algunos fallos, en 1866 se tendió un nuevo cable más grueso, con mejor aislamiento y un mayor blindaje, a lo que había que añadir una velocidad de conexión 80 veces superior al anterior, por lo que estaríamos hablando de la primera conexión duradera y efectiva entre Europa y América.
El primer intento de cable es ligeramente anterior, concretamente de 1950, aunque fue accidentalmente cortado por un pescador, y unía Reino Unido y Francia. Cinco años después ya había instalados a lo largo del planeta más de una veintena de cables submarinos.
Marea, el cable que conecta España con Estados Unidos
Más de siglo y medio después del primer cable transoceánico, Marea cuenta en la actualidad con 6.600 kilómetros de longitud y 200 Tbps, lo que le convierte en uno de los cables de capacidad del mundo.
Este cable de Telxius, de Telefónica Infra y uno de los principales operadores digitales de infraestructuras de telecomunicaciones, ha revolucionado las comunicaciones transatlánticas y conecta Virginia Beach en Estados Unidos con la localidad vizcaína de Sopelana (en España) “proporcionando la ruta de más baja latencia entre EE.UU. y el sur de Europa”.
Esta ruta única que fortalece las conexiones globales ha hecho que, gracias a su diseño flexible, Marea haya supuesto un punto de inflexión.
Si queréis, podéis profundizar más sobre los cables submarinos de Telxius, las características de las que disponen, las rutas que cubren u otras curiosidades.
Imágenes históricas de cables submarinos de Telefónica
Aprovechando que estamos celebrando nuestro centenario, os animamos a que buceéis en la web https://www.telefonica100.com/ en la que podéis encontrar imágenes sobre el siglo de historia de la compañía entre las que, obviamente, también se encuentran numerosas fotografías sobre cables submarinos relevantes de la historia de Telefónica.
Aquí os dejamos una pequeña selección:
