Cuando terminó mi pasantía, me invadió la pregunta: ¿Y ahora qué sigue? Entonces tuve mi primera entrevista en Telefónica para el rol de coordinador de Cobranzas B2B.
Dando pasos
¿Y que creen? No quedé, pero fue el primer paso. Semanas después, gracias a esa experiencia, recibí la oportunidad de asumir un nuevo reto: ser Ejecutivo de Centro de Servicio de Telefónica en Venezuela. Mi primera oportunidad en el mundo laboral, mis primeras lágrimas y risas en un entorno que ya solo la vida estudiantil, esos primeros pasos en una organización lo he dado en los pasillos de Telefónica. ¿Y es que quién no recuerda su primer empleo? Si es el más significativo de las carreras de las personas, porque es la verdadera experiencia de aprender de otros y de descubrir esas fortalezas y oportunidades de mejoras. Es todo un descubrimiento.
No fue ni ha sido fácil. Hablar con clientes todo el día, representa un desafío mucho mayor que dominar procesos o herramientas. Pero decidí asumirlo, y cada día aprendo más: de mis supervisores, compañeros y, sobre todo, de cada interacción con quienes confían en nuestro servicio. Cada conversación es una oportunidad para mejorar, para entender mejor las necesidades del otro, practicar la empatía y para crecer como profesional.
En medio de hojas de Excel, café, sistemas, gente y metas por alcanzar, entendí que cada reto es una lección. Y en una empresa que, apuesta por el talento joven en un entorno tan cambiante, que se leen a diario en las noticias de medios digitales, miro hacia atrás y solo reafirmo mi compromiso con la educación, la preparación y el crecimiento continuo en un camino que apenas comienza.
Los motivos
¿Y por qué quiero compartir esta historia tan personal? Porque vi y tuve la oportunidad de tener mi primer empleo en una empresa trasnacional que siempre apuesta al talento joven y poque quiero trasmitir un mensaje a los jóvenes de mi generación y los que están en formación, Es una reflexión para quienes están comenzando o aún dudan: El primer empleo no define quién eres, pero sí te enseña a quién puedes llegar a ser. Prepárate, atrévete, pregunta, equivócate, aprende… y, sobre todo, cree en ti. Porque los retos son parte del camino, y cada uno trae consigo una oportunidad de transformación. El camino apenas está comenzando.