Los líderes de las mayores potencias económicas del mundo se han reunido en el evento anual más importante del Grupo de los 20 (G20), el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política. La cumbre del G20 de 2018, celebrada en Buenos Aires el pasado 30 de noviembre, destacó la importancia de la cooperación a nivel mundial y asumió la responsabilidad del G20 en el crecimiento y la estabilidad de la economía mundial.
En este espacio común para el diálogo, el presidente Macri abrió la sesión plenaria anunciando que deberían construirse sociedades más justas e inclusivas mediante el fomento de políticas que promuevan un amplio intercambio de los beneficios de la economía digital.
Telefónica da la bienvenida a la Declaración de Líderes del G20, llamada «Creación de consenso para un desarrollo justo y sostenible» (Building consensus for fair and sustainable development) y acoge con ilusión el enfoque en una agenda centrada en el ser humano, inclusiva y con visión de futuro. Se ha avanzado hacia el compromiso de la sociedad en su conjunto para ofrecer una solución a los importantes retos que tenemos por delante.
Tal y como Telefónica contempla en su «Manifiesto por un nuevo Pacto Digital«, todos debemos intentar poner un foco renovado en las personas y en cómo sus vidas diarias se ven afectadas por los cambios tecnológicos.
El debate sobre cómo podemos conseguir una digitalización centrada en el ser humano parece estar, por fin, en la agenda de sociedades, empresas y gobiernos. La notable velocidad a la que se produce este cambio exige respuestas a nivel global, capaces de preservar no solo a la humanidad, sino también a las instituciones sociales, económicas y democráticas.
La mayoría de los pilares que destaca la Declaración del G20 se incluyen en la propuesta de Telefónica para esta nueva era digital. En este sentido, el primer paso para la inclusión es tener una infraestructura que sea capaz de conectar a todos. Así pues, reformar los modelos actuales para estimular las inversiones, ofrecer formas innovadoras de proporcionar infraestructura de conectividad y proporcionar a los usuarios habilidades digitales básicas para que puedan obtener beneficios es fundamental para no dejar a nadie atrás.
Otra gran preocupación pública relacionada con la digitalización es el futuro del trabajo y cómo la transición a esta nueva economía presenta desafíos tanto a individuos, como a empresas y gobiernos.
Hay una necesidad urgente de que se implementen políticas que recojan los beneficios del futuro mercado laboral. Los gobiernos y las empresas deben ayudar a los trabajadores a prepararse para esta revolución digital mediante la modernización de los sistemas educativos, la implementación de programas corporativos de actualización de habilidades y la adaptación de las políticas tributarias a la economía digital para no poner en peligro nuestro sistema de bienestar.
En la Declaración de Líderes también se han reafirmado otros temas, como el apoyo al flujo libre de información, el fomento de la confianza del consumidor, la privacidad de los datos, la protección de los derechos de propiedad intelectual o la importancia de abordar los problemas de seguridad en el uso de las TIC.
La digitalización ha dejado muchas políticas públicas y marcos jurídicos desactualizados. Es necesario rehacer la creación de políticas para crear un nuevo paradigma para modernizar nuestras democracias para la era digital. Sin embargo, también se requieren políticas de liderazgo a nivel corporativo para conseguir un desarrollo sostenible y ético de este proceso.
Es alentador y estimulante confirmar que el Grupo de los 20 ha reforzado su compromiso para hacer que la digitalización sea una nueva oportunidad para el progreso humano.