Ante las cada vez mayores amenazas de sequía a un más elevado número de habitantes del planeta, poder desarrollar un uso más eficiente del agua sin duda ayuda a paliar las negativas consecuencias de este problema.
Algo que, según recoge la ONU, puede acabar de comenzar a manifestarse, con una reducción de los niveles de los embalses o un menor rendimiento agrícola.
De hecho, el informe ‘Retrato global de la sequía’ alerta de que este problema es «una emergencia sin precedentes a escala planetaria, en la que los impactos masivos de las sequías inducidas por el ser humano apenas están empezando a manifestarse».
Este mismo informe aporta numerosos datos para hacernos a la idea de la magnitud de las sequías, como por ejemplo que hacía 500 años que en Europa no se sufría una tan grave como la de 2022 o que 170 millones de personas sufrirán sequías extremas si la temperatura media mundial aumenta 3 ºC por encima de los niveles preindustriales, 50 millones más de lo previsto si el calentamiento se limita a 1,5 ºC.
Tecnologías como el Big Data pueden ser de ayuda en el objetivo de conseguir una mayor eficiencia en la gestión del agua.
Tecnología para la gestión integral del ciclo del agua
Disponer de tecnologías como el Big Data, el IoT o la Inteligencia Artificial orientadas a la gestión del ciclo del agua pueden mejorar la gestión, garantizar una recuperación, tratamiento y aprovechamiento mejores e, incluso, concienciar a los consumidores al disponer de más información sobre su consumo de agua y cómo reducirlo.
La estimación es que tecnologías como el Big Data permiten ahorrar hasta un 20% de agua en el sector agrícola, una cifra que puede llegar a duplicarse si los datos que se recogen son de cada plantación y no por zonas, puesto que al ser áreas de mayor tamaño dan lugar a mayores imprecisiones.
Soluciones para la transformación digital del ciclo del agua
Como hemos señalado anteriormente, el avance de tecnologías como el Internet de las Cosas o el Big Data sirven al objetivo de mejorar esta gestión. Para ello, Telefónica cuenta con una serie de soluciones para optimizar la transformación digital del ciclo del agua:
- Monitorización de la red de abastecimiento. La supervisión y control en remoto de las infraestructuras, independientemente de la dispersión geográfica u organizativa que pueda haber, es de gran importancia.
- Gemelo digital para simulación de escenarios. Con los modelos virtuales se puede disponer de detalles de las redes de transporte y distribución.
- Portal de cliente para atender de manera centralizada. Este servicio para la gestión de la lectura, la facturación y el cobro sirve para gestionar las incidencias que de ellos pudieran surgir.
- Definir patrones y hacer predicciones. Los datos de las mediciones recogidos a través de sensores permiten conocer qué hay detrás de las lecturas e identificar situaciones novedosas. Igualmente, pueden definirse patrones de consumo o hacer predicciones de demanda.
- Detección de fugas y alerta temprana. Detectar usos fraudulentos de la red o fugas no visibles también ayuda a una gestión más eficiente. Los mencionados sistemas de alerta sirven tanto para conocer información real como para predecir comportamientos futuros basados en datos recopilados previamente.
- Monitorización del alcantarillado. Monitorizar las redes de alcantarillado puede agilizar la toma de decisiones para la detección de vertidos o atascos.
- Monitorización de las depuradoras y control de la calidad del agua. Supervisar en remoto las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como poder detectar la carga de contaminación que pueda haber en el agua sirve también para mejorar la eficiencia de la gestión.
Conclusión
Minimizar el impacto de las sequías puede conseguirse si se desarrolla una gestión de los recursos hídricos que sea más eficiente. Para ello, tecnologías como el Big Data pueden ser de gran ayuda.
Igualmente, sirve para inculcar a la ciudadanía la importancia de minimizar el despilfarro mediante algo tan sencillo como conocer con mayor detalle el consumo de este bien tan preciado y animar a reducir dicho derroche.
Concienciar sobre la importancia de los recursos hídricos, como por ejemplo con la conmemoración del Día del Agua, también incrementa el grado de conocimiento sobre los problemas que de su escasez y de su incorrecta utilización se pueden generar.
