Australia se ha posicionado como uno de los países más destacados en la promoción de un entorno digital seguro para niños, niñas y adolescentes. Su compromiso comenzó en 2015 con la creación de la Comisión de Seguridad Digital (eSafety Commissioner) y la adopción de la Ley para el Fortalecimiento de la seguridad en línea (Enhancing Online Safety Act).
Consciente del rápido ritmo del cambio tecnológico y del surgimiento de nuevas plataformas y servicios, en 2019 el gobierno australiano propuso una reforma legislativa para actualizar las garantías de seguridad en el entorno digital. Como resultado, en 2021 se adoptó la Ley de seguridad en línea (Online Safety Act), la cual revocó la ley del 2015 anteriormente mencionada.
Uno de los elementos más relevantes de esta legislación es el reconocimiento explícito de los riesgos asociados a la interacción y al contenido en línea que experimentan infancia y adolescencia. En este contexto, se comenzó a explorar la implementación de sistemas de verificación de edad, resultando en la adopción de la Hoja de Ruta para la Verificación de Edad (Roadmap for Age Verification) en 2023.
Más recientemente, en 2024, el gobierno australiano realizó una revisión de la Online Safety Act, la cual concluyó con la adopción de una enmienda que establece una edad mínima de 16 años para acceder a redes sociales (Social Media Minimum Age).
El enfoque de Australia sobre los sistemas de comprobación de edad
Para definir los criterios que deben cumplir los sistemas de verificación de edad que deberán implementar las plataformas de contenido pornográfico (+18) y las redes sociales (+16), el gobierno australiano lanzó una licitación para un ensayo tecnológico de verificación de edad (Age Assurance Technology Trial). Esta fue adjudicada a Age Check Certification Scheme (ACCS); un organismo de evaluación de la conformidad del Servicio de Acreditación del Reino Unido compuesto por auditores, especialistas en certificación y expertos en protección de datos.
La principal tarea encomendada a ACCS fue realizar una evaluación independiente de las tecnologías disponibles en Australia para la verificación de edad, estimación de edad, inferencia de edad, o control parental. Dado que la legislación australiana no permite el uso de documentos oficiales de identidad, estas tecnologías de comprobación de edad incluyen métodos que confirman la edad como marcadores biométricos o patrones de comportamiento digital.
A finales del mes pasado, ACCS publicó un informe con los resultados preliminares, los cuales se presentaron como doce conclusiones clave. A grandes rasgos, las conclusiones son las siguientes:
- La comprobación de edad puede realizarse de manera privada, sólida y eficaz.
- No se han identificado limitaciones tecnológicas que impidan implementar los requisitos de elegibilidad por edad establecidos por las autoridades australianas.
- Las soluciones con un alto nivel de preparación tecnológica (puntuación de 7 o más según la métrica Technology Readiness Level) pueden integrarse en la experiencia del usuario.
- No existe una solución única y universal. La tecnología debe elegirse según el propósito específico o las características de la plataforma.
- El sector de la comprobación de edad se encuentra en un momento de innovación y de transición para pasar de la investigación hacia productos viables.
- Las tecnologías de verificación de edad cumplen con las políticas de privacidad. Los datos que se recolectan, almacenan, comparten y eliminan de acuerdo con el principio de privacidad desde el diseño (privacy by design). Además, solo se utilizan los datos necesarios y con el consentimiento explícito.
- En general, los sistemas de análisis de edad por raza y género no presentan desviaciones significativas (salvo en el caso de poblaciones indígenas australianas debido a la falta de datos representativos).
- A pesar de los avances en el sector, existe margen de mejora en las tecnologías de comprobación de edad.
- No hay evidencia de que los sistemas de control parental sean adecuados para adaptarse a las habilidades y capacidades digitales progresivas de los menores, mejorar sus derechos digitales o ser plenamente eficaces y seguros en la gestión de su huella digital.
- Debido al rápido avance tecnológico, los sistemas de comprobación de edad deben estar continuamente monitoreados, actualizados y mejorados.
- Ante la falta de directrices específicas para el diseño de estos sistemas, varios proveedores han anticipado en exceso las posibles exigencias regulatorias, lo que aumenta el riesgo de violaciones de privacidad por la recopilación y retención innecesaria o desproporcionada de datos.
- El enfoque basado en estándares adoptado en el ensayo constituye una base sólida para el desarrollo de esquemas de acreditación y certificación.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Las plataformas de pornografía y redes sociales deberán implementar sistemas de comprobación de edad antes de diciembre de 2025. Después de esa fecha, el gobierno australiano realizará una revisión para asegurar que las plataformas estén tomando medidas razonables para evitar el acceso de la franja de edad estipulada por la legislación. En caso de incumplimiento, las plataformas pueden afrontar sanciones económicas de hasta 50 millones de dólares australianos (aproximadamente 27,7 millones de euros).