Antes de conocer cuál es la relación que une a la Web 3 y al Blockchain, veamos una breve descripción de cada uno de estos dos conceptos.
Qué es la Web 3
La Web 3, sucesora de la Web 1.0 y de la Web 2.0, es la tercera generación de Internet que permite un mayor grado de descentralización y personalización, después de unos modelos anteriores marcados por los contenidos estáticos en el primero de los casos y por su carácter social e interactiva en el segundo, cambiando de paradigma en la web3 al ser los usuarios, vía tokens, los propietarios de lo que se crea..
Según explica Yaiza Rubio, directora de Web 3 y Metaverso de Telefónica, “la web3 está configurando un futuro de internet que promueve la descentralización” además de estar “redefiniendo la manera en que los usuarios gestionan sus datos y activos digitales, gracias a la tecnología Blockchain”.
Asimismo, Rubio expone que se trata de una transición “hacia una web más abierta y controlada por los propios usuarios” que también “abre la puerta a nuevas formas de interacción online, creando una economía digital más inclusiva y transparente”.
De igual manera, vaticina “una transformación profunda en cómo vivimos, trabajamos y nos relacionamos en el mundo digital” a pesar de la existencia de desafíos sociales o técnicos que todavía están pendientes de superar.
Qué es el Blockchain
El Blockchain, cuya traducción podría ser cadena de bloques, es una tecnología que funciona como un libro de contabilidad digital descentralizado, así como compartido entre diferentes nodos de una red.
Una tecnología que supone, como su propio nombre indica, una cadena continua de información sobre transacciones, un sello temporal y un enlace criptográfico al bloque anterior, lo que hace que para estar en disposición de modificar o alterar los registros de un bloque haya que hacerlo con los anteriores.
De esta manera, la manipulación se hace casi imposible si no se cuenta con la participación de la mayoría de las personas que forman parte de la red.
El Blockchain cuenta con una serie de particularidades como la descentralización (al replicarse la información entre los nodos participantes y no estar en un único servidor), la inmutabilidad (como hemos explicado en el párrafo anterior), la transparencia (el conjunto de participantes puede acceder y/o verificar la información) y la seguridad (gracias al uso de la criptografía).
Relación entre Blockchain y Web 3
Entre estas dos tecnologías existe una relación muy estrecha, puesto que la cadena de bloques es la base tecnológica de la visión descentralizada y que se encuentra con el foco puesto en el usuario de la Web 3.
Así pues, la infraestructura necesaria para que la Web 3 opere de manera transparente y segura está proporcionada por el Blockchain, pudiendo las aplicaciones de Web 3 aprovechar la confiabilidad y la inmutabilidad que ofrece la cadena de bloques.
La seguridad y la privacidad de la Web 3 también se ven mejorados gracias a la descentralización del Blockchain y a disponer de los datos repartidos entre varios y diferentes nodos, permitiendo de este modo que la vulnerabilidad ante posibles ataques sea menor.
Esta capacidad del Blockchain de operar como habilitador de la descentralización de la Web 3 permite asegurar no solo la seguridad, como comentábamos anteriormente, sino también la soberanía del usuario o la integridad de los datos.
El hecho de que las transacciones de la cadena de bloques queden registradas de manera segura e inmutable posibilita que las aplicaciones en Web 3 validen transacciones y garanticen la integridad de los datos.
Por otro lado, los smart contracts -código autoejecutable en Blockchain- hacen posible operar sin intermediarios garantizando que las transacciones y condiciones se ejecuten según están programadas, dando a los usuarios más control y reduciendo el riesgo de manipulaciones.