Search Menu

Transformación y gestión de cambios en las empresas

"No entiendo por qué tenemos que cambiar", "aquí siempre hemos funcionado así", "trabajo perfectamente con la herramienta actual". ¿Te retumban estas frases en la cabeza? ¿Las has escuchado? ¿Las has dicho? Son frases que se escuchan mucho cuando lideras proyectos transformadores. Surgen una y otra vez, como una defensa automática ante cualquier intento de cambio.

Carlos Espacios

Pero la transformación no es una moda. Es una necesidad. Y en este artículo te explico por qué, qué implica y cómo puedes impulsarla sin que se te vuelva en contra.

Suscríbete al blog de Telefónica y entérate antes que nadie.





¿Qué es transformar?

Cuando hablamos de transformación, hablamos de convertir «algo» que ya existe, en «algo» mejor. No buscamos empezar desde cero. Buscamos mejorar, que puede significar muchas cosas: más eficiente, más humano, más simple, más sostenible, más escalable…La clave está en que, tras una transformación, se aporte más valor con menos esfuerzo, tiempo o recursos. Ya sea en productos, servicios, procesos o incluso formas de trabajar.

Caso de éxito: del cobre a la fibra

Un caso en el ámbito de las telecomunicaciones, que ha transformado la vida cotidiana de millones de personas, ha sido el paso del cobre a la fibra óptica.

Este cambio comenzó a implantarse en 2010, pero ya en la década de los 2000 se empezaron a realizar pruebas piloto con este nuevo material. El objetivo era claro: ofrecer una conexión más rápida, estable y con la capacidad necesaria para soportar todo lo que hoy damos por hecho (streaming, videollamadas, hogares conectados…).

Este cambio no fue sencillo, ya que ha implicado entender una nueva tecnología, saber cómo usarla, rediseñar procesos, formar a personas, adaptar servicios y lidiar con una red enorme ya instalada. Pero los beneficios obtenidos están a la orden del día, sin los cuales no entenderíamos el mundo en el que vivimos.

El mayor obstáculo: nosotros mismos

Entonces, si los beneficios son tan evidentes, ¿por qué cuesta tanto cambiar? Podríamos pensar en desafíos tecnológicos, problemas de financiación, falta de conocimiento experto. Pero no.

Paradójicamente, siendo las personas las que impulsamos los cambios, también somos el mayor obstáculo. Pero debe entenderse con perspectiva. Las frases del inicio del artículo no son quejas vacías. Vienen de profesionales que dominan lo que rodea a su puesto de trabajo. Que saben qué hacer, cómo hacerlo y con quién tienen que hablar. Lo tienen todo bajo control, y eso da seguridad.

El problema de tener tan controlado lo que haces, es que te sientes cómodo. Y ahí es donde aparece la zona de confort. Y cuando algo amenaza con sacarnos de ahí, aparece la resistencia al cambio.

¿Qué es la resistencia al cambio?

La resistencia al cambio es el rechazo, más o menos consciente, a aquello que pone en riesgo lo que ya conocemos. No es solo una cuestión laboral. Es algo humano, porque perder la sensación de control que tenemos de nuestro alrededor nos perturba, nos pone nerviosos. Nos incomoda.

El problema de no salir de nuestra zona de confort es que no avanzamos, no crecemos, no aportamos más. Y en un entorno tan cambiante y competitivo como el actual, esto es una condena.

Escucha a los demás, y te escucharán

La pregunta es clara: ¿cómo superamos esta resistencia? La respuesta, aún más clara: escucha lo que necesitan. La forma más eficaz para convencer a alguien es que se convenza por sí mismo. Debe pensar que el camino que va a transitar es la mejor opción para su futuro.

Por esto, la mejor manera de vencer la resistencia es escuchar lo que necesitan las personas a las que va a afectar el cambio. Preguntarles qué les preocupa, qué les falta, qué les gustaría.

Con esto tendremos todas aquellas capacidades que les harán la vida más fácil y que podremos incorporar a nuestro proyecto. Entonces, estos grupos se sumarán a nuestra transformación. Y querrán que llegue cuanto antes.

Porque entenderán lo que busca nuestra transformación, lo que aporta, y cómo les aportará a ellos. Así habremos superado el principal escollo en todo proceso transformador.

Escuchar nos permite conectar con los demás, con sus necesidades, sus condicionantes, y su día a día. Si conectamos con ellos, ellos conectarán con nuestra visión, y con nuestra transformación.

La confianza toca devolverla

Eso sí, no te olvides de lo que prometes, porque ellos no lo harán. Cuando alguien te dice lo que necesita y tú te comprometes a solucionarlo, no solo has tomado nota: has hecho una promesa. Cumplirla no es opcional. Porque si no lo haces, pierdes algo fundamental: su confianza. Y sin confianza, no hay transformación que mejore, ni proyecto que avance, ni cultura que evolucione.

Escuchar sirve para abrir la puerta. Cumplir lo que prometes es lo que te permite pasar. Transformar no va de cambiar cosas. Va de cambiar con las personas. Y eso solo ocurre cuando demuestras, con hechos, que lo que dijiste era de verdad.

Compártelo en tus redes sociales


Medios de comunicación

Contacta con nuestro departamento de comunicación o solicita material adicional.

Exit mobile version