Háptica: origen del término
La háptica, tal y como la define la RAE, es el “estudio de las percepciones a través del tacto”, una palabra derivada del griego haptikós, que a su vez proviene de háptein, cuya traducción sería tocar.
Con la definición y este origen etimológico ya podemos hacernos una idea de a qué se refiere el término: la ciencia que estudia el sentido del tacto y la percepción de las sensaciones a través de él, abarcando por un lado la percepción de temperaturas, presiones, formas o texturas y por otro lado la interacción con el entorno a través del tacto.
La relevancia de la háptica radica en su importancia para el desarrollo humano, la comunicación o la interacción con el entorno.
¿Pero qué vinculación tiene la háptica con la tecnología?
En qué consiste la tecnología háptica
Conociendo ya a qué se refiere la háptica, veamos en qué consiste específicamente la tecnología háptica.
Esta rama tecnológica podría definirse como el conjunto de técnicas que permiten mediante dispositivos electrónicos de diferentes tipos la simulación de sensaciones táctiles, como la presión, la textura, las vibraciones o la temperatura.
La tecnología háptica detecta los movimientos del usuario generando respuestas físicas vinculadas a estos a través de sensores hápticos (que captan movimiento, presión o posición de dedos o manos), actuadores (que convierten las señales eléctricas en vibraciones o movimientos que siente el usuario) o controladores (que gestionan la interacción entre los dos anteriores para sincronizar las respuestas táctiles con la acción del usuario).
Beneficios de la tecnología háptica
La utilización de la tecnología háptica presenta una serie de ventajas como las siguientes:
- Mayor inmersión en entornos virtuales. El grado de realismo se incrementa gracias a contar también con percepciones de tacto en los mundos inmersivos sintiendo texturas, movimientos o fuerzas, con un uso especialmente destacado en videojuegos (algo impensable cuando nacieron a mediados del siglo XX), simuladores o aplicaciones de Realidad Virtual.
- Precisión y control. En tareas remotas donde lo táctil puede ser diferencial aportando mayor exactitud, la tecnología háptica también supone un gran avance, algo que puede ser interesante para campos como la medicina, la industria, la robótica o la ingeniería.
- Accesibilidad. Para personas con discapacidad visual, esta tecnología les ayuda a interactuar con dispositivos y entornos digitales facilitando la navegación o el acceso a la información, mejorando de este modo su autonomía personal.
- Experiencia de usuario. Al guiarse el usuario por el tacto, las experiencias pueden ser más intuitivas y, por ende, satisfactorias.
- Formación. Al contar con la posibilidad de practicar en entornos seguros y realistas, determinados campos en los que la tecnología háptica puede ser de utilidad también pueden verse beneficiados en el aprendizaje y la formación de sus profesionales al presentar posibilidades de prácticas realistas carentes de riesgos.
- Personalización. El hecho de que la tecnología háptica permita ajustar tanto el tipo de sensaciones como la intensidad de estas adaptándose a los gustos y/o necesidades de los usuarios hacen que sea cómoda y eficiente.
Con beneficios de muy diferente índole, como acabamos de enumerar, la tecnología háptica es un paso más en la revolución tecnológica que estamos viviendo y en la que, en este caso concreto, supone que se diluya un poco más la línea entre el mundo físico y el digital.
Tecnología háptica para experiencias inmersivas
Una de las aplicaciones prácticas de la tecnología háptica se encuentra en el mundo del gaming, como hemos mencionado anteriormente, donde gracias a la combinación de múltiples tecnologías los jugadores pueden competir en mundos virtuales de gran definición.
La tecnología háptica hace posible que en este nuevo concepto de experiencias de juego, como Telefónica Edge Haptic Arena, donde quienes participan pueden ‘sentir’ gracias a encontrase equipados con un chaleco especial que permite la transmisión de sensaciones.
A estas sensaciones vinculadas con el tacto que se producen gracias a la tecnología háptica se unen otras (como la fibra para una baja latencia, la Realidad Virtual, la generación de entornos 3D o el renderizado o creación de imágenes en cloud) que hacen posible disfrutar de una experiencia inmersiva con un elevado grado de realismo.
Así pues, podemos resumir el papel de la tecnología háptica como una de las formas en las que se está avanzando en la interacción con el mundo digital gracias a sentir y manipular objetos virtuales.