“¡Anda! ¡Llega la Semana Europea de la Movilidad!”, pensé el domingo pasado. El lema “Participa en los planes de movilidad de tu ciudad, muévete en la buena dirección” me pareció bastante motivador.
Totalmente dispuesto a colaborar pensé en ir a trabajar en metro los siguientes días. El lunes 17 sufrí la huelga del suburbano y pese al calor y la aglomeración, me lo tomé con sentido del humor. “¡Esto sí que es movilidad sostenible! ¡Metro sharing de verdad!”, me dije.
Habiendo sobrevivido a la huelga, el martes 18 participé en el taller de movilidad sostenible organizado por Garrigues Medio Ambiente. En él participaron representantes del Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ambos hablaron de la importancia de la promoción de la movilidad sostenible, de la situación actual y de los retos futuros. Se busca reducir el número de viajes y que éstos sean más cortos y eficientes, mejorando así la eficiencia energética, la calidad del aire y, en definitiva, la vida de los ciudadanos.
En la jornada también intervinieron varias empresas: Urbaser habló de las funcionalidades y ventajas del coche eléctrico, mientras que Alcatel-Lucent España compartió con los asistentes su gratificante experiencia sobre el teletrabajo de sus empleados.
Y la jornada terminó en debate. Os traslado algunas de las cuestiones para que podáis opinar: ¿El éxito de la movilidad sostenible en las ciudades pasa únicamente por disponer de las infraestructuras y medios necesarios?, ¿debemos cambiar nuestra mentalidad sobre el transporte y abandonar el vehículo privado, animarnos con la bicicleta o coger más el transporte público?, ¿realmente es posible trabajar desde casa? y, finalmente, ¿debo teletrabajar en la próxima huelga de metro?, es decir, ¿me muevo o no?
