El pasado 7 de febrero celebramos en Madrid el I Congreso Nacional JOVEN Y EN RED, en el marco del Día Internacional de la Internet Segura. Reunimos en IFEMA a casi mil menores de entre 11 y 16 años, de diversas Comunidades Autónomas, que se dieron cita con el objetivo de trasladar a la sociedad sus ideas, opiniones, problemas y propuestas, en relación a las tecnologías de la información y la comunicación –TIC-. El eslogan central del día era: “Conectando Generaciones”, en alusión a la necesidad de superar la brecha digital. PROTEGELES fue el organizador, contamos con el apoyo de empresas como Telefónica y el Secretario de Estado de Telecomunicaciones inauguró el evento. Pusimos el marco y el entorno, pero lo demás lo pusieron ellos y ellas…
Las conclusiones fueron muchas, pero si tuviera que sintetizarlas al máximo diría que tenemos una generación de niños y adolescentes mucho más conscientes de todo lo relacionado con las TIC de lo que pensamos habitualmente:
Tienen plenamente identificada esa brecha digital y señalan perfectamente las razones: la falta de tiempo de los adultos, su falta de formación previa, el miedo de algunos, el desconocimiento de otros… Han asumido que muchas veces son ellos los que tienen que contestar a las preguntas en casa, los que tienen que programar el DVD, configurar los canales de la TDT, hacer las búsquedas en Internet y mostrar a sus mayores cómo se descargan las aplicaciones de los smartphones.
UNA PETICIÓN: MÁS APOYO ADULTO
Los menores no consideran que las TIC sean una cuestión de edad, y están dispuestos a cumplir con su parte: mostrar lo que saben y compartirlo con sus padres. Enseñar en muchas ocasiones, pero también ser enseñados. Demandan de los adultos una mayor implicación, y reconocen que necesitan de su experiencia para identificar determinados riesgos, o para afrontarlos correctamente cuando se manifiestan. Asumen que cometen errores, que no leen las condiciones de uso, y que se dejan guiar por la gratuidad de los productos.
UNA NUEVA SENDA: EL RESPETO A LA PRIVACIDAD AJENA
Esta generación de nativos digitales autodidactas hace un uso más seguro y responsable de lo que pensamos. Y no es una opinión personal, es lo que dicen todos los estudios que realizamos. Se quejan, y con razón, de las noticias sistemáticamente negativas con las que los medios de comunicación relacionan menores e internet, menores y telefonía móvil, etc.
Los menores piden más implicación, más diálogo, más orientación en diversos aspectos y reconocen que están empezando una nueva senda: ahora van siendo conscientes de su responsabilidad respecto a la seguridad de los demás, y respecto a la privacidad de los otros. Comienzan a asumir la necesidad de ser más cautelosos con sus relaciones online, o de no publicar imágenes de los demás sin su consentimiento, etc. Es un camino, pero la mayoría está comenzando a recorrerlo. Algunos hacen un mal uso de las TIC, es muy cierto, pero no suele ser por inconsciencia. En algunas ocasiones lo que precisan es conocer las consecuencias, incluso legales, de algunos de sus actos. En definitiva: educación, información y recursos.
UN DERECHO, NO UNA MODA
Esta generación de niños y adolescentes tiene perfectamente interiorizada y normalizada su relación con las TIC. Consideran su uso un derecho, no una moda, y saben que les acompañarán en su vida estudiantil, en su vida social, y en el futuro en su vida laboral. Consideran que el mundo virtual y el real no son mundos paralelos, y que interactúan totalmente entre sí. Lo que sucede en uno repercute en el otro. Valoran las posibilidades tecnológicas, pero valoran más que nada la posibilidad de estar permanentemente conectados a los demás y al resto del mundo. Como decía uno de ellos, de 11 años de edad: “Los seres humanos siempre hemos intentado comunicamos y siempre, a cualquier edad, buscaremos la manera más eficaz de hacerlo”.
