El Internet de las Cosas, entendido como aquella tecnología mediante la cual diferentes dispositivos y objetos pueden conectarse e intercambiar datos, está mejorando numerosos aspectos de nuestro día a día, siendo algunos ejemplos de ello la agricultura, la gestión de residuos o el hogar inteligente.
La movilidad es otro de los campos en los que la tecnología IoT está ayudando a simplificar procesos y optimizar la gestión.
Impacto del Internet de las Cosas en la movilidad
El IoT dota de eficiencia y seguridad a la movilidad urbana, modificando la experiencia en el transporte a través de una mejor gestión del tráfico.
En líneas generales, podríamos decir que gracias al Internet de las Cosas las ciudades son más inteligentes y los sistemas urbanos más cómodos y fáciles de gestionar.
Esta tecnología afecta a numerosas cuestiones relacionadas con el transporte y la movilidad que afecta al tráfico urbano, el transporte público, la recarga de vehículos eléctricos e incluso la gestión de flotas de vehículos de transportes.
Tráfico urbano
Algunas de las ventajas que tiene la aplicación del IoT en el tráfico urbano dentro del ámbito de la movilidad son la reducción de los niveles de congestión, la anticipación ante posibles accidentes, la disminución de los niveles de contaminación e incluso facilitar los avisos en caso de emergencia.
- Evitar congestiones. Al disponer de la capacidad de coordinar los semáforos en función de los flujos de vehículos, se puede optimizar la eficiencia mediante la reducción de los tiempos de desplazamiento.
- Seguridad vial. Con la implementación de cámaras y sensores que analizan en entorno buscando incidencias y/o situaciones potencialmente peligrosas, pueden anticiparse determinados supuestos y prevenir así potenciales colisiones, lo cual redunda en una mayor seguridad tanto para viandantes como para los propios conductores, independientemente de la naturaleza del vehículo que conduzcan.
- Disminución de la contaminación ambiental. El hecho de disponer en tiempo real de información sobre los índices de calidad del aire y la consiguiente contaminación hace que puedan irse modulando las decisiones necesarias para mejorar estos estándares.
Transporte público
El IoT sirve también para una gestión más eficiente de los diferentes sistemas de transporte público.
Por ejemplo, disponer de información en tiempo real que se pueda trasladar a los usuarios para poder conocer de manera precisa y actualizada las modificaciones en los horarios de salida y llegada de los diferentes servicios, lo cual redunda en una posible mejor planificación de los desplazamientos e, indirectamente, una reducción de los tiempos de espera.
La conectividad que se ofrece a los usuarios en según qué tipo de viajes, aunque sea desde el punto de vista del ocio, también sirve para ofrecer una mejor experiencia de usuario al ampliar el abanico de posibilidades de cosas para hacer durante los trayectos.
La tecnología IoT puede servir para agilizar y hacer más seguros los sistemas de pago e incluso de identificación de los pasajeros en los diferentes tipos de transporte público.
Vehículos eléctricos
Ante el creciente uso de los vehículos eléctricos, la conectividad IoT va a ser necesaria para aspectos como que los usuarios conozcan la ubicación de los puntos de recarga o se puedan gestionar los sistemas de recarga.
Gestión flotas IoT
Planificar y monitorizar las operaciones de transporte puede también verse apoyado por las herramientas de Internet de las Cosas.
Algunas de las posibilidades que ofrece a la gestión de flotas es rastrear los vehículos, recopilar información para poder interactuar con el conductor o generar informes de desempeño de los vehículos.
Igualmente, el IoT puede servir para monitorizar los recorridos, notificar el estado de los vehículos, planificar las rutas en función de posibles incidencias o controlar la mercancía en el supuesto de que por su naturaleza tenga que mantenerse en unas determinadas condiciones de temperatura, por ejemplo.
Conclusión
Numerosos aspectos que atañen a la movilidad, como el tráfico rodado, el transporte público o la gestión de flotas de transporte, pueden verse mejorados por el avance de la tecnología en general y del Internet de las Cosas en particular.
Disponer de información con más lujo de detalle o datos en tiempo real puede servir para gestiones más eficientes, sostenibles y seguras.
