Lourdes Tejedor / @madrid2day
Ayer cumplió 69 años pero le sobra vitalidad para comerse el mundo. Y nunca mejor dicho porque el periodista Francis Pisani empieza un periplo alrededor del globo para investigar sobre el uso que se le da a las tecnologías de la información en diferentes culturas y países. El proyecto se llama “La vuelta al mundo de las TIC. Winch5”.
¿Por qué lo hace? «El modelo Silicon Valley [sobre el que Pisani ha escrito durante años] se ha agotado. La innovación está en muchos lugares porque ya es ´distribuida´, dado que las tecnologías de la información han llegado al último tercio de la sociedad -con 5.000 millones de teléfonos móviles, no podía ser de otro modo-«.
Además, Pisani cree que hay que fijarse también en la innovación social. De hecho, en su opinión, un elemento fundamental para innovar es tener afán por mejorar el mundo. «A esto se le suma la creatividad personal y, cómo no, las ganas de asumir riesgos (…) Es curioso ver que en algunos países hay un clima de innovación mucho mayor que en otros».
Por otro lado, Pisani se fijará en los medios sociales, «donde se encuentran la tecnología y la sociedad de un modo más obvio» y sobre todo en cómo cambian las TIC las personas. «La almohadilla ha sido inventada por los usuarios (…) Y pensemos en el uso de las redes sociales en los países árabes». Otro ejemplo de innovación es Ushahidi, una web creada en Nairobi que en tiempo real informa de la situación tras un terremoto o el fraude electoral de un país de democracia dudosa.
«El autor Thomas L. Friedman dice en su libro que el mundo es plano porque todos estamos conectados y esto nos homogeneiza. No creo que esto sea cierto. El caso es que yo soy periodista así que me dije voy a averiguarlo». Emprende viaje con esta idea y el interés por profundizar en dos nociones vinculadas a las TIC: la educación y el cambio en las formas de organización (en la sociedad, en la empresa, en la política…).
Podremos seguir sus investigaciones gracias a las crónicas que publicará en el blog de la Fundación Telefónica. BON BOYAGE!
