El clima laboral
Una buena manera de entender un concepto arranca por buscar su definición en el diccionario. Si buscamos la palabra “Clima” en la RAE esto es lo que encontramos:
- m. Conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región.
- m. ambiente (‖ condiciones o circunstancias). Clima intelectual, político.
Ahora si le agregamos lo “laboral” podríamos acordar que el “Clima Laboral” vendría siendo el conjunto de condiciones o circunstancias a las que nos enfrentamos cuando vamos a trabajar.
Saul Gellerman es conocido por haber introducido por primera vez el término “Clima Organizacional” en el año de 1960, pero un poco antes el psicólogo polaco Kurt Lewin trabajó bastante acerca del tema del comportamiento y con su “Teoría del Campo” llegó a explicar como la conducta de las personas dependía en gran manera de factores dinámicos, una especie de equilibrio entre factores externos e internos del individuo.
Han sido muchos los autores que desde entonces han trabajado el tema y la verdad es que hoy en día hay organizaciones como Great Place to Work que se especializan en medir el clima laboral y hacer un ranking de empresas en función de los resultados de estos instrumentos: Los mejores lugares para trabajar.
Los aspectos del clima laboral que pueden afectarnos
Desde el punto de vista de los empleados, el clima laboral puede ser dividido en algunos aspectos que son los que de alguna manera tienen más impacto a nivel de percepción y apreciación.
- La estructura de la empresa, por ejemplo, determina que tanto crecimiento puede tener un empleado. Una organización vertical dará la sensación de un plan de carrera mientras en una organización muy “plana” tendremos menos oportunidades. Esto tiene una incidencia bastante directa en la motivación de los empleados y en su deseo de permanecer a mediano y largo plazo.
- El sistema de recompensas, que no solamente se compone del salario, sino también otra cantidad de beneficios que pueden llegar a ser intangibles. Aquí por ejemplo cosas como el reconocimiento del trabajo bien hecho y la visibilidad pueden ser grandes motivadores.
- Las relaciones interpersonales, que en las culturas latinas son particularmente importantes. El tener espacios para compartir, conversar y conocerse. Las políticas de puertas abiertas, en las que los colaboradores pueden acceder a la dirección con una cierta naturalidad incluso puede llegar a facilitar toma de decisiones y el flujo de la comunicación.
- La infraestructura, siendo que esta puede facilitar o entorpecer enormemente la labor diaria. La calidad de los ambientes en términos de iluminación y ventilación incluso incide de manera directa en la salud de las personas.
- La cultura organizativa, los valores, creencias y normas pudieran o no estar alineados con los de sus empleados. Algo tan sencillo como el código de vestimenta pudiera incidir de forma directa en que tan cómodos nos sintamos en nuestra jornada laboral.
La importancia de un buen clima laboral
Si tomamos en cuenta que nuestro comportamiento está afectado de una manera dinámica por los elementos externos e internos que se encuentran presentes a cada momento, podemos deducir – sin temor a equivocarnos – que la calidad del ambiente laboral tendrá un nivel de incidencia en la calidad del trabajo.
Si bien los seres humanos podemos lograr nuestros objetivos “a pesar de” muchas cosas, los objetivos más ambiciosos probablemente van a requerir de una mayor motivación de nuestro equipo, además de condiciones y herramientas más adecuadas.
Existe una relación estrecha entre la motivación y la creatividad. Quizás es por eso por lo que en entornos en los que la creatividad es especialmente valorada las empresas toman medidas extremas para que sus empleados trabajen a gusto.
Por otra parte, nuestro clima laboral depende en parte de nosotros mismos. El cultivar buenas relaciones personales, mantener nuestros ambientes ordenados, incluso aportar ideas que mejoren nuestras condiciones de trabajo está al alcance de cada uno de nosotros.