Antes de analizar qué es el IIoT o Industrial Internet of Things (Internet de las Cosas Industrial), definamos brevemente el IoT.
Qué es el IoT
El IoT o Internet de las Cosas (del inglés Internet of Things) se refiere al conjunto de dispositivos u objetos con capacidad para conectarse e intercambiar datos entre sí mediante una red móvil.
Agilizar, mejorar y automatizar procesos vinculados con la movilidad, la gestión de espacios públicos, el sector agroalimentario o la industria son algunas de sus utilidades principales. Precisamente relacionado con el ámbito industrial está el IIoT.
En qué consiste el IIoT
El Internet Industrial de las Cosas (IIoT) se define como el subconjunto del IoT enfocado en aplicaciones industriales mediante la interconexión de sensores, dispositivos o máquinas inteligentes que recopilan, analizan y compartes datos en tiempo real con los que optimizar procesos y tomar decisiones en los entornos industriales.
El IIoT es considerado como un componente clave de la Industria 4.0, un concepto que se refiere a integrar tecnologías avanzadas con las que acometer una transformación de la gestión industrial hacia unas mayores cotas de interconectividad y digitalización.
Beneficios del Industrial IoT
Desde el blog de Telefónica Tech se señalan una serie de ventajas del Internet de las Cosas Industrial. Veamos cuáles son:
- Visibilidad. Disponer de mayor visibilidad en los procesos gracias a la tecnología IIoT permite poder anticiparse a anomalías en el funcionamiento gracias a la identificación de fallas que se puedan dar en cualquier momento de la producción. Con ello, los ajustes que pueda ser necesario tener que acometer se pueden llevar a cabo con velocidad.
- Mayor productividad. La utilización de herramientas del Industrial IoT hace que la ejecución de los flujos de trabajo se pueda dar a una mayor velocidad sin que eso implique una merma en la calidad del producto, lo cual implica además una mayor productividad.
- Ciclos de mejora más rápidos. El hecho de disponer de la recogida y análisis de datos en tiempo real ayuda a acelerar las búsquedas de posibles soluciones ante situaciones sobrevenidas que hayan podido producirse.
- Mantenimiento preventivo. La posibilidad de anticiparse a hipotéticos errores es otro de los beneficios del IIoT, ya que mediante sensores inteligentes se transmiten datos que anticipan la necesidad de posibles cambios de piezas o algún tipo de mantenimiento previo a que el fallo sea de mayor envergadura.
- Aumento de la calidad. Si se produce algún tipo de desestabilización en cuestiones de gran relevancia para la producción, también pueden existir alertas que ayuden a encauzar nuevamente el proceso de manera correcta.
- Cadena de suministro optimizada. A través de etiquetas o sensores puede rastrearse el inventario a lo largo de la cadena de suministro conociendo con precisión cuestiones como los tiempos del ciclo de fabricación, conocer el estado de la mercancía o anticiparse a daños no previstos.
Diferencias entre el IoT y el IIoT
La diferencia entre el Internet de las Cosas y su variante industrial radica en que la segunda debe contar con una precisión, fiabilidad y seguridad que pueden resultar críticas.
La primera diferencia se encuentra en el enfoque: mientras el IoT está orientado a los particulares o consumidores en el hogar para favorecer la vida diaria, el IIoT lo está -como su propio nombre indica- a los entornos industriales.
Otra diferencia se halla en la robustez y escalabilidad: el IoT suele tener un menor grado de exigencia y ser más simple mientras que el Internet de las Cosas Industrial tiene que ser más robusto y escalable para poder operar en las severas condiciones que en muchas ocasiones se encuentran las producciones industriales.
En materia de seguridad, y sin menospreciar la importancia que tiene en el IoT, en su vertiente industrial es más relevante si cabe. Y es que las posibles implicaciones y consecuencias que puedan generar brechas de ciberseguridad en la industria pueden ser de una magnitud mucho mayor.