Los cambios constantes en el ámbito laboral han llevado a que cierto tipo de destrezas sean más necesarias que nunca para saber adaptarse. Gracias a estas llamadas habilidades blandas, es posible formar equipos de personas más completos capaces de amoldarse a la realidad en evolución.
Las habilidades blandas han ganado importancia en el mundo laboral. Su contribución a numerosos procesos genera impactos muy positivos, desde mejorar el rendimiento de equipos de trabajo hasta aumentar la satisfacción de los clientes. Gracias a su versatilidad, las empresas se vuelven más efectivas, algo que se notará en su negocio.
¿Qué son las habilidades blandas?
También se las conoce como soft skills o habilidades sociales. Se trata de una serie de características y capacidades personales, las cuales no tienen por están ligadas a unos conocimientos técnicos, más bien no tienen que ver con las habilidades técnicas y curriculares. Todas ellas están relacionadas con la forma en la que las personas interactúan, se comunican, se relacionan con los demás en diferentes entornos y situaciones o incluso son capaces de afrontar un conflicto.
Dada su naturaleza, y tras los grandes cambios que se vivieron durante la crisis sanitaria a nivel laboral, en la actual se han convertido en aspectos fundamentales para reclutadores. Favorecen establecer relaciones sólidas, colaborar de manera efectiva en equipo, gestionar conflictos, motivar a los demás, una rápida adaptación a los cambios y resolver problemas con eficiencia. La versatilidad de la que hacen gala es su punto fuerte y lo que las hace tan útiles.
Además, a medida que el entorno de trabajo se ha vuelto más globalizado y colaborativo, se han vuelto esenciales. Al tener que interactuar con personas de otras nacionalidades, culturas y puntos de vista, es crucial disponer de las habilidades adecuadas. Esto ha hecho que los empleadores y reclutadores valoren las soft skills y las busquen a la hora de contratar nuevo personal.
Tipos de habilidades blandas
Cada una de las habilidades blandas aporta valor a los entornos laborales concretos, aunque algunas demuestran aportar una gran versatilidad, y son herramientas vitales de gran importancia para el futuro personal como laboral. Al fin y al cabo, según la Universidad de Harvard, el 85 % del éxito profesional depende de ellas y no de los conocimientos técnicos.
La inteligencia emocional es una de las primeras de estas destrezas por su importancia, ya que implica la capacidad de reconocer y gestionar las propias emociones y comprender las de los demás. Su utilidad radica en que permite establecer relaciones sólidas, resolver conflictos de manera constructiva y manejar el estrés de forma efectiva en ambientes marcados por la presión.
Otra habilidad blanda destacada es la comunicación efectiva, que abarca tanto la capacidad de expresar ideas y sentimientos con claridad y coherencia como la escucha activa. Contar con ella favorece y simplifica los procesos colaborativos, el trabajo en equipo y la resolución de problemas, y posibilita evitar malentendidos y conflictos innecesarios.
La capacidad de trabajo en equipo es una habilidad blanda en sí misma e implica la capacidad de colaborar con otros, compartir ideas, escuchar diversas perspectivas y contribuir de manera constructiva hacia un objetivo común. Asimismo, fomenta otras habilidades como la creatividad y la productividad, algo muy valorado por los empleadores.
La resolución de problemas engloba la capacidad de identificar y analizar un desafío para buscar soluciones de un modo efectivo y tomar decisiones fundamentadas. Quienes la tienen también muestran un pensamiento crítico y creativo, y se adaptan con facilidad a situaciones cambiantes.
El liderazgo marca la diferencia en el mundo laboral. Un buen líder es aquel que inspira y motiva a los demás, sabe cuándo y en quién debe delegar tareas, toma decisiones difíciles y se comunica de forma sólida. Encontrar un perfil así es uno de los objetivos de las empresas, ya que contribuirá, en gran medida, a su crecimiento.
¿Por qué son importantes en el ámbito laboral?
Su importancia se debe a que el entorno laboral cada vez es más dinámico y cambiante, lo que exige capacidad de adaptación a las nuevas situaciones y desafíos. Ser flexible o creativo es, por tanto, esencial para afrontar con éxito cualquier situación durante una crisis o para aportar nuevas ideas en un momento dado.
Igualmente, las organizaciones son cada vez más conscientes de la relevancia que tiene incluir las habilidades blandas y no solo aquellas competencias que reflejan un conocimiento técnico y que se ha n adquirido gracias al estudio y la experiencia, es decir las llamadas habilidades duras. Hasta hace no tanto, se valoraba solo la posesión de una titulación para encontrar empleo. Sin embargo, ahora los conocimientos técnicos ya no son tan esenciales. Por consiguiente, merece la pena conocer los beneficios de las habilidades blandas y tratar de desarrollarlas siempre que sea posible.
Eso sí, no hay que olvidar que las habilidades blandas y duras se complementan. La cooperación o el pensamiento analítico necesita tener una base y un conocimiento necesario para cumplir con las necesidades de cada puesto.
Las habilidades blandas han demostrado su importancia para un mundo que cambia a gran velocidad. Entender qué son las soft skills nos ayudará a abrirnos paso en el ámbito laboral actual. Del mismo modo, mejoraremos nuestras relaciones personales.
