- Atraer el talento, llevar a cabo correctamente el proceso de onboarding, promover la formación continua, reconocer a los empleados o mantenerlos motivados son algunos de los pasos existentes en la gestión del talento.
- Esta gestión del talento es algo transversal que alcanza a toda la empresa, no únicamente a los departamentos encargados de la relación con las personas.
El concepto de gestión del talento se puede definir como el conjunto de procesos y estrategias en el que se engloban diferentes fases, como la atracción, el desarrollo, la motivación y la retención de aquellos perfiles profesionales más adecuados.
Veamos cuáles son los pasos o estrategias para que pueda gestionarse el talento de manera efectiva.
Atracción del talento
El primer paso es la atracción y el posterior reclutamiento, identificando qué necesidades puede tener que cubrir las empresas y cuáles son los perfiles críticos necesarios.
Las redes sociales pueden ayudar también en esta fase de atracción del talento, algo que puede complementar a otras posibilidades más extendidas o frecuentes como los portales de empleo.
Estos procesos de reclutamiento no pasan únicamente por la evaluación o medición de las capacidades técnicas de las tareas a desempeñar en el puesto de trabajo en cuestión, sino también la alineación con la cultura o los valores de la empresa.
Una vez finalizada la fase atracción del talento, el siguiente paso es la realización de entrevistas por parte del departamento de Recursos Humanos para estudiar, evaluar y encontrar los perfiles más convenientes.
Incorporación y funciones
El proceso de integración, frecuentemente conocido por el inglés onboarding, no se limita a la mera incorporación de la persona en su nuevo puesto, sino que incluye también que conozca y se adapte a la cultura de la organización, así como las normas y responsabilidades de la misma.
Para favorecer el desarrollo y la motivación desde el comienzo es importante asignar las tareas y responsabilidades de acuerdo con el potencial y las fortalezas de cada persona.
Formación continua y desarrollo
El upskilling y el reskilling cuentan con diferencias y semejanzas, pero comparten el rasgo común de buscar mejorar la formación de las plantillas.
Por un lado, el upskilling es el proceso que trata de hacer adquirir nuevas habilidades y conocimientos para que los empleados incrementen su rendimiento y productividad.
Por otro lado, el reskilling tiene que ver con el reaprendizaje o reciclaje profesional, formándose los empleados para llevar a cabo tareas distintas a las que venían desarrollando previamente.
Reconocimiento
Reconocer y recompensar los posibles logros obtenidos por los trabajadores es también otra de las fases de la gestión del talento dentro de las empresas, puesto que pueden aumentar tanto el compromiso como la satisfacción laboral.
Ya no como reconocimiento sino como gestión del desempeño, se deben concretar objetivos medibles y claros evaluados periódicamente.
Motivación y retención
Dentro de la motivación para incrementar las posibilidades de retención del talento están las posibilidades de crecimiento y promoción interna, una manera de hacer que el compromiso de la plantilla no decaiga.
Asimismo, la creación de entornos laborales flexibles, diversos o positivos también ayuda a crear ambientes de trabajo más atractivos al poder conjugarse la vida profesional con la personal.
Así pues, podríamos resumir la gestión del talento como un proceso dinámico e integral alineado con los valores y objetivos de la compañía y en el que interviene toda la organización con especial incidencia de las personas que ejercen posiciones de liderazgo.
En Telefónica, pensamos que son las personas las que dan sentido a la tecnología y no al revés, y es que tu talento es nuestro futuro.