Vamos a explicarte de manera sencilla qué es la energía hidráulica, qué papel ocupa en materia de sostenibilidad y producción de energía renovable y cuáles son sus ventajas y desventajas. En definitiva, a qué desafíos se enfrenta y si podemos contar con ella para poder lograr el objetivo de emisiones cero marcado por el Pacto Ver de la Unión Europea para el próximo año 2050.
¿Qué es la energía hidráulica?
La energía hidráulica es el primer paso de la generación de electricidad de una manera limpia y sostenible. La energía hidráulica aprovecha el movimiento del agua y su transporte a través de canales y tuberías para producir energía mecánica, ya sea en ríos, arroyos, corrientes marinas, etc.
Posteriormente, la energía mecánica que se ha obtenido gracias al movimiento de enormes turbinas se convierte en electricidad en las centrales hidroeléctricas a través de un generador eléctrico rotativo o alternador. Generalmente, se suelen usar los términos de energía hidráulica y de energía hidroeléctrica de manera pareja; sin embargo, el matiz existe. Para entendernos: la energía hidráulica convierte el flujo del agua en energía mecánica; la energía mecánica se convierte en electricidad en las centrales hidroeléctricas.
Estos son los tipos de central hidroeléctrica más comunes que podemos encontrar a día de hoy. Todas ellas superan una producción de energía superior a los 2.000 TWh, lo que representa el 7 % de la energía total en todo el mundo, según datos de la Junta de Castilla y León.
- Central hidroeléctrica de pasada. Este tipo de central carece de embalse o presa para poder almacenar grandes cantidades de agua antes de que lleguen a las turbinas. Es la corriente natural del río, arroyo o cualquier otra fuente de energía natural la que se utiliza para hacer girar las turbinas y que se produzca electricidad. La producción de energía eléctrica en este tipo de central depende del caudal natural de agua y puede verse afectada por la climatología.
- Central hidroeléctrica de embalse. En este tipo de centrales hidroeléctricas el agua se acumula en un embalse, que puede ser natural o mediante una presa. Luego, viaja a través de tuberías para accionar las turbinas y así generar electricidad y, luego, regresa de nuevo al río. En este tipo de centrales se puede controlar la cantidad de agua que viaja y así generar electricidad a conveniencia.
- Central hidroeléctrica de almacenamiento. También conocida como ‘central hidroeléctrica de bombeo’, este tipo de central puede confundirse con la anterior debido a que también se controla el flujo de agua para generar electricidad dependiendo de la demanda. Sin embargo, en esta central no solo se produce energía a través del flujo del agua que acciona las turbinas: también puede almacenarla para satisfacer la demanda de energía cuando esta sea superior y ahorrarla cuando esta disminuye.
- Centrales de bombeo o reversibles. En este caso, nos encontramos con dos embalses situados en niveles diferentes. Cuando la demanda de energía sube, estos dos embalses funcionan como ya hemos visto, con el agua cayendo desde el superior girando las turbinas, quedándose almacenada en el embalse inferior. Cuando hay menos demanda, el agua regresa del embalse inferior al superior y el ciclo vuelve a empezar. Se trata de un tipo de central que usa los recursos de manera muy racional.
Además de estas cuatro centrales, también podemos encontrar su variante mini, para producir electricidad que satisface a pequeñas comunidades, la microhidroeléctrica, aún más pequeña que la anterior y que surte de energía a viviendas rurales y áreas remotas, y la central mareomotriz, que aprovecha el movimiento de las mareas y las corrientes marinas.
Ventajas de la energía hidráulica
Según Intermón Oxfam, la energía hidráulica (y, por consiguiente, la energía hidroeléctrica) ofrece tres grandes ventajas a la hora de producir una energía limpia y que pueda ayudar a nuestro planeta a combatir el cambio climático.
- Es una energía flexible. Esto quiere decir que, gracias a que se puede controlar la cantidad de agua que pasa de su origen natural o artificial a las turbinas, la generación de energía se adapta siempre a las necesidades del momento, evitando así el derroche de la misma. Asimismo, el agua almacenada, además de usarse para producir energía, también se puede destinar para abastecer a las comunidades aledañas en caso de necesidad.
- Es una energía limpia. La producción de energía eléctrica mediante el uso del agua no produce residuos. Esto sí ocurre con otras energías, como la nuclear o la que se crea mediante combustibles fósiles, principal causante del cambio climático.
- Es una energía segura. Debido a las fuertes normas de seguridad de presas y embalses, los accidentes por escapes de agua son bastante improbables en la actualidad, lo que convierte la energía hidráulica e hidroeléctrica en una alternativa muy segura.
Desventajas de la energía hidráulica
- La construcción de presas tiene un gran impacto medioambiental: puede alterar el hábitat acuático, inundar áreas que antes estaban secas, puede ser precisa la expropiación de tierras, provocando la reubicación de comunidades locales, cambios en la calidad del agua, etc.
- El coste de la construcción de una central hidroeléctrica es muy alto.
- La producción de energía hidroeléctrica dependerá de la cantidad de lluvia que caiga en la zona: en períodos de sequía la producción de electricidad puede caer considerablemente.
- No vale cualquier terreno para construir una presa, lo que limita la disponibilidad de espacio para poder generar energía renovable.
En resumen, el desarrollo de las energías hidráulicas e hidroeléctricas son esenciales para generar un tipo de energía limpia y sostenible capaz de hacer frente a un modelo actual en el que impera el uso de combustibles fósiles. Sin embargo, se han de tener en cuenta todos los desafíos que implica. La energía hidráulica puede brindarnos la oportunidad de lograr un planeta más sostenible, un hogar del que estemos orgullosos tanto nosotros como las generaciones que están por venir.
