El transporte aéreo, más cerca de la movilidad sostenible

El transporte aéreo no quiere quedarse atrás en el objetivo marcado por una movilidad sostenible a corto y medio plazo, y no deja de dar pasos hacia esa transición verde

Transporte aéreo más sostenible
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La carrera para reducir la huella de carbono en todos los sectores es un reto al que hay que llegar lo antes posible, y por el que no se pueden escatimar esfuerzos, como es el caso del transporte aéreo, que mantiene su particular cruzada, en busca de unirse a otros medios de transporte dentro del club de la movilidad sostenible

El sector aeronáutico trabaja con diferentes iniciativas en busca de reducir la contaminación ya sea mediante aeronaves que usen un 100 % de combustible sostenible de aviación (SAF), que se propulsan mediante un motor eléctrico o hidrógeno

En un reciente foro sobre aviación regional sostenible celebrado en Valencia, organizado por Air Nostrum y la Asociación europea de aerolíneas regionales (ERA), se hizo hincapié en el esfuerzo que están realizando las compañías y empresas del sector por la descarbonización. 

Emisiones reducidas 

Una cruzada, no obstante, en la que el presidente ejecutivo de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, recordó que se trata de un transporte con una menor incidencia en cuanto a emisiones respecto a otros. 

Y es que en España, la aviación nacional emite el 2 % de los gases de efecto invernadero, frente al 28 % de los coches, el 17 % de la producción de energía eléctrica y el 9 % de las residencias. 

A pesar de esas cifras, las compañías consideran que la forma de reducir la huella de carbono a corto plazo en el sector pasa por el uso del combustible sostenible de aviación (SAF), para lo que demandan una mayor accesibilidad y asequibilidad de este combustible sostenible, que en la actualidad es escaso y muy caro

De hecho, desde Airbus España, se fija como previsión que sus aviones puedan volar con el 100 % de combustible SAF en 2030, y pretende ser «el primer fabricante que ponga en vuelo un avión de emisiones cero». 

Por su parte, ATR, fabricante de aviones de transporte regional, señala a 2025 como la fecha en la que prevén contar con la certificación 100 % SAF. Un hecho que supondrá unas emisiones de 8 gramos de combustible por asiento y kilómetro, frente a los 71 gramos actuales

Una de las particularidades de este combustible sostenible es que al ser un análogo químico del queroseno, no es necesario modificar ni aviones ni motores para su utilización

Inversión de Iberia 

Por su parte, Iberia señala sus “inversiones millonarias” en busca de disponer de una flota más eficiente, objetivo con el que ya empezó en el año 2013 con aviones con una tecnología capaz de emitir menos CO2 a la atmósfera. 

Además, el pasado mes de noviembre se realizó el primer vuelo en España -Madrid-Bilbao IB 426- que empleó biocombustible producido a partir de la recuperación de residuos en una refinería, a través de un acuerdo entre Repsol y la propia aerolínea. 

Eléctrico e hidrógeno 

La movilidad sostenible del sector aéreo no sólo se refiere al uso del combustible sostenible, sino que se buscan otras alternativas, quizá con un margen de tiempo mayor para su ejecución, como puede ser el avión eléctrico o el que utiliza hidrógeno

De hecho, existen ya bastantes proyectos en busca del avión 100 % eléctrico, entre ellos uno con sello español, como es el liderado por el consorcio que integran Volotea, Air Nostrum y la tecnológica Dante Aeronautical, como sede en España y Australia, que prevé que la aeronave esté certificada para volar en 2024. 

Una aeronave pensada para conexiones entre pequeños centros de población gracias a sus reducidos costes operativos, por medio de la utilización de tecnología de baterías de hidrógeno. 

Este proyecto, presentado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) en el contexto del Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, prevé la certificación del primer avión en 2024, para luego empezar un periodo de industrialización y puesta en servicio , con diferentes modelos que esperan tener operativos en 2026

Hidroaviones eléctricos 

Precisamente Dante Aeronautical tiene varios acuerdos de colaboración en la futura electrificación de hidroaviones, como es el caso de su acuerdo con Isla Air Express, compañía que quiere unir la península con las Islas Baleares, y entre las propias islas, mediante hidroaviones, sin emisiones y con una reducción de ruido. 

De hecho, Dante trabaja también en convertir a la aeronave Cessna Caravan en el primer avión totalmente eléctrico certificado por la Autoridad Australiana de Seguridad de la Aviación Civil, dentro del acuerdo que mantiene con Sydney Seaplanes.  

Taxi aéreo y eléctrico 

El sector aéreo está decidido a dar este paso hacia una movilidad sostenible en todos los ámbitos, y otro ejemplo de este impulso es el de la startup catalana AAM, que ha creado un prototipo de taxi aéreo eléctrico bajo demanda para ahorrar tiempo en los desplazamientos urbanos e interurbanos, y prevé que podrá alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora. 

AAM estima que cada modelo de taxi volador tendrá un coste de 200.000 euros, y está previsto que se pueda implementar a partir de 2025, con un diseño 100 % eléctrico, alas fijas similar a la de los aviones STOL, que permite reducir las distancias en el despegue y el aterrizaje a menos de 50 metros, de manera que podrá utilizar las pistas de los helicópteros. 

La cabina del vehículo permite el desplazamiento de dos personas sin la presencia de piloto, ya que el vuelo es autónomo. 

El taxi aéreo y eléctrico no es un proyecto marginal ni mucho menos. La propia agencia espacial estadounidense NASA comenzó el pasado 2021 las pruebas de un Avión Eléctrico de Despegue y Aterrizaje Vertical (eVTOL, en inglés) que servirá de taxi aéreo para descongestionar vías y brindar un servicio más rápido a los usuarios. 

Personas y mercancías 

La idea es que estos aviones puedan servir como taxis aéreos para quienes se encuentran en ciudades y áreas circundantes en todo el país, agregando otro modo de transporte para mover personas y mercancías. 

Queda todavía un largo camino por recorrer en cuanto a la movilidad sostenible del sector aéreo, pero son cada vez más los pasos que se están dando desde que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), diera al Velis Electro, de la empresa eslovena Pipistrelun, el primer certificado a un avión plenamente eléctrico. Fue el 10 de junio de 2020. 

Si bien no fue el primer avión capaz de levantar el vuelo con un motor eléctrico, el Velis Electro, un ultraligero biplaza de sólo 6,47 metros de longitud, con una envergadura de alas de 10,71 metros, y una capacidad de carga de 172 kilos, que permite vuelos de hasta 50 minutos, a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, sí fue el primero con la certificación oficial  

Apuesta por el hidrógeno 

Respecto al uso de hidrógeno, el grupo Airbus presentó este año su programa, en colaboración con el fabricante de motores CFM International, filial de General Electric (GE) y de Safran, para adaptar uno de los motores de CFM, el turbofán GE PassportTM, para que pueda funcionar con hidrógeno, al tratarse de un combustible cuya combustión no genera emisiones contaminantes, a diferencia del queroseno. 

La elección de este motor se debe a su tamaño, su turbomáquina avanzada y su flujo de combustible

Para ello, se montará en el fuselaje de un A380, el avión gigante de Airbus, que servirá de banco de pruebas en vuelo y que estará equipado con depósitos de hidrógeno líquido. Previamente se llevará a cabo un programa intensivo de pruebas en tierra. 

Su comercialización se espera en el horizonte de 2035. 

Si bien la corporación europea muestra así su clara apuesta por el avión de hidrógeno para descarbonizar,, como antes se mencionó, entre sus prioridades actuales de cara a reducir las emisiones de CO2 está el sustituir una parte del queroseno de los aviones por los combustibles sostenibles de aviación (SAF). 

Medidas adicionales 

Otra vía de progreso que defienden es una mejor gestión de los vuelos, con trayectorias más directas entre el aeropuerto de salida y el de llegada o un menor consumo de queroseno en las operaciones en los aeropuertos gracias a las máquinas tractoras que pueden arrastrar los aviones de las pistas de aterrizaje a los aparcamientos de embarque de pasajeros.  

Pero Airbus no está sólo en esta carrera en favor de las aeronaves eléctricas, sino que todas las principales grandes compañías del sector trabajan en este sentido. Como es el caso de Boing, quien colabora con GE Aviation en sistemas híbridos de propulsión eléctrica, o la brasileña Embraer, que ya dispone de una filial, Eve, que desarrolla aviones eléctricos de despegue y aterrizaje horizontal (eVTOL) y que ya cotiza en los mercados de Nueva York. 

Por su parte, el fabricante británico de motores aeronáuticos Rolls-Royce anuncia el desarrollo del «avión totalmente eléctrico más rápido del mundo«, al alcanzar en las pruebas realizadas una velocidad máxima de 623 km/h en vuelo. 

La aeronave, denominada «Espíritu de innovación» (Spirit of Innovation), funciona con un tren motriz eléctrico de 400 kW y utiliza “el paquete de baterías de propulsión con mayor densidad de potencia jamás construido en la industria aeroespacial”, según la empresa británica. 

La carrera en busca de reducir o anular las emisiones de CO2 en la industria aeronáutica no ha hecho más que comenzar, y promete una revolución respecto a los cánones que hasta ahora conocemos, basados en energías limpias y sostenibles. 

Profundizar en el desarrollo sostenible, es una obligación para todos los sectores, incluido en aeronáutico, y las nuevas herramientas digitales deben ser fundamentales en este desarrollo sostenible. 


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