Ada Lovelace: origen e infancia
Ada Lovelace nació como Augusta Ada Byron (única hija legítima del poeta Lord Byron y Anne Isabelle Milbanke) un 10 de diciembre de 1815 en Londres. Criada en una familia acomodada contó con una formación inusual para una mujer de su tiempo, hasta el punto de que su padre se refería a ella como “princesa de los paralelogramos” por sus conocimientos y amor por las matemáticas.
Fue sometida a una estricta educación con un plan de estudios (a cargo de diferentes profesores, mentores e institutrices) que contaba con formación en francés, música, alemán, latín y griego, historia y, por supuesto, ciencias y matemáticas.
De hecho, llegó a mantener una intensa correspondencia sobre matemáticas avanzadas con la ilustre científica Mary Somerville. A los 18 años conoció al inventor rico y famoso Charles Babbage, con quien mantuvo amistad y colaboración de por vida.
Ada Lovelace: la primera programadora
Tras una charla de Babbage en Turín en 1840 a propósito de su Máquina Analítica (pensada para ejecutar cualquier tipo de cálculo matemático), el ingeniero Luigi Federico Meabrea escribió un artículo en prensa sobre el sorprendente artilugio y en el que describía la estructura básica de la máquina.
Ada Lovelace tradujo el artículo al inglés y añadió una serie de notas explicativas convirtiendo la publicación en una de las más importantes de la historia de la computación. En sus notas, Lovelace incluyó un algoritmo que demostraba cómo podía utilizarse la máquina para computar una serie de números complejos: iba más allá de una mera reflexión académica sobre la Máquina Analítica y creaba el primer programa de ordenador de la historia.
Para que la máquina de Babbage funcionara, Lovelace explicaba cómo recibiría, mediante el uso de tarjetas perforadas, la información sobre la función que se quería que desarrollara, de la misma manera que los resultados podrían ser también emitidos por la máquina perforándolos en estas tarjetas. Además, sería posible organizar las tarjetas de manera que la máquina pudiera realizar un largo y complicado programa sin la intervención humana.
Ese sistema de tarjetas perforadas fue utilizado para programar los primeros ordenadores desde los años 50, hasta mediados de los 80 del siglo XX.
Sobre la vida y obra de Ada Lovelace, la Fundación Telefónica organizó en 2017 la exposición ‘Ada Lovelace. La encantadora de números’.
Mujeres STEM o mujeres STEAM
El primer punto que habría que aclarar es la diferencia entre mujeres STEM y mujeres STEAM. Las siglas STEM hacen referencia a Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), mientras que STEAM incorpora Arts (artes) con la intención de aportar una mirada creativa complementaria al aprendizaje de los programas científicos.
Según datos de la ONU, la diferencia entre hombres y mujeres en el campo científico sigue siendo elevada. Por ejemplo, las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas y, pese ser el 33,3% del total de personas que investigan, sólo son mujeres el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales.
Otro dato relevante es que en campos de vanguardia como la inteligencia artificial solo una de cada cinco profesionales (concretamente un 22%) son mujeres. Y es que incluso a pesar de la escasez de competencias en la mayoría de campus tecnológicos, las mujeres son solo el 28% del total de licenciados en ingeniería, un porcentaje que aumenta hasta el 40% del total de licenciados en informática y computación.
11 de febrero: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
Por todas estas razones, cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada que pretende conectar a la comunidad internacional con las mujeres y las niñas en la ciencia, reforzando los lazos entre la ciencia, la política y la sociedad para buscar estrategias orientadas a mejorar el futuro de estas.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, verbaliza esta situación de la siguiente manera: “Todos podemos poner de nuestra parte para aprovechar el enorme talento sin explotar de nuestro mundo, empezando por abrir las puertas de las aulas, los laboratorios y los consejos de administración a las mujeres de ciencia”.
El dirigente luso incide en que “cada vez se hace más evidente que los prejuicios sexistas en la ciencia empeoran los resultados, desde las pruebas de medicamentos que tratan el cuerpo de la mujer como una aberración hasta los algoritmos de búsqueda que perpetúan los prejuicios y la discriminación”.
Además, sitúa como una situación claramente mejorable el hecho de que “en demasiados lugares del mundo, se limita o deniega completamente el acceso de las mujeres y las niñas a la educación”.
Telefónica: mujeres STEAM
Telefónica cuenta con su propia Comunidad de Mujeres STEAM, llamada #GirlsLoveTech, una iniciativa impulsada por Telefónica Open Innovation Campus que reúne a profesionales y expertas de la compañía que dedican de manera voluntaria su tiempo para la realización de actividades con niñas, jóvenes y universitarias.
#GirlsLoveTech ofrece la posibilidad de visibilizar y conectar el talento femenino y las nuevas profesiones existentes en nuestra industria, con el fin de que las jóvenes encuentren referencias, apoyo y respuestas a sus preguntas.
Desde OI Campus, #GirlsLoveTech dirige sus propuestas hacia las jóvenes que se preguntan “¿Qué quiero ser de mayor?”, y que aún no tienen respuestas. Para ello, el programa STEAM de Telefónica facilita el acceso directo a mentoras la compañía que les ayudarán a orientar su carrera profesional, o a encontrar los caminos para su futuro.
#MujeresHacker
Por su parte, la iniciativa de Telefónica Tech #MujeresHacker busca visibilizar el papel de la mujer dentro del sector tecnológico y concienciar a nuestras niñas sobre su potencial para estudiar carreras STEAM con el objetivo de inspirar tanto a niños como a niñas y jóvenes con inquietud por el mundo tecnológico, animándoles a romper con los estereotipos de género.
Por ello, es fundamental contar con referentes femeninos para ayudar a romper barreras, pero también trabajar para que la incorporación laboral de las mujeres en el sector tecnológico sea exitosa.
