Cada vez más empresas reconocen que el cuidado tanto físico como mental de sus empleados tiene impacto directo en su eficiencia y clima laboral. En La actualidad, diversos estudios e investigaciones respaldan los beneficios de incorporando la actividad física en la cultura de empresa.
Efectos de la actividad física en el bienestar y el rendimiento laboral
La práctica frecuente de actividad física ayuda a reducir el estrés, mejorar la calidad del descanso y fortalecer el sistema de defensas del cuerpo humano. Tal y como sugieren diverso diversos estudios realizados por instituciones reconocidas, las empresas que promueven programas para el bienestar físico logran empleados que aumentan sus felicidad y compromiso con su trabajo. De hecho, un entorno laboral que promueve la actividad física se asocia comúnmente a una disminución notable en los niveles de estrés y una mayor capacidad para enfrentarse eficientemente a los desafíos diarios.
La práctica de cualquier deporte contribuye a potenciar la concentración y la creatividad en el ámbito laboral; aspectos fundamentales para estimular la generación de ideas innovadoras en este entorno específico. Cuando se incluye la actividad deportiva como parte de la rutina diaria laboral surge un incremento significativo en el desempeño cognitivo y la capacidad para resolver problemas de forma efectiva; lo cual se traduce en una mayor eficiencia y rendimiento laboral.
Una faceta importante es la reducción del absentismo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Implementar programas de actividad física en el entorno laboral no solo beneficia la salud de los trabajadores, sino que también tiene un impacto positivo en términos económicos. Se estima que cada euro invertido en iniciativas de bienestar puede generar un retorno de hasta 4 euros mediante la disminución del absentismo y un aumento en la eficiencia laboral. Este beneficio no se limita solamente al ámbito financiero; también se traduce en un entorno laboral más dinámico y saludable.
Crea vínculos y propicia el trabajo en equipo
Uno de los aspectos más positivos del deporte es su capacidad para derribar cualquier distancia entre los distintos departamentos de la empresa. Cuando los empleados comparten la misma pasión por una actividad física en común se generan espacios de interacción que van más allá de las estructuras jerárquicas y las funciones tradicionales.
La práctica deportiva estimula la comunicación horizontal entre compañeros de trabajo y contribuye al fortalecimiento de la confianza y las relaciones interpersonales, fomentando así un ambiente colaborativo donde cada individuo se percibe como un miembro valioso dentro de un equipo cohesionado.
La participación en actividades deportivas: una red de contactos natural y auténtica
Al disfrutar juntos de momentos fuera del entorno laboral habitual se establecen vínculos basados en intereses compartidos y en el afán de superarse personalmente. Estas interacciones no solo promueven la inclusión social, sino que también abren nuevas oportunidades de colaboración y crecimiento profesional; aspectos cruciales en el mundo empresarial actual donde la interconexión es fundamental para alcanzar el éxito.
Un ejemplo cercano: El equipo de fútbol femenino de Telefónica
Un caso evidente de cómo el deporte puede cambiar la cultura empresarial lo vemos en el equipo de fútbol femenino de Telefónica. Formado por mujeres de diferentes áreas de la empresa ha logrado mucho más que el mero hecho de hacer ejercicio físico. La práctica ha pasado a ser un lugar de reunión y fortalecimiento donde la pasión por el fútbol se refleja en un ambiente de solidaridad, confianza y respaldo mutuo.
Las jugadoras del equipo no solamente disfrutan competir y crecer juntas, sino que además se convierten en promotoras de un modo de vida saludable. La influencia positiva del equipo de fútbol femenino de Telefónica estaría inspirando a otras personas dentro de la empresa para unirse en iniciativas similares; demostrando que al priorizar el deporte se promueve un ambiente laboral más saludable y motivador.
Este mes de abril se inaugura en el Distrito Telefónica un moderno gimnasio disponible para todos los empleados del centro de manera gratuita.
Lo importante del centro no son las máquinas, salas o las clases gratuitas; se trata de un concepto simple pero eficaz: al priorizar el bienestar de quienes conforman una empresa se benefician toda la empresa. Porque el cuidado personal no debería ser considerado como un extra o un privilegio sino como una parte integral de un espacio laboral saludable innovador y sostenible. Y este enfoque dentro de una compañía podría ser de valor incalculable.
¿Qué diferencias percibimos cuando tenemos un gimnasio en nuestro propio lugar de trabajo?
Hacer ejercicio ya no es un desafío logístico complicado. Tengo la opción de entrenar antes de comenzar tu jornada laboral o después de finalizarla; incluso podría hacer ejercicio a medio día. Sin la necesidad de desplazarme ni de buscar excusas para no entrenar.
De esta manera la práctica de ejercicio se convierte en algo habitual y cotidiano en lugar de ser solo una opción para cuando dispones de tiempo libre; es tan común como tomarte un café o acudir una reunión.
A su vez, surgen conexiones inesperadas cuando personas de diversos ámbitos se unan para entrenar juntas; de esta forma se conocen mejor y entran en un acercamiento diferente al estrictamente laboral unos de otros, generando un sentido de comunidad.
Conclusión
En una organización que alberga una amplia diversidad de empleados es realmente valioso contar con lugares en el que puedas mejorar tu bienestar sin tener que abandonar tu puesto de trabajo; donde la salud y la felicidad forman parte intrínseca de la vida laboral y no se limiten, exclusivamente, a tus actividades fuera de la oficina.
No se necesitan largas explicaciones para comprenderlo: cuando las personas se encuentran en un buen estado de ánimo, el ambiente mejora, la energía aumenta y todo fluye con mayor facilidad. No se trata de magia. Es salud. Es conexión. Es una cultura compartida.
Por tanto, fomentar la práctica del deporte en el entorno laboral podría ser una inversión más rentable que una empresa pueda acometer en estos momentos.