¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Llevo casi toda mi vida laboral en Telefónica, desde 1989. He vivido todos los logos de la compañía, salvo el primero, el de la C.T.N.E. En aquella época entrabas por examen y recuerdo que estaba estudiando Informática y aprobé para Ayudante Informático entrando en Asistencia Técnica, en lo que se llamaban antes las UGIS (Unidad de Gestión Integral del Servicio).
He vivido de cerca toda clase de trabajos, desde los que se hacían a pie de calle, pasando por los más técnicos, la red de ventas, hasta las áreas de planificación y negocio.
El trabajo ha evolucionado mucho, aún recuerdo a compañeros mecánicos, empalmadores, celadores, asignadores, despachadores, operadores… cómo sacando un plano gigante donde estaban por zonas dibujadas todas las cajas de distribución, todo el cableado llegaba al repartidor y estaban apuntadas a lápiz las numeraciones de los teléfonos que el asignador asignaba a cada abonado de entonces, todo un mundo. En el área comercial, había unos organizadores rotatorios enormes con infinidad de pestañas donde se guardaba el contrato de cada cliente en papel. ¡Imaginad el volumen! Nada que ver con la actualidad.
Luego fui a Distribución Comercial, lo que hoy en día son las tiendas y desde donde ya pasé a formar parte del colectivo del Secretariado. Una etapa también fascinante que me lleva a mi actual puesto en Canales Digitales, donde sigo siendo testigo de la transformación de Telefónica en esta revolución tecnológica que he tenido la fortuna de presenciar y participar, porque me encanta la tecnología, ver cómo se transforman las cosas, los procesos, aprender y compartir conocimientos.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecha?
Pues después de tantos años se me vienen varios a la cabeza, pero creo que hay que sentirse orgulloso del proyecto en el que dejas huella, aquel que realmente puedas contar a tu madre con pocas palabras y diga: qué bien hija. Ese proyecto lo inicio en cada sitio que voy, es el de hacer equipo, aportar todo lo que esté en mi mano y descubrir lo mejor de los demás para trabajar de manera conjunta. Después de tantas horas que pasamos en el trabajo, sentirse a gusto y construir un ambiente positivo es algo que me llena de satisfacción.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
El mercado es como un gran escenario donde no vale que cualquier mago distraiga tu atención y saque una paloma de la chistera. Hay que hacer magia de verdad. Creo que Telefónica hace posible lo que la sociedad desea. Facilitamos la comunicación, el trabajo remoto, el cuidado y seguridad de seres queridos, el acceso a energías renovables. Aquí es donde sucede la magia: hacer posibles las cosas que la gente anhela.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Pues prácticamente en el mismo sitio. Estamos en un mercado muy agresivo y ya saturado de servicios en el que cada vez es más difícil llegar y conseguir ser diferenciales, el precio es importante, pero en la balanza pesa mucho la confianza y la seguridad de que sigamos haciendo magia y de la buena. No dudo que Telefónica seguirá ahí en constante evolución.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Sí, seguramente al principio me costaría, pero la capacidad de adaptación humana es sorprendente.
No lo dudo, aunque admito que sería un cambio notable.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
¡Con cebolla! Me encanta la tortilla de patatas en todas sus formas, y tengo la suerte de tener una madre que ha ganado varias copas en el certamen de tortilla del pueblo. Siempre resuena en mi familia la frase “venga hijos, venid a casa y hago unas tortillas”.
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Óscar Fernández Hermosa.
