Control de Concentraciones UE: ¿por qué cambiar el análisis de eficiencias?

Bajo la temática Control de Concentraciones en la UE, presentamos el séptimo post de la serie del año, que explora la necesidad de replantearse el enfoque actual en la evaluación de las eficiencias hacia una perspectiva más holística, dinámica y equilibrada.

Control de Concentraciones UE - por qué cambiar el análisis de eficiencias
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Mónica Sánchez Soliva Seguir

Tiempo de lectura: 6 min

En julio, lanzamos la serie Control de Concentraciones en la UE, en la que se exponía la posición de Telefónica sobre la revisión de las Directrices sobre la evaluación de las concentraciones, y acogimos con satisfacción esta oportunidad para reforzar la competitividad de Europa y crear un marco que apoye la innovación, la resiliencia y la autonomía estratégica.

El primer post analizó por qué el enfoque de evaluación económica de la Comisión debe evolucionar antes de cualquier reforma de las normas de control de concentraciones de la UE. El segundo post ofrecía una visión general de la respuesta de Telefónica a la consulta. El tercer post exponía la petición del sector de una revisión en profundidad de las Directrices sobre concentraciones para garantizar que se adapten a los retos actuales de la UE. El cuarto post abordó al análisis del poder de mercado basado en características estructurales y otros indicadores de mercado. En el quinto post compartimos nuestro Policy Brief, que resume estos temas y la contribución técnica de Telefónica a la revisión en curso, centrándose en el papel de la inversión, la innovación y la escala. El sexto post trató la posición de Telefónica sobre el papel de la sostenibilidad en el análisis del control de las concentraciones.

Este séptimo y último post del año evalúa la necesidad de replantearse el enfoque actual en la evaluación de las eficiencias hacia una perspectiva más holística, dinámica y equilibrada. Además, debería establecer una norma que haga viable la defensa de las eficiencias, teniendo en cuenta plazos razonables para su consecución en función de las especificidades del sector y con un reconocimiento más amplio de los efectos más allá del mercado dado.

Necesidad de reequilibrar el estándar actual de prueba de las eficiencias

El enfoque actual de la Comisión en la evaluación de las eficiencias en las concentraciones es  demasiado estático y centrado principalmente en los efectos a corto plazo sobre los precios. Este enfoque a menudo pasa por alto los beneficios cualitativos y la capacidad de las empresas para invertir e innovar, lo que ha tenido un impacto excesivamente negativo en las fusiones en  la UE, especialmente por la incapacidad de las partes fusionadas para demostrar que los efectos ejercidos por la operación eran específicos de la fusión.

Como resultado, la Comisión debe establecer un estándar de prueba que sea razonable  y aplicable, que considere la incertidumbre que enfrentan las empresas a la hora de establecer las sinergias , independientemente de si estas se producen dentro o fuera del mercado. Por ende, lo más importante es que la Comisión establezca un estándar de prueba equilibrado tanto en la evaluación de las eficiencias y las teorías de daño.

Necesidad de establecer el contrafactual adecuado: no siempre existen medios alternativos menos restrictivos ni menos «arriesgados» desde la perspectiva de la competencia

Al evaluar si las mismas sinergias podrían haberse logrado sin la fusión mediante acuerdos menos restrictivos  (como acuerdos de cooperación, licencias, joint ventures o crecimiento orgánico), la Comisión debería adoptar el contrafactual correcto, considerando esas alternativas solo cuando sean factibles y representen el escenario más probable.

La Comisión no debería basar su análisis en consideraciones teóricas, especialmente cuando estas  alternativas no son realistas ni alcanzables, y las partes han demostrado que ya agotaron todas las formas disponibles de “alternativas menos anticompetitivas”. Por el contrario,  debería apoyarse en el análisis realizado por las partes en la fusión, con especial énfasis en los documentos internos.

Por ejemplo, en el caso de las telecomunicaciones, los acuerdos de cooperación se basan en negociaciones comerciales que deben mantenerse a largo plazo. Las partes cooperantes no siempre comparten los mismos incentivos comerciales ni una simetría suficiente en los activos.

Por último, es importante señalar que las alternativas no son siempre, por naturaleza, menos anticompetitivas que las fusiones. Es decir,  pueden existir situaciones en las que la cooperación entre competidores sea compleja y difícil de supervisar desde una perspectiva de cumplimiento, especialmente en lo relativo a los  intercambios de información.

Bienestar del consumidor: una visión más amplia bajo el enfoque de la eficiencia dinámica

Es importante señalar que las eficiencias derivadas de una fusión deben evaluarse caso por caso bajo el enfoque de eficiencia dinámica, analizando el lado de la oferta del mercado y sus características. Esto permitiría comprender mejor los beneficios para el bienestar del consumidor generados por la operación.

Con este enfoque dinámico, la Comisión podría reconocer eficiencias que contribuyen a objetivos más amplios de la UE, tal y como se identifican en la Carta de Misión, enmarcados dentro del concepto completo de bienestar del consumidor. Esto implica una evaluación holística de la competencia en términos de, al menos, los cuatro parámetros competitivos: precio, calidad, variedad e innovación. Así, los beneficios potenciales que se trasladarán al consumidor se evaluarían y cuantificarían considerando todos estos parámetros, y no únicamente el precio.

Por lo tanto, la noción de bienestar del consumidor debe considerarse plenamente para permitir una evaluación más amplia de las eficiencias, de modo que la Comisión contemple no solo las eficiencias directas para los consumidores finales en los mercados relevantes donde operan las partes que se fusionan, sino también los efectos sobre pymes, empresas medianas y administraciones públicas. Además, la Comisión debería reconocer las eficiencias fuera del mercado, es decir, aquellas que generan efectos no solo para los consumidores directos en el mercado relevante, sino también para otros clientes en el mismo mercado, así como para consumidores en diferentes mercados, especialmente aquellas que puedan contribuir a objetivos más amplios de la UE.

Perspectiva a largo plazo en la consideración de las eficiencias dinámicas

La Comisión debe adoptar el plazo adecuado para la evaluación de las eficiencias caso por caso, atendiendo a  las características del sector y los ciclos de inversión.

Además, la Comisión debería centrarse en las eficiencias dinámicas frente a las eficiencias estáticas que se materializan en el corto plazo (2-3 años), como establece actualmente su estándar para aceptar eficiencias. A diferencia de las estáticas, las eficiencias dinámicas surgen a largo plazo gracias a un mayor nivel de inversión e innovación.

Por ejemplo, en el caso de las telecomunicaciones, las decisiones sobre ampliación de capacidad y actualización tecnológica se toman con una planificación a largo plazo (es decir, de 8 a 12 años) que refleja tanto la vida económica de los activos como el tiempo necesario para recuperar la inversión. Esto significa que las eficiencias derivadas de una fusión, como la posibilidad de desplegar equipos de red más avanzados antes o a mayor escala, deben evaluarse en ese horizonte temporal más amplio para captar plenamente sus efectos positivos.

Reconocimiento explícito de eficiencias que refuercen la rivalidad

La Comisión debería considerar ampliamente las eficiencias que refuercen la rivalidad entre competidores tal y como reconoce la CMA, las eficiencias no se limitan a las partes que se fusionan, sino que pueden impulsar una competencia más intensa en todo el mercado a largo plazo. En el sector de telecomunicaciones, las inversiones en calidad pueden provocar una respuesta competitiva del resto del mercado para no perder clientes. Con el tiempo, las fusiones pueden dar lugar a una estructura de mercado que desbloquee una nueva ola de competencia en parámetros como la calidad.


Telefónica ha defendido estos cambios y celebra que sean compartidos por la opinión general de la industria, así como por los mensajes transmitidos en el workshop organizado por la Comisión hace un par de semanas. En definitiva, estamos convencidos de que las modificaciones propuestas permitirán un reconocimiento más amplio de las eficiencias en las fusiones de la UE, lo que impulsará la intensidad de la inversión y la competitividad en Europa.

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