Sin comunicación no hay liderazgo: la verdad que pocos se atreven a decir

Muchas veces todos hemos pensado que liderar es tomar decisiones, diseñar planes o gestionar proyectos. Pero la realidad es que, sin comunicación, nada de eso funciona. Según mi experiencia si un líder que no comunica con claridad, empatía y propósito, simplemente coordina.

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Daniela Paz Muñoz Seguir

Tiempo de lectura: 4 min

Liderar en la era de la transformación digital

Hoy en día trabajamos en un entorno cambiante: innovación constante, digitalización y equipos repartidos por todo el mundo. Eso obliga a repensar qué significa liderar, y no es lo mismo que hace 7 u 8 años.

Ya no se trata solo de dirigir recursos, datos, KPI´S o marcar objetivos, para mi  liderar es saber escuchar a todas las personas, conectar con todos  y dar sentido al trabajo colectivo.

Cuando un equipo siente que se comunica con transparencia y empatía, se vuelve más fuerte, más creativo y mucho más capaz de adaptarse a los cambios que pide el mercado, y eso también es confiar en el equipo.

La comunicación construye confianza

Cuando comunicas no solo lo haces con palabras. También lo haces con la forma de escuchar, con el tono de voz, con la manera de estar presente, muchas veces nos damos cuenta que la gente no escucha y está a sus cosas… pero ese no es el camino hay que :

  • Lenguaje no verbal: a veces un gesto transmite más que un discurso.
  • Claridad: ser directos, sin rodeos, es lo que genera confianza.
  • Escuchar de verdad: comprender lo que preocupa al equipo antes de responder.

En entornos cambiantes y cuando hay miles de proyectos con cambios en el día a día, la confianza no es opcional. Es lo que permite que los equipos avancen juntos, incluso cuando hay incertidumbre.

Transparencia: un valor que une

La transparencia no es solo una cuestión ética como muchos creen, es además, una ventaja competitiva. En proyectos digitales y globales, con equipos diversos y distribuidos en diferentes países, comunicar con claridad evita rumores y fortalece relaciones. Todos sienten que forman parte de un mismo propósito y todos tienen la misma meta.

Un ejemplo muy claro es lo que pasa en los procesos de cambio: cuando se explica el porqué de las decisiones, aunque no sean fáciles, la gente lo entiende mejor y se compromete mucho más, aunque sean decisiones difíciles de seguir.

Líderes que dejan huella

Yo siempre pienso en aquellos líderes que me han marcado, no solo recuerdo aquellos que lo lograron si no también aquellos que me hicieron sentir diferente con sus palabras. Siempre me ha marcado más esa manera de compartir la visión, de dar ánimo en momentos difíciles o de transmitir calma en una crisis, fue tan importante como las decisiones que tomaron.

Esto también lo vemos en nuestro día a día: managers o responsables que saben comunicar logran que un equipo no solo trabaje, sino que crea en lo que hace.

Comunicación digital: un nuevo reto

Hoy no solo lideramos en una sala de reuniones: también en una videollamada, en un correo o en un chat de equipo. Y desde mi punto de vista aquí está el verdadero desafío: seguir siendo humanos a través de una pantalla.

Porque la comunicación digital no va de herramientas, va de personas. Va de mirar a cámara para que el otro sienta que lo escuchas, de escribir un mensaje claro cuando en persona bastaría un gesto, de mandar un “buen trabajo” en el momento exacto.

Las claves, en mi opinión,  son:

  • Empatía ¿?? esta es difícil, pero hay que estar presente, aunque existan kilómetros de distancia.
  • Claridad: un correo mal escrito y sin poner foco en soluciones puede generar mucho ruido. La sencillez ahorra malentendidos.
  • Coherencia: lo que dices cara a cara debe coincidir con lo que escribes y esto es crítico.

Liderar en un entorno híbrido con muchas personas teletrabajando y otras presenciales también significa gestionar la atención de todos, no es estar conectado a todo y a todos a la vez, es elegir bien cuándo hablar, cuándo escuchar y cuándo dar espacio. Y para eso hay que llegar acuerdos con el equipo.

El liderazgo sin comunicación es solamente gestión, la comunicación sin liderazgo se queda en palabras bonitas. Cuando se unen estos dos puntos, aparece lo que de verdad inspira: la capacidad de mover a las personas y de dejar huella en una organización.

En un mundo donde la tecnología cambia cada día a una velocidad que no se puede seguir, la comunicación humana sigue siendo la diferencia entre dirigir y transformar. Un líder no solo guía con la razón, también inspira con la palabra.

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