¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
El destino me llevó a trabajar como freelancer, a ser emprendedor de los que arriesgaron, crearon y tropezaron con su propia empresa; al servicio de una Administración Pública; a dirigir en lo social en una Fundación; de transición por la mediana empresa y, finalmente, muy feliz en una multinacional que es mi segunda casa y no podía ser otra que Telefónica. En muy pocos meses se cumplirán 10 años desde mi llegada aquí.
De Telefónica valoro su permanente “vocación de servicio a la sociedad”, algo que la hace única en el ecosistema empresarial de nuestro país, con una ingente capacidad para generar “conexiones” en todos los ámbitos imaginables: ciudades inteligentes, turismo, educación, salud y bienestar, defensa y seguridad, medio ambiente, tercer sector, etc.
Pero si hay algo que por mi experiencia valoro profundamente en Telefónica, son las “personas” con mayúsculas. No solo mis compañeros de equipo, que son infinitamente mejores que yo en todos los sentidos, sino también toda esa gente que día tras día vas conociendo en la compleja “diversidad” de áreas que conforman nuestra compañía. Porque el famoso “reskilling” que impulsamos internamente no viene solo de los planes formativos sensu stricto, sino del conocimiento y valor que te aportan día a día todos estos compañeros con los que comparto “un tercio de mi vida”.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecho u orgulloso?
Sin lugar a dudas, el haber tenido la oportunidad gracias a mi director, Antonio Bengoa, de poder impulsar desde finales de 2017 la Red de Cátedras Telefónica. Con 23 años de vida y alianzas en 25 universidades españolas, esta Red ha logrado posicionarse como la mayor de nuestro país y constituirse como un elemento estratégico de la relación Universidad – empresa para Telefónica.
Me ilusiona enormemente estar diariamente dentro de lo que muchos denominan “epicentro del conocimiento y del talento” que es la Universidad como “institución”, sobre todo si es en un país como el nuestro, que fue capaz de fundar una de las primeras universidades de Europa, la Universidad de Salamanca en 1218; y que en 1636, cuando se fundó la primera universidad norteamericana, Harvard, ya había fundado diez universidades en América. En este sentido, fuimos pioneros y lo seguiremos siendo.
Con esta Red hemos conseguido ser líderes en muchos ámbitos como, por ejemplo, con el mayor hackathon tecnológico y la mayor liga de debate universitario por número de universidades participantes en nuestro país. Lanzamos a los estudiantes universitarios al ámbito del emprendimiento, cuando estos temas quedaban todavía lejanos para muchas universidades, y fomentamos las competencias STEM en todas ellas cuando la sociedad lo demandaba. También quisimos hacer nuestra aportación al EEES (Espacio Europeo de Educación Superior) con los primeros programas piloto de mentorización empresarial de trabajos finales de grado y máster. En la actualidad, seguimos renovando nuestro portafolio de actividades por otras más vanguardistas alineadas con los tiempos que corren, y que iremos descubriendo con el paso de los meses. ¡Fascinante y todo un reto!
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
Este año 2024 Telefónica cumple 100 años “conectando la vida de las personas” gracias las telecomunicaciones. Por eso creo que este es su principal valor para la sociedad.
También su apuesta firme por la educación, pues no hay hoy una herramienta más poderosa para garantizar la inclusión social e impulsar la competitividad de las empresas que esta. EnlightED, Campus 42, Profuturo, Universitas Telefónica, Telefónica Educación Digital, Open Innovation Campus y la Red de Cátedras y Universidades Telefónica, son el claro ejemplo del trabajo que estamos desarrollando en estos momentos, todo ello acompañado de la conversión de la sede principal de la compañía, Distrito Telefónica en Madrid, en un Hub de Innovación y Talento a nivel mundial.
La educación guarda una fuerte correlación con el desarrollo económico de cualquier país y, sobre todo, con uno de los grandes retos para el nuestro: la creación de empleo. La “ecuación” para crearlo pasa por sumar educación, digitalización y emprendimiento … y de todo esto sabemos mucho los “telefónicos”.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Las cosas han cambiado y mucho. Aquellas capacidades productivas que durante muchos años constituyeron la línea divisoria entre países, se han visto hoy desplazadas por las capacidades de aprendizaje basadas en la generación y transferencia de conocimiento.
En este sentido, el desarrollo de nuestra sociedad depende de la capacidad de todos los actores (empresas, Administración Pública y sociedad) para interactuar y crear redes de aprendizaje que fortalezcan la capacidad científico-tecnológica de nuestro país e incrementen la productividad y la competitividad en el mercado laboral a través de la innovación abierta. Por eso veo a una Telefónica en permanente innovación y transformación.
Pero todo esto no sería posible sin un “liderazgo” alineado con nuestra misión. Si tiramos de hemeroteca, ahora que estamos celebrando nuestro Centenario, observaremos que una de las claves de estos 100 años de transformación hacia el futuro ha sido el liderazgo de dirigentes de una valía excepcional.
En este sentido, quiero mencionar a dos de ellos: César Alierta y José María Álvarez-Pallete. El primero de ellos, porque llevaba a Telefónica “cosida en el alma” y terminó sus últimos días enteramente dedicado a la educación de los niños con menos posibilidades de todo el mundo, no solo de los países donde opera Telefónica sino en África y Asia. El segundo, mi buen amigo Ricardo Palomo lo describe mucho mejor que yo en su Laudatio a doctor Honoris Causa bajo estas cuatro cualidades: “por sus valores humanistas, su decidido impulso a la transformación digital y a la tecnología, su compromiso con la innovación y su enfoque en la educación continua y permanente.”
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Sí que podría si pudiera viajar en un DeLorean DMC-12 con Doc, como en la película “Regreso al Futuro” … pero va a ser que no.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
No sé si preguntárselo a nuestro embajador Ferran Adrià, por el que siento especial admiración, pero mi tía de 95 no le dejaría “deconstruirla”. Por eso me quedo con la que ella hacía cuando estudiaba la carrera en Madrid: tortilla de patata sin cebolla, la de toda la vida.
Nomina a otros compañeros para aparecer en esta sección
Nomino a Laura Rus Llave, a José Manuel Payán del Río, María Jesús Yáñez Muñoz y Cristina Cuadrado Bendito.
