La movilidad inteligente puede definirse como una nueva era basada en soluciones digitales que de manera innovadora ayudan a mejorar los desplazamientos. Una nueva realidad que genera una enorme cantidad de datos que si se gestionan adecuadamente pueden servir para ayudar a la propia movilidad e, incluso, a crear nuevos negocios.
Algunos de los puntos principales sobre los que se basa la smart mobility son la sostenibilidad, la eficiencia o la seguridad para, por ejemplo, optimizar el tráfico y los aparcamientos a la par que ofrecer servicios multimodales o compartidos con los que reducir las emisiones.
Así pues, nos encontramos ante un nuevo tipo de movilidad que está llamada a revolucionar cómo nos desplazamos aportando soluciones sostenibles y eficientes.
En los entornos urbanos, con la incidencia del aumento poblacional en gran parte de ellos, cuestiones como ayudar a descongestionar el tráfico de vehículos se ha convertido en una prioridad para las autoridades, contando con diferentes posibilidades como el uso compartido de vehículos, el mayor fomento y promoción del transporte público, el creciente incentivo al uso de la bicicleta o el impulso a la movilidad eléctrica.
La convergencia entre la movilidad inteligente y las smart cities hace que la primera pueda suponer un impulso hacia una movilidad urbana caracterizada por la eficiencia, la sostenibilidad y con el foco puesto en las personas.
Como nos recuerdan desde Telefónica Tech, la fluidez y la sostenibilidad siempre han sido de las cualidades más destacadas de la movilidad en las ciudades.
Ejemplos de movilidad inteligente
La movilidad inteligente puede afectar tanto al ámbito meramente urbano, como hemos visto anteriormente, como a los desplazamientos interurbanos. Vamos a ver algunos ejemplos de ambos tipos.
Túnel inteligente
En la provincia española de Lugo se sensorizó y dotó de cobertura 5G al túnel de Cereixal en un avance hacia la carretera inteligente que se comunica con los vehículos conectados y ofreciendo asistencia a la conducción.
Este túnel inteligente envía a los conductores información como cuáles son las condiciones meteorológicas a la salida del mismo, la presencia de obras, accidentes o vehículos lentos, peatones o incluso vehículos circulando en sentido contrario.
Gracias a las capacidades específicas para comunicaciones vehiculares C-V2X (cellular vehicle-to-everything) y la sensorización IoT y edge computing de la red 5G, se monitoriza el estado del túnel, se genera información y se envía a una herramienta de monitorización para que los gestores de la infraestructura visualicen toda la información recogida.
Ciberseguridad para la movilidad conectada
Con el objetivo de que las comunicaciones vehiculares 5G sean más fiables, seguras y efectivas, la ciberseguridad aplicada a la movilidad conectada resulta de gran importancia.
La combinación de tecnologías como el 5G, las comunicaciones vehiculares C-V2X o tecnologías criptográficas con las que provisionar certificados de ciberseguridad anónimos, interoperables y válidos en la UE garantizan la integridad de las comunicaciones vehiculares y la confianza entre los diferentes actores.
Estas comunicaciones ciberseguras permiten ofrecer servicios de valor añadido a las compañías que requieren un control de la posesión, consumo y trazabilidad en la conducción, como las de alquiler de vehículos.
Gestión de residuos
Con el doble objetivo tanto de mejorar la calidad del servicio para la ciudadanía como de reducir la huella de carbono al optimizarse y minimizarse los desplazamientos, la gestión de residuos innovadora es otra forma de apoyar la movilidad inteligente.
Mediante la telemática avanzada, la gestión de flotas de vehículos destinados a la recogida de residuos puede llevarse a cabo en tiempo real y, por ello, disponer de una visión estratégica que ayude en la toma de decisiones.
Con ello, se ahorra tiempo y combustible e igualmente se aumenta la seguridad de las operaciones.
Conclusión
Como hemos visto con algunos de los ejemplos, la movilidad inteligente puede ayudar tanto en el ámbito urbano como en el interurbano a la hora de potenciar determinadas cuestiones como la seguridad o la sostenibilidad.
Sin embargo, parece más que evidente que va a ser dentro de las ciudades donde esta nueva realidad vinculada a la smart mobility contará con mayor impacto.
Y es que las previsiones de incremento de la población mundial unidas a la creciente concentración de habitantes que residen -y residirán- en ciudades hacen que soluciones diferentes y alternativas sean más que necesarias para descongestionar estos núcleos urbanos y, de este modo, ayudar a construir entornos más amables y habitables.
